Mimoziito (Jikook)

Capitulo Ocho

Al llegar a la cafetería Taehyung respiró profundo y alzó su mirada para encontrarse con una enojada señora Jeon, porque eso se esperaba. Pero no, ella estaba sentada con la mirada perdida en su café.

_Señora Jeon?_

_Hola_

_Primero quiero pedirle disculpas. Sé que piensa que soy un asco de alfa y no discutiré eso. Pero no estoy aqui por mí_

_No pienso eso. Y las disculpas se las debes a Kookie. Él se fue a Jeju. Su padre lo envió allí con su abuela para no lidiar con la vergüenza que piensa que le traerá cuando la gente se entere de lo ocurrido_

_Pero no fue culpa de su hijo. Cómo puede dejarlo así?_

_Dime qué quieres de mi?_

_Quiero que me diga lo que pasó, todo lo que sepa y además en que hospital estuvo. Voy a empezar a preparar todo con mi padre y mi amigo que es abogado penalista y vamos a encerrar a esos infelices_

_Pero hay que hablar con mi cachorro primero. No sé si él pueda resistir volver a ver a esos..._ lloraba con sus manos en el rostro.

_Tranquila. Yo hablaré con él. Sé que debe saber lo que hice y no espero un buen recibimiento. Pero le diré todo y juntos lograremos que esos tipos paguen por lo que hicieron_

_Primero déjame hablar con él por teléfono. Luego lo llamarás y si él quiere verte irás. Dale su espacio Taehyung_

_Esta bien. Lo haré. Mientras cuénteme todo_

La omega empezó a contarle todo lo que Jungkook le dijo, cómo fue que lo encontró y todo lo sucedido en el hospital, hasta su alta y despedida.

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A Jimin le gustaba cuidar su cuerpo. No se privaba de las comidas pero, se mantenia en forma. Salía todas las tardes a correr, y aunque estaba en Jeju para descansar, su rutina pudo más.

Tomó un muda deportiva y trás conectar sus auriculares salió.
Recorrió la extensión frontal de la casa, pasando de frente a la casa que supuso era de la abuela Suni y aquellos chicos, y siguió de largo.

Llegó hasta el final, y sentó unos momentos en una formacion de rocas frente a la playa, para maravillarse con el atardecer.

De un momento a otro, un hermoso olor a fresas y caramelo lo invadió. Giró su cabeza y pudo observar como ese chico tímido caminaba en dirección a la casa, mirandó sus pies.

_Eres un omega_ mordió su labio inferior.

Levantó su cuerpo y decidió remojar sus pies en el mar.
Tomó sus zapatillas y medias y se adentró al agua, caminando por un largo tramo sobre el borde de la playa.

Siguió viendo a Jungkook hasta que lo perdió de vista cuando ingresaba a la casa. Pero luego no lo vió salir.

Pasó frente a ella, y de repente sus miradas chocaron pues el chico estaba sentado en la hamaca del porche.

Le sonrió.

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JiEun caminaba dentro de su departamento como loba enjaulada. Su trabajo estaba hartándola, las miradas y cuchicheos de la gente la exasperaba y le había gritado a su jefe frente a todo el bufet.

Fue enviada a descansar en consideración a su situación.

Que mierda. Su situación era cada vez peor. Ella no podía darse el lujo de mantener ese departamento. Sus gastos eran altísimos y Jimin siempre cubría sus tarjetas.

Qué haría ahora.

Bien. JiEun no se dejaría perder frente a esta situación. Sabía que a pesar de todo, lo que sus suegros querían era un heredero y ella contenta se los podría dar a cambio de una nueva vida.

Sabía que Jimin la amaba así que no le costaría pedir o rogar por su perdón y en menos de lo que se esperaba casarse con él.

Ya tenía preparada sus palabras y su acto de llanto frente a él. Hundiría a Taehyung de ser necesario, pero no dejaria que Jimin se apartara de ella.

Lo había tenido en la palma de su mano desde el dia uno, asi que usaría lo que fuera.

_Bien, eres Lee JiEun, la omega mas deseada de todo Seul. Vas a recuperar a tu alfa y serás la mejor esposa y madre que puedas ser!_ repetia en voz alta.

_Te tendré de vuelta. Eres mío y siempre lo serás!_ sonrió.

Que equivocada estaba.