#32 ''Pingüino''

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Maratón 2/3

- ¡Pensé que no vendrías!

- Pues aquí me tienes -le contesté a Caitlyn mientras la ignoraba y llegaba a mi maleta, tenía que cambiar esta ropa de mierda que olía a mierda para asistir a la reunión. 

Austin me compró ropa para reuniones y simplemente.. para cuando esté cerca de él. Todo pasó cuando fui a la primera y última reunión hasta ahora, fui con el chándal de Bob Esponja. Que me venía pequeño por cierto, y unas toms amarillas. Por un tiempo me gustó ese conjunto. Después vino Austin para decirme lo horroroso que me quedaba eso. ¿Cómo quería que me vistiera a las ocho de la mañana? 

La cuestión es que me había comprado ropa y aún no la había mirado.

- ¿Dónde has estado? ¿Con quién? -preguntó. 

- ¿Importa acaso? -murmuré indiferente. 

- Sí, a mí. Y mucho -rodó los ojos. Lo sabía. 

Encontré la caja llena de bolsas con la ropa que Austin me había comprado. A decir verdad estaba algo emocionada por saber qué ropa de mierda había elegido. 

- De todos modos no tengo tiempo para hablar, tengo una reunión -intenté no reírme cuando lo dije profesionalmente. 

Abrí la caja, vi una mini falda plegada negra a un lado. ¡Éste sí que sabe! 

- Menos mal, creía que me compraría un turbante o una túnica de monja -suspiré con una sonrisa. Ella rió. 

Mi sonrisa desapareció al instante en que agarré los bordes de la falda para desplegarla y ésta casi toca el suelo de lo larga que era. ¿Pero qué mierda es ésto? 

- Sí, o un disfraz de pingüino -se rió en mi cara. 

Parecía tan corta plegada. 

Vi la hora, 8:23.

- ¡Mierda! ¡Llego tarde! -Cogí el disfraz de pingüino y el resto de la bolsa con las demás prendas, me acerqué al baño para cambiarme. 

Aún estaba molesta con Caitlyn y ya no recordaba por qué.

En el baño me coloqué una camisa blanca de manga semicorta, algo que nunca me pondría, sin embargo, lo estoy haciendo. Abroché los botones hasta arriba. Me di cuenta de lo horroroso que quedaba. Desabroché dos botones. Metí la mano en mis dos pechos para que hiciese un poco mas de bulto y canalillo. Después me coloqué la falda. Era una falda de tubo negra, me llegaba hasta las rodillas, me di cuenta de que parecía una mujer de treinta años de secretaria en una empresa. Era sexy de todos modos. Aunque nunca en mi vida hubiese elegido ésto para salir. 

Recordé las palabras de Austin ese día, ''recógete el pelo e intenta parecer una chica corriente y normal, esas que no queman cocinas.'' 

Bueno, lo intenté. Recogí mi pelo en un moño despeinado y me maquillé un poco. Ni yo me reconocía. ¿Pero qué he hecho con mi vida? 

Salí del baño, aún con la duda de por qué me había maquillado y arreglado tanto si eso era lo que Austin quería. Entonces, no lo entendía. 

Cuando salí, Caitlyn no estaba. Iba descalza, y eran las 8:33 por lo que Austin me iba a matar. Encontré unos zapatos de tacón negro de aguja en una de las bolsas que habían sobre la cama. Me los coloqué. 

Era como una prostituta con clase. 

También agarré la libreta de anillas que Austin me había regalado para apuntar ciertas cosas que como él decía, "eran importantes". Era una agenda, yo le tenía que avisar de todas las entrevistas, reuniones.. y esas mierdas que tenía a lo largo de la semana. Y así, todo el tour.

Cuando bajé del autobús me quité los tacones, tenía que ir deprisa. Así que los cogí con la mano derecha los dos y me dirigí hacia la sala de reuniones.

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Eran las 8:46, y Austin estaba molesto desde mi visión detrás de la puerta de cristal de la "sala de reuniones". Iba a intentar hacerlo lo mejor posible, así recompensar el retraso <> que había tenido.

Abrí la puerta con cuidado, intentando no llamar mucho la atención, sin embargo, todas las miradas se dirigieron a mí.

Me fijé en la mirada de algunos de los que me observaban, al parecer a ellos si que les había gustado el traje de pingüino.

Me acerqué a la silla vacía al lado de Austin. La boca de él estaba semiabierta, y sus ojos abiertos como platos mientras me observaba caminar hacia él.

- Hola -le sonreí mientras susurraba, puse una sonrisa de lado, intentando libiar su molestia por mí.

- Llegas tarde -su mirada volvió a enfriarse.

Resoplé -. ¿Algo nuevo? -Bromeé.

La conversación que había interrumpido siguió, sin embargo Austin y yo todavía manteníamos una charla mediante susurros.

- Sí, apunta -ordenó.

Obedecí y agarré mi boli rosa con purpurina que me había encontrado en el bús en el baño. ¿De quién será? Inmediatamente vino a mi mente una persona con un gusto tan ortero como para este boli: Lia. ¿Por qué mierda estaba en el puto baño? Y me traumaticé. ¡Qué asco! Lia, boli, baño, ella tan guarra...

Lo solté rapidamente y este cayó sobre la mesa haciendo un sonido agudo. Mi cara era de asco total.

- Hoy tengo dos entrevistas antes del concierto, una a las cinco de la tarde y la otra a las nueve, al acabar la segunda, iré rápidamente al concierto, el cual ya tienes que tener apuntado que comienza a las diez de la noche -murmuró.

Asentí, sin dejar que viera la agenda. Ésta estaba toda en blanco. No sabía que hoy había concierto tampoco.

- Como estábamos diciendo -un hombre calvo empezó a hablar. Mientras decía eso, me miraba demasiado. Seguí su mirada hasta mi escote. 'Seductoramente' me desebroché otro botón de la camiseta por aburrimiento. El hombre se puso rojo al momento, pero no apartó la vista. Divertida, me mordí el labio para ponerlo nervioso. Moví mis hombros al compás de la melodía tan erótica que sonaba desde el fondo de mi cabeza. Empezó a balbucear.

- ¡____! ¿Qué mierda haces? -Austin me preguntó mirándome, también bajo la mirada hasta mis pechos aún moviéndose. Paré mientras me reía de todo.<<Hombres>> 

- Ésto, eh sí -tartamudeó otro hombre trajeado. Alcé la vista hasta ver a todos los hombres de la habitación mirándome. Solté una carcajada al ver sus caras y me tapé lentamente, para hacerlos sufrir, un botón-. Austin, ¿Entonces te parece bien?

- ¿El qué? -preguntó Austin moviendo su cabeza hacia atrás sin saber que le decían los demás.

- Sí -respondió su manager mirándolo furiosamente-. Iremos a Miami para recoger unas cosas y volveremos todos. 

- ¡¿Que?! -chillé yo. ¡No! ¡A Miami no! Si me hubiese visto mi hermana ahí mientras ella creía que estaba ordeñando vacas hubiera intentado matarme por estar con Austin-. ¡Yo no pienso ir a Miami!

Todas las miradas seguían en mí. Me daba igual que todos estos sean súper empresarios multimillonarios, no pensaba volver a Miami, demasiados problemas.

- Tienes que venir conmigo -me informó Austin mirándome extraño por mi rabieta.

- ¡No pienso ir a Miami! -me quejé pataleando. Austin me miró confundido y un poco divertido, sin saber a que me refería-. Fan -susurré para que lo pillara, sim embargo, no lo hizo-, loca -rodé los ojos, frunció el ceño-, gorda -solté bruscamente pero aún así susurrando, aún no entendía de qué o quién hablaba-, Amber -con eso se lo aclaré todo al estúpido de Austin. Cambió su cara a una de horror.

- No, no vendrá, se quedará aquí -dijo rápidamente mirando a su manager. Nadie entendía nada, pero me la soplaba. 

Change (Austin Mahone Fanfic) Cancelada temporalmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora