#31 ''No lo recuerdo''

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Maratón 1/3

Me dejé caer nuevamente con sueño en el colchón duro. 

- ¿Te encuentras mejor?- Preguntó una voz que no pude reconocer. Parpadeé y Austin apareció como primer plano. Volví a cerrarlos.

- ¿Dónde estoy?- Pregunté sin abrir los ojos al notar que la cama dónde estaba era más grande que la mía. Me incorporé de la cama sin tocar los pies el suelo con una mano apoyada en la frente. 

- Estás en mi casa -Respondió Amber.

- ¿Por qué mierda están todos aquí? -Pregunté confusa y dolorida.

- Sólo estoy yo. -Abrí un ojo poco a poco para poder ver la voz que me hablaba, era el camarero ese del bar.

-  ¡¿Por qué estoy en tu casa?! -Grité rápidamente mientras me levantaba asustada de la cama, dándome pinchazos al momento en la cabeza. Gemí del dolor y me froté con la mano izquierda la sien para poder calmarlo un poco, sin funcionar.

- Tienes resaca, ____.

- ¿¡Cómo mierda sabes mi nombre!? -Entré en pánico-. Nosotros no.. Nosotros no tuvimos.. -comencé a murmurar.

- ¡¿Qué?! ¡Claro que no! Nunca me aprovecharía de una niña borracha -suspiró- . Sobre el nombre, tú misma me lo dijistes hace tres horas en el bar.

- No lo recuerdo... -estaba confusa, ¿Qué más le había contado a este camarero? ¿Y qué había pasado?

¿Debía creerle que no habíamos tenía sexo? No confiaba en él. Hubiese sido horrible haber tenido sexo con un viejo. ¡Oh Dios no! ¿Pero qué digo?

- Tienes resaca, te bebistes como unos doce chupitos, no sé cómo no tienes un coma etílico -se rió mientras se levantaba de una silla de madera al lado de la cama, y comenzaba a caminar por la habitación.

Era grande y un poco oscura, pero con lámparas que dejaban a la vista la luz del día. Tenía las paredes blancas con cuadros colgados en ellas. Al final de la habitación, se dejaba ver un pasillo largo y grande, con habitaciones espaciosas a sus lados. De repente, vi a lo lejos del pasillo, un unicornio dorado, con el pelo azul chillón y rastas hasta más abajo del cuello. Pestañeé sin creérmelo, pero al volver a mirar, solo se veía la puerta al final. Por la habitación se paseaba tranquilamente ese viejo raro. ¿Y si me quería violar? ¿Y si era un puto pederasta? Alomejor tenía en un armario secreto látigos y máscaras negras con cremalleras en la boca y ropa interior de fulana.

Miré nuevamente al camarero quien me había secuestrado. 

- No te he secuestrado -Replicó el. <<¿Pero qué mierda?>> <<¿Me leyó la mente?>>

- ¿Cómo sabes qué he pensado eso? - pregunté asustada, ésto se parecía a una película de los X men, donde un abuelo leeía la mente, no me acuerdo cómo se llamaba.

- Lo acabas de decir. -Dijo mirándome confundido.

- ¿Qué? -Pregunté confundida y asustada.- ¡Me estás dando miedo! ¡Primero me secuestras, luego, no sé cómo, te sabes mi nombre y luego me lees la mente!

- ¡Pero si tu me lo dijistes! Y además no te he secuestrado, te he cuidado y limpiado tu vómito. -Dijo poniendo una mueca desagradable.- Y no tengo ningún súperpoder ni nada, sólo escucho lo que me dices. Como lo que me contastes en el Bar.

- ¡Pero como te voy a contar nada si ni siquiera sé tu nombre!

- Me llamo Josep y me contaste algunos de tus poblemas.

- ¿Cómo cuales?- Pregunté asustada, drogada y borracha no era la mejor elección ni combinación.

- Como de un tal chico llamado Austin, una pelea con tu mejor amiga, problemas con drogas, algo de botox... - Dijo enumerando con los dedos, sin ninguna expresión de asombro.- ¿Te pones botox?

- ¡No!- Me reí. ¿Yo? ¿con botox? Estaba asustada por lo que le había contado, no soy una chica abierta que cuenta sus problemas a cualquiera, menos con alcohol.

- No te preocupes, no es la primera vez que veo esos problemas. -Dijo al ver mi cara asustada.

- Otra que está jodida -Murmuré ya viendo perfectamente a Juan. El dolor de cabeza ya casi se me pasaba, pero aún me molestaba.

- Soy Josep, no Juan -irrumpió-. Y sí.. -Murmuró cambiando su cara a tristeza y melancolía.- Lo estaba...

- ¿Cómo? -Pregunté sin entender. No entendía lo que me decía. El negó con la cabeza sin mirarme.- Si ella pudo arregrarlos, yo puedo hacer lo mismo que ella.

- Bueno... - Suspiró asustado. - Al menos pudo superarlo con un poco de mi ayuda. Y por eso te voy a ayudar. 

Lo miré extrañado. ¡No quiero su ayuda! Sé que no estoy en un momento de mi vida bueno, pero con los días se pasaran y todo volvera a la normalidad ¿No? 

- Empecemos con la pelea con tu amiga. - Se sentó en una silla de madera y me miró.- Cuéntamelo otra vez, ya que no estas borracha.

-¡No te voy a contar nada! - Le contradije de inmediato- Si ésto no se lo cuento ni a mi madre te lo voy a contar a ti.

- Si ya me los has contado ____.- Giró los ojos cansadamente.- Necesitas ayuda.- Me recordó a Lory diciéndome eso mismo, y pensándose que estaba loca imaginándome a Austin. 

Los pocos restos de las speeds me hicieron relajarme. Sin darme cuenta, le empecé a contar mis problemas, uno de ellos.

- ¡Es que no la entiendo! A ella no tiene que importarle lo qué me pase, porque no estoy enganchada a las putas patillas y no lo entiende. Se enfada conmigo y ella también se toma alguna de vez en cuando.- Me desfogué con Josep.- Y si lo estuviera a ella no tendría que importarle y no meterse, porque es mi vida y hago lo que quiero.

- Tienes que entenderla ____ - Me respondió el camarero mirándome con desaprovación.- Se preocupa por ti y no quiere que te pase nada. Y eso de que no estás enganchada, ¿cuándo empezaste a tomarlas?

- Hará casi dos semanas.- Dije honesta.

- ¿Y cuántas bolsas llevas ya?

- Sobre unas tres o más. - Calculé en mi mente. Vale, alomejor eran más, pero a él tampoco le interesa. Y ¿por qué mierda me está ayudando?

- No me creo que hayan sido solo tres, tienes que controlarte más ____, afronta tus problemas y no te desahoges con la bebida o las drogas. Habla con tu amiga y explícale por lo que estás pasando y tómatelo con calma.

- ¿Y a ti que mierda te importa lo que pase en mi vida?- Le pregunté borde. Ya estoy harta de sus consejos de anciano.

- No me importa la verdad. Pero no quiero que acabes mal por culpa de las drogas. - Se levantó de la silla,mientras continuaba mirándome.- Me recuerdas a ... - Susurró para el.

- ¿Qué hora es? -Pregunté sin ganas de escucharle. Me puse mis zapatillas que se encontraban a un lado de la cama.

- Las 8 de la mañana. ¿Por qué?

- Mierda, joder. Tengo que estar a las ocho y media en una reunión.- Me apresuré a atarme los cordones.

- Por suerte para la tuya, vivo encima del bar. ¿Sabrás como volver?

Asentí dudosa. Ya me las arreglaré. Caminé rápido por el pasillo hasta la puerta de entrada, seguida de Juan. Abrí la puerta para salir por ella.

- Ya hablaremos. -Se despidió el gordo cogiendo la puerta con una mano para que pasara.

- No lo creo - Respondí bajando rápidamente por las escaleras estrechas del apartamento.- ¡Hasta nunca!

Change (Austin Mahone Fanfic) Cancelada temporalmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora