Capítulo 9: Representación

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Terminó su trabajo.

No fue tan difícil como lo esperaba, pero se sintió aburrido haciéndolo. Esperar horas para que el fantasma resentido cayera en su trampa, sin decir ninguna palabra y nadie que entretenga el ambiente pesado, ¿cómo no podía sentirse cabizbajo y desanimado?

Iba en camino a su secta, pues durante el viaje llegó a la conclusión de que no le servía de nada las pequeñas vacaciones que le dio su superior. Ouyang Zizhen no estaba con él para que pudieran hacerse compañía, y solía aburrirse mucho cuando no tenía a nadie en los viajes, por lo que no le servida de mucho tomarse una vacaciones si es que iba a estar aburrido la mayor parte del viaje.

Llegó a parar a un pequeño distrito que se encontraba en su ruta. Había pasado por el lugar cuando se dirigía a su lugar de destino, pero no se detuvo ni siquiera para hacer un poco de turismo por lo apurado que estaba. Pero ahora, con el estómago exigiéndole apurado un poco de comida, debía de parar obligatoriamente por algo de alitas de pollo en algún restaurante cercano.

Al primer restaurante con un asiento vacío al aire libre fue lo primero que encontró, y no dudó ningún segundo en ir y pedir su comida. Se sentó y esperó a que alguien lo atendiera.

—Buenas tardes, cultivador, ¿qué va a pedir?

—¿Tendrá alitas de pollo? —Preguntó con un brillo en sus ojos. Moría de ganas por comer lo que pidió. 

—Podemos prepararlo. Le pedimos que espere, por favor.

Y sin que Lan JingYi pudiera decir algo, la señorita se fue con paso apresurado.

El local era bonito, tenía una estética de colores agradables a la vista y varias declaraciones pequeñas por todas partes. El toque de las mesas al aire libre, con una pequeña carpa cubriéndolo del sol, le gustó mucho, pues Lan JingYi tenía la temperatura elevada debido al brillante y caluroso sol que no deseaba entrar a un sitio sin mucha ventilación. 

—¿Usted es un cultivador?

Lan JingYi bajó la vista de un costado y observó a varios niños mirándolo.

—Así es. —Acomodó con orgullo su cinta.

—¡Queremos que observe una representación nuestra! —Dijo un niño con energía notable. —Por favor.

—Necesitamos la opinión de otra persona que no sea nuestros padres. —Cruzó de brazos un niño.

“¿Una representación?” Se preguntó Lan JingYi con curiosidad.

Los niños no pasaban de los diez años y parecían muy entusiasmados por la representación que harían frente a un cultivador. Lan JingYi no sabía quién sería quién en sus interpretaciones, pero mientras esperaba sentado sus alitas de pollo, ¿por qué no cumplir la petición de los pequeños niños y mantener sus sonrisa?

—Está bien, sorpréndanme.

—Bien. Vamos a nuestras posiciones.

Todos se fueron a los costados, tres en casa lado. Un niño tenía una pequeña carreta, lo que a Lan JingYi lo confundió un poco. El primero en pararse en el medio fue un niño con  una pequeña capa detrás y una cinta de color negro en su cintura, representando el color característico de su secta.

—Yo soy el Líder Jefe y tengo una hija muy bonita.

Lan JingYi supo que en el bajo mundo de la cultivación había también un líder jefe superior a los demás. Aún no lo ha llegado a conocer, pero escuchó que es una persona muy cordial y muy respetada por su grupo. Llegó a tener reuniones con el líder del mundo alto de la cultivación algunas veces, pero solo discutían cosas políticas y sin mucha importancia que llegaban a nada.

Identidades al descubierto [Zhuiling]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora