—¿Eres tú el encargado de los castigos a los prisioneros?
La voz de un joven hombre se escuchó casi a las cercanías de una celda en especial. A la persona a quien iba dirigidas esas palabras asintió casi con una gota de sudor recorriendo su rostro.
—Me encargaré yo mismo de seguir con el castigo.
La voz resonó por el lugar que Lan Sizhui no pudo evitar escuchar.
Lan Sizhui apenas pudo levantar su cabeza. Tirado en el suelo, soltó un quejido de dolor y trató de mirar a todos lados para ver si había algún rastro de su adorado esposo; pero todo lo contrario, el Jin yacía desmayado en otra celda con sangre a su alrededor. Sus pupilas se dilataron al ver a la persona que amaba tal y como alguna vez lo atormentó en sus sueños. Verlo de esa manera le rompió el corazón y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos sin poder callar su llanto.
Eso no pasó desapercibido por Jin Chan, quien sonrió dándose cuenta del sufrimiento del Lan. No era por el dolor que ha sentido al revivir las cicatrices que dejaron alguna vez en el pasado como recordatorio de su delito, si no por ver al que era su esposo completamente herido, tirado en el suelo frente a él sin decir ninguna palabra.
—¿Te duele ver a Jin Ling de ese modo? —Jin Chan se aproximó a Jin Ling. Lan Sizhui gruñó del enojo, quería lanzarse al primo de su esposo solo para matarlo con sus propias manos; pero no podía por más que su deseo fuera intenso—. ¿No quieres verlo más de cerca?
—N-No te...no te atrevas...
Grave error. Jin Chan se puso de cuclillas y tomó una buena cantidad del cabello de Jin Ling para luego alzarlo sin medir su fuerza. Lan Sizhui pudo ver el rostro del menor con mayor claridad, lo sucio y ensangrentado que se encontraba. Con el labio roto y varios golpes en su rostro. Fue suficiente, rompió en llanto mientras gritaba el nombre de Jin Ling con la intención de despertarlo.
Jin Chan se preguntó de dónde venía toda esa fuerza del Lan. Odiaba que la gente gritara, lo aturdía demasiado. Soltó a Jin Ling y se levantó. Tomó el látigo que el hombre a su lado le dio y de un solo movimiento golpeó con toda su fuerza la espalda del Lan haciéndolo gemir del dolor y caer al suelo. El propósito inicial de callarlo se dio, Jin Chan no volvió a escuchar ningún grito o llanto que pudiera aturdirlo.
—Lider de secta, ellos no durarán más de cinco horas de ese modo —informó el hombre mientras miraba el estado deplorable de los prisioneros—. ¿Qué es lo que desea hacer?
—Llévalos a la recamara de salud. Haz que atiendan sus heridas.
Fue una sorpresa enorme para el hombre, quien miró a su líder con sorpresa. No era nadie para negarse a una petición de él; pero no lograba entender la razón de esa decisión.
—Pero...
—No podemos matarlos por más que querramos. —Finalmente dijo. Soltó un suspiro y miró a Lan Sizhui—. Sé que estás ansioso; pero eso pondría en más problemas a LanLing Jin. Hay un traidor entre nosotros. Fue y avisó a la secta Lan que Lan Sizhui y Jin Ling están en LanLing Jin bajo nuestra supervisión. Pronto Hanguang-Jun y el Patriarca YiLing vendrán y nos harán un problema si encuentran a esos dos de ese modo.
—¿Dentro de cuánto usted aproxima? Líder
El hombre preguntó, un poco nervioso ante la mención de los esposos. Miró de reojo a los prisioneros, ninguno de los dos provocaba algún ruido. Si fueran cualquier persona, ya los habrían considerado muertos hace rato.
—Solo es cuestión de horas. Ahora llama a los del área de salud. Los quiero limpios, vendados y acostados lejos en cada habitación en solo dos horas.
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Identidades al descubierto [Zhuiling]
FanficAmbos, al tomar la decisión de escaparse juntos, no pensaron en ningún momento las posibles consecuencias que traería. Más que nada fue porque ninguno de los dos volverían a sus vidas anteriores, ni querían. Sin embargo, después de una discusión con...