—¡Vámonos!
—No podemos irnos. —Indicó en una voz baja. —No tengo permiso para abandonar la secta.
—¿Y qué importa ese maldito permiso? —Apretó los formados puños con fuerza. La impotencia y desesperación de ver a Lan Sizhui de esa manera cada vez se hacía cada vez más grande.
—Joven maestro Jin...
—¡Deja de llamarme así! —Lan Sizhui no se inmutó por el grito. —¿Acaso no ves como estás? ¡Esos bastardos me las pagarán!
Antes de que Jin Ling pudiera pararse, Lan Sizhui tomó la mano de Jin Ling y la acarició. Buscaba calmarlo y disipar cualquier idea apresurada, y perjudicial, de su cabeza. Mientras tanto, Jin Ling lo miró sorprendido, bajó la cabeza y las lágrimas contenidas salieron sin compasión, dando a caer en la mano de Lan Sizhui.
—Estoy cansado...estoy cansado de todo esto...—Dijo entre lágrimas, siendo escuchado por Lan Sizhui con un rostro afligido. —¿Por qué tuvo que sucederte esto? Perdóname por no estar allí, perdóname...
—No tienes que disculparte. Tu culpa no fue. La decisión de matar a esos discípulos Jin fue mía. —Contestó en un tono firme. —Y lo volvería a hacer si es que vuelven a tramar un complot contra ti.
—No digas tonterías. —Espetó, levantando la vista. —¡Mírate cómo estás!
Lan Sizhui negó con la cabeza.
—Estoy feliz.
El ojo derecho de Jin Ling se contrajo.
Antes de recibir una respuesta de Jin Ling, Lan Sizhui continuó: —Mis sentimientos son correspondidos.
Las mejillas de Jin Ling se colorearon de un suave color rojizo cuando recordó lo que pasó hace más de una hora. No podía negar lo que gritó, ni tampoco quería hacerlo. Estuvo un año separado del chico que le gustaba, Jin Ling no estaba dispuesto a pasar por ello otra vez.
—Sí...me gustas mucho. —Ríe mientras con su mano libre trata de limpiarse las lágrimas que volvían a salir. —Te amo tanto, A-Yuan. Quiero estar contigo...
—Y lo estaremos.
—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? —Las palabras impactaron en el corazón de Lan Sizhui. —¿Cómo puedo yo estar seguro de que mi secta no provocará más problemas?
—Podemos luchar juntos.
Definitivamente eran palabras que Ouyang Zizhen debió de haberle dicho a Lan Sizhui. Lo que significaba que él sabía de los sentimientos de Lan Sizhui, más Lan JingYi, que por obvias razones debió de saberlo mucho más antes. Por una extraña razón, Jin Ling se sintió avergonzado.
—¿Y qué me garantiza que no vaya a volver a suceder esto? ¡Nuestra lucha podría afectar enormemente a tu seguridad y yo no quiero eso! —Gritó en un llanto roto. —Sus percepciones no cambiarán...—Dijo entre susurros. —¡Jamás seremos felices si es que seguimos con estas vidas!
Ver a Jin Ling, por segunda vez, romperse de tal manera, afectaba demasiado a Lan Sizhui. En aquel entonces, un Jin Ling más joven rompió a llorar, abrazando la espada de su padre, temiendo que lo único que le quedaba de el se le fuera arrebatado cruelmente. Ahora, su llanto significaba la preocupación por la seguridad de su amado, y en lo que su amor podría llegar a herirlo de varias maneras.
El egoísmo no estaba en las actitudes de un líder de secta. Eso fue lo primero que Jin Ling aprendió a las malas desde que empezó a renconstruirla.
Sin embargo, él aún no era un líder de secta.
—Huyamos.
La mirada de Jin Ling era determinativa, por más que tuviera rastros de agua salada.
—¿Eh? —Lan Sizhui parpadeó bien unas cuantas veces.
—Vamonos lejos de aqui, en donde nadie pueda encontrarnos. Vivamos juntos, Sizhui.
Abarcaba demasiadas consecuencias, y a personas que dejarían atrás, sean buenas o malas en sus vidas. Lan Sizhui miró toda su vida frente a el, como si ese pasado no quisiera dejarlo ir a un futuro incierto, lleno de misterios y futuros obstáculos menores.
Jin Ling continuó: —Si no quieres, está bien. Yo...sacaré fuerzas para luchar y....
—Quiero. —Jin Ling se sorprendió. —Te acompañaré a donde sea que vayas, Jin Ling.
—¿Estás seguro? —Lo miró a los ojos. —No quiero alejarte de las personas que amas, Sizhui. No quiero...que arriesgues todo.
Él había sido quien lo propuso sin pensarlo mucho, pero dudaba de la decisión de Lan Sizhui. Sabía que no era una decisión fácil, y que tomaba el tiempo de una persona para estar lo suficientemente seguro.
—Ya me arriesgué una vez, puedo volver a hacerlo. —Inconcientemente, Jin Ling se acercó más a Lan Sizhui. —Sé que estás cansado de luchar. De toda la presión que cargas sobre tus hombros y de las opiniones de tu gente. Tienes miedo de que un día no vuelvas a despertar, y...yo también. Tengo tanto miedo de que un día no te pueda volver a ver, A-Ling. —Las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos. —Tuve tanto miedo ese día...
Le dolía verlo llorar. Le dolía y le enojaba saber el porqué de sus lágrimas. ¿Por qué no podía ver de nuevo esa sonrisa? Terminó por acercarse completamente, siendo rodeado por los brazos de Lan Sizhui. Jin Ling no lo miró morderse el labio por el dolor que sintió en su espalda, de ser así, tal vez la culpa hubiera crecido más en su corazón y el llanto no cesaría dentro de un tiempo.
¿Por qué la vida era tan injusta?
—Ya no. —Dijo, poniendo una mano sobre el pecho de ajeno. —Ya no volverás a tener ese miedo nunca más. No me alejaré de tu lado, Sizhui.
—Vamonos, A-Ling.
—¿De verdad?
—Sí.
—¿Seguro?
—Sí.
—¿Estoy soñando acaso?
—No lo haces.
Jin Ling soltó unas cuantas risas y descansó su cabeza sobre el hombro de Lan Sizhui.
—Te amo.
—¿Estoy soñando?
Jin Ling rueda los ojos y sonríe. Podía sentir los latidos del corazón desenfrenado de Lan Sizhui y de su propio corazón.
Jin Ling quiso conocer el verdadero significado del egoísmo que cambia su vida.
Prometí un Dark Sizhui en mi último trabajo Zhuiling, pero hacer un fic hogareño, (con las consecuencias de una huída), me ganó 😔
Jin Ling, amo de casa en acción. Xdon, amo esa pequeña idea que me viene rondando la cabeza desde hace un buen. Pero no sé preocupen, trataré de hacerlo lo más impecable posible.
Este fic ya está avanzado en mis notas, por lo que no hay que preocuparse si es que no llego a actualizar JAJAJAJA.
Actualización todos los miércoles. Aunque tal vez pueda variar.
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Identidades al descubierto [Zhuiling]
FanfictionAmbos, al tomar la decisión de escaparse juntos, no pensaron en ningún momento las posibles consecuencias que traería. Más que nada fue porque ninguno de los dos volverían a sus vidas anteriores, ni querían. Sin embargo, después de una discusión con...