Capítulo 10: Reencuentro

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—A-Ling, ¿cómo estás? ¿Adolorido?

—¿Por qué siempre preguntas esas cosas? —Dice en un susurro.

—Porque siempre quiero saber si me excedí. —Jin Ling volvió a sonrojarse por décima vez en la noche. —Sabes que no quisiera lastimarte jamás, ni siquiera por mis propios deseos.

—Entonces como siempre te diré que no lo haces. Nunca lo haces porque me gusta que seas así. —Respondió con sinceridad. Luego de eso depositó un beso sobre la mejilla de su esposo. —A-Yuan, eres realmente dulce.

Lan Sizhui sonrió mientras ayudaba a quitar los cabellos pegados, por el sudor, del rostro a Jin Ling. Los ojos lentamente se le cerraban por el cansancio de todo el momento anterior de pura acción, y después de unos intercambios de palabras entre los esposos, siendo más palabras lindas avergonzando a Jin Ling, Lan Sizhui cayó dormido en el pecho de su esposo.

—El cansado debería ser yo. —Piensa Jin Ling en voz alta y otra vez besó la frente de Lan Sizhui. —Descansa, Sizhui. Te amo mucho.

Cambiando de posición, Jin Ling se acurrucó en el pecho de Lan Sizhui y también cerró los ojos para tratar de dormir.

Al día siguiente, el primero en levantarse fue Lan Sizhui a su hora de siempre.  Jin Ling dormía aún, disfrutando de su nuevo horario de sueño por las vacaciones que se había dado con su esposo. Lan Sizhui bajó a traer la bañera, y en su caminar no pudo evitar pensar en Ouyang Zizhen y su estadía en el mismo lugar que ellos. Por fortuna había puesto un hechizo silenciador antes de empujar a su esposo contra una pared cercana a la habitación.

Dejó soltar un suspiro y siguió con su recorrido. Justo cuando iba a ingresar a la habitación, escuchó como la puerta de una habitación se abría con un poco de fuerza. A penas vio la figura acercarse, Lan Sizhui sabía que era Ouyang Zizhen, por lo que ingresó rápidamente a su propia habitación.

Cuando dejó todo a su lugar, esperó que Ouyang Zizhen volviera a su habitación para seguir trayendo un poco de agua.

No se había percatado en ningún momento de los movimientos extraños de Jin Ling en su cama. Lan Sizhui dejó todo en su lugar y cuando se dio cuenta, corrió hasta la cama y sacudió a Jin Ling.

—A-Ling, A-Ling, despierta, despierta. Estás teniendo una pesadilla.

Jin Ling se levantó de golpe, sentándose en la cama con la respiración agitada. Lan Sizhui rápidamente tomó las manos de Jin Ling y lo miró con preocupación.

—Sizhui, Sizhui.

—Aquí estoy, aquí estoy. —Dijo con voz suave.

—Abrázame fuerte, Sizhui.

—Está bien. —Lo enredó en sus brazos con delicadeza y acarició los cabellos sueltos de Jin Ling.

—Abrázame más. —La voy demandante de su esposo le daba un poco de ternura.

—Lo hago.

La respiración agitada fue regularizándose poco a poco. Jin Ling dejó de apretar las telas de la espalda de Lan Sizhui y puso su cabeza a descansar en hombro ajeno. Al notar eso, Lan Sizhui supo que ya había pasado lo peor y que era un buen momento para preguntarle lo que había pasado en aquel sueño, o al menos intentar sacar ese tema de conversación.

—A-Ling, ¿qué soñaste?

—...Tonterías.

—No son tonterías. —Suspiró. Lan Sizhui conocía tan bien a Jin Ling que sabía que no hablaría después de esto. —Está bien, puedes quedártelo. Pero recuerda que tu esposo está aquí para ayudarte en todo, ¿de acuerdo?

Identidades al descubierto [Zhuiling]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora