#34 ''Austin''

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El restaurante en el que nos encontrábamos era muy grande. Sus paredes marrones contrastaban con los muebles modernos blancos. El tintineo de la campana de la puerta principal, casi no se escuchaba por las voces de la gente hablando tranquilamente. Camareros se veían caminando o corriendo de una mesa a otra, siempre con algo en las manos. Esto me recordó a mi único día en el que trabajé como camarera, en Nando's. Cuando el fabuloso Austin hizo que me despidieran por una mini pelea con él. 

Me reí yo sola mientras lo pensaba. Austin me miró confundido, a lo que yo negué con la cabeza. Un camarero se acercó a nosotros con su planchado uniforme limpio y una servilleta en su brazo derecho colgando estúpidamente. 

- Bienvenidos al restaurante 'La Torre',- dijo sonriendo forzadamente. <<Qué ganas de pegarle>> -¿en qué les puedo ayudar?

- Si, eh, hola. Buenos días  -respondió Austin sin saber qué decir. Al menos yo no iba muy a menudo a restaurantes de lujo, a comer, y tenía que hablar formalmente, con palabras cultas como: ''¿Me puede pasar el trinchante?'' ''El refigerio estaba exquisito''; directamente hubiese dicho: ''Eh tú, pasame esa cosa con puntas.'' o ''La comida era la hostia.'' Pero como no, Austin tenía que ser el chico educado y culto.- Queríamos una mesa para dos.

El hombre miró a Aus a mi lado. Se fijo en su cara, y lo reconoció. Su rostro cambió de inmediato, abriendo la boca con sorpresa y ensanchando los ojos. No chilló porque podía perder su trabajo, y su dignidad.

- Señor Mahone, en seguida tiene una mesa servida.

Sólo pasaron dos minutos hasta que nos condujeron, antes que la gente que estaba allí esperando desde hacía rato <<eso realmente jode, que se cuelen y pasen sin hacer cola, pero como era yo, que les den a esos>>, hasta una mesa con todo lujo y ñoñerías: Un mantel blanco pulcramente lavado y planchado a la perfección, dos velas rojas en el centro de la mesa, un par de platos, de vajilla cara; dos juegos de cubiertos relucientes y servilletas hechas un cisne muy currado. ¿Algo más lameculos? La mesa la rodeaban unos seis camareros y cocineros mirando a Austin como el presidente. Tomadle una foto ya que estáis. Austin dio las 'Gracias' a todos, y ellos sonrieron ampliamente orgullosos. Cansada de este paripé, me senté arrastrando la silla mientras chirriaba, aposta. Me senté seguida de Austin.

- No me gusta tanta cursilería.- Dije señalando las velas ''románticas''. Austin se rió. Soplé el fuego de la llama pequeña hasta apagarlas, y después esconderlas debajo de la mesa para que no dieran por culo. 

- Bienvenidos señores al magnífico restaurante 'La Torre' - exageró el camarero con una tablet en la mano para apuntar los pedidos. <<¿Qué ha sido de la libretita pordiosera y el boli? Con lo que me gustaba eso.>> - ¿Qué desean tomar?

- Pónganos dos menús de la casa a los dos.- Pidió Austin. ¿Desde cuándo pide por los dos? ¿Este qué se ha creído? ¿Qué es mi dueño o algo?

-Enseguida.- Se marchó apuntándolo en la tablet.

- ¿Por qué mierda has pedido por los dos? -Le pregunté enfadada.

- Este restaurante es uno de los más caros de Holguin, y dado que pago yo -Sonrió satisfecho de hacerme rabiar.- te aguantas.

Arrugué la nariz en contestación, capullo.

Después de un profundo silencio donde Austin se la pasa con el ceño fruncido y su mirada clavada en su teléfono móvil, llegaron nuestros pedidos. Fruncí el ceño al ver lo qué el camarero trae algo más largo que mi brazo en el plato, y dudo si estaba vivo o no. 

Pero yo no quería comer esto. 

- Perdone, debe de haber un error -justifiqué hacia el camarero que estaba por irse. Esperó dos segundos para darse la vuelta y poner su mejor sonrisa de "por favor que no pierda el trabajo''-. Yo no quiero esto. 

Change (Austin Mahone Fanfic) Cancelada temporalmenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora