#50 "Friki"

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El hotel estaba vacío, sin nadie por los pasillos ni las salas. Solo el sonido amortiguado de una televisión se oía en determinados momentos. Bajamos las escaleras, riéndonos. Buscamos por otros pasillos más extintores. Encontramos uno al final del pasillo en la segunda planta. Este lo cogí yo. Cada una con el pesado objeto nos encaminamos hacia el pasillo donde estaban durmiendo Austin y su amigo Alex. Me giré a la izquierda y me encontré una pared blanca sin ningún cuadro o puerta. Sonreí con malicia y me giré hacia Cait.

- ¿Tienes algo de maquillaje? -ella desconcertada se metió la mano en el sujetador y se sacó un pintalabios rosa. Me lo pasó y sin pensarlo dos veces, le quité la tapa y comenzé a escribir en la pared: 'Pínchame una teta. Lia'. Orgullosa contemplé mi obra de arte. Para hacerlo más bonito dibujé un corazón al lado del nombre de Lia.  Caitlyn comenzó a reírse, tapándose la boca con la mano para no alertar a nadie de que estábamos allí.

Continuamos andando hasta que nos topamos con nuestro destino.

- ¿Sabes cómo funciona esta cosa? -preguntó mi amiga agarrando la boquilla del extintor en una mano y aguantando el peso del objeto con una mano en la asa.

- Lo he visto solo en las películas. Muévelo un poco y ahora le apretas a esta palanca y con el mango apuntas -dije no muy convencida.

Comenzamos a agitar las botellas rojas y contando hasta tres, las dos apuntamos hacia la puerta de la habitación de Austin y Alex. Apretamos el gatillo. Mucha espuma comenzó a salir de la botella, cubriendo toda la puerta de blanco y soltando a su vez aire frío a presión, acompañado de un ruido chirriante. Segundos después, paramos. La puerta parecía nieve en vertical. Cait y yo nos reímos y comenzamos la diversión.

Apuntamos a las plantas de los pasillos y las hundimos debajo de la espuma. No sé si me dolía la cabeza por las carcajadas que tenía, por las pastillas o por el humo que teníamos alrededor; pero todo eso era muy divertido.

Mi botella comenzó a pesar cada vez menos, así que dejé de apretar tanto la palanca.

Pasados unos minutos, el pasillo completo estaba cubierto de espuma blanca. Lo mas extraño de todo, era que nadie había salido a ver qué o quién hacía tanto escándalo, así que con un poco de espuma en el extintor, nos acercamos a los ascensores, y comenzamos a vaciar las botellas. De vez en cuando, las puertas intentaban cerrarse, pero nosotras lo impedíamos. Cait 'sin querer' me apuntó con el extintor y me lanzó espuma encima. Solté un chillido al notar en mi espalda la presión de la espuma. Me giré rápidamente y le devolví el ataque. Comenzamos a reirnos, aunque hacia daño, mucho daño.

Sin darnos tiempo a reaccionar, las puertad, ya todas blancas, del ascensor se cerraron y comenzamos a descender. Cait y yo nos miramos y reímos sin poder parar. Las luces del ascensor marcaban que descendíamos, hasta parar en el primer piso, la recepción. Las puertas se abrieron y instintivamente escondimos los extintores detrás nuestra. Cuatro policías nos esperaban enfrente nuestra, con unas esposas en una mano y una porra en la otra cada uno. Sorprendidos, observaron toda la espuma que salía del ascensor sin parar. Nos miraron sin creerselo durante unos segundos.

- ¿Feliz Navidad? -Casi pregunté rompiendo el silencio.

Los hombres salieron de su estado de shock y se nos acercaron. Unos segundos después estabamos detenidas y saliendo por la puerta del hotel. Alguna gente desconocida en la calle nos miraba con curiosidad, pero estaba ya tan acostumbrada que no le di importancia.

- ¡No estábamos haciendo nada! -Cait se retorcía contra un fornido policía sin resultado. 

Nos subieron al coche de policía y nos llevaron a comisaría.

(...)

- ¿Conocéis a un policia llamado Paul de Miami? -pregunté a los dos policias que están de guardia. Ellos me miraron confundidos, pero no me respondían- Uno que es muy feo y está enganchado a las telenovelas. Él solía hacerme compañía cuando me arrestaban. Por su culpa me enganche a 'La rosa de Guadalupe' y a 'Pasión de Gavilanes' -los hombres seguían sin escucharme- ¿no sabréis lo que ha pasado con Juan Reyes Guerrero y su amada Norma Elizondo Acevedo de Escandón?

<< Soy muy friki, lo sé >>

Los policías seguían pasando completamente de mí, así que me senté en el suelo, sin saber que pasaba en "Pasión de Gavilanes".

Si me estaba muy callada, podía oír como cantaba Caitlyn en una celda aparte la canción 'La Macarena'. Se aburría mucho. Pero después de repetirla cinco veces seguidas, la música paró, y se oyó la celda abrirse. A los dos minutos, la mía se abrió también y dos policias me ayudaron a salir de la celda. Fuera me esperaba Alex y Austin, en compañía de Caitlyn despeinada. Caitlyn miraba al suelo, Alex estaba a su lado con una mano en su hombro y con un amago de sonrisa, y luego estaba Austin... > Su pelo estaba aún más despeinado que el de Cait, a causa de su manía de tirárselo cuando está nervioso, tenía arrugas en la frente por su ceño fruncido, sus ojos estaban mirándome fijamente y sin ningún ápice de simpatía en ellos, y luego estaba su boca, recta como una línea y la mandíbula apretada, hasta dar la sensación de que se estaría haciendo daño.

Si alguien lo mirase, tendrían miedo de él por su expresión de ira, pero yo veía algo más como... ¿decepción? ¿frustración? ¿verguenza?

- Al coche -mandó Austin señalando el aparcamiento de la policia.

Sin poder mediar palabra con él, se fue con pasos rápidos fuera del recinto. Alex y Cait lo siguieron detrás sin hablar, y yo, resoplando, los seguí.

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Change (Austin Mahone Fanfic) Cancelada temporalmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora