7.

102 10 0
                                    

Capitulo 7-.

A los minutos, interrumpiendo ese momento, vi a Ariana acercándose a nosotros con desesperación. Me tomó de los hombros y extrañada, preguntó:

-¿Qué ocurre?

Otra vez el llanto me invadió. De más estaba decir que me hallaba en un momento de vulnerabilidad.

-Luego te digo-balbuceé barriéndome las lágrimas.

-Mejor me voy-espetó Lauren. Besé su mejilla y la abracé.

Delicadamente, me susurró al oído: Recuerda lo que te he dicho.
Hice un sonido como de afirmación y se fue saludando fríamente a mi amiga.

-Te dije que no hablaras con ella-comenzó el sermón.

-Déjala en paz. Déjame en paz a mí también-exclamé-No tengo dos años como para decirme lo que tengo que hacer.

-Dime qué ocurrió, por qué llorabas, qué hacía ella aquí-cuestionó.

El miedo me heló las venas. No sabía qué hacer o decir. Como había esperado, se dio cuenta casi al instante que pasaba.

-¿Luis?-exclamó repentinamente.

Asentí y otra vez percibí esa sensación de que las lágrimas se agolpasen en mis mejillas, pero preferí tragármelas.

-No sé qué hacer Ariana-dije seria-¿Y si te hace algo? ¿O a los chicos? ¿Qué hay de Lauren? Es muy despiadada cuando quiere y si les pasa algo por mi culpa jamás me lo perdonaría.

-Descuida Camila-dijo mirándome directo a los ojos-Yo te cuidaré.

Ariana era un sol cuando se lo proponía. Es mi mejor amiga y mi protectora desde que tengo conciencia y uso de razón. No podía pedir una mejor amiga que él.

_______________________

-Tengo que deshacerme de esa puta-dije golpeando mi mano contra el tronco el árbol donde siempre nos juntábamos la pandilla y yo.

-Descuida Luis-me tranquilizó Joey-Sé que muy pronto Cabello desaparecerá.

-Lo sé-espeté enojado-Pero necesito terminar unos asuntitos con ella antes de matarla-dije jugueteando con la navaja entre mis manos.

-Creo que mejor debemos deshacernos de una de sus amigas-acotó Mason-Podría ser una buena advertencia para esas inútiles.

Lo pensé claramente y me dije a mí mismo... No es una mala idea, pero, ¿quién será el desafortunado? ¿Hamlinton? ¿Hansen? ¿Brooke? ¿O quizás, Grande?

-Querido Mason-comencé-Por fin una buena idea.

Tengo que empezar a planear todo. Pero aún no sé quién será el que se gane un pase gratis al más allá.

______________________________

La tarde entera estuve pensando en lo ocurrido con Luis. Tengo mucho miedo. Es horrible vivir con que tal vez le haga algo a mis amigos o a mi familia. Él es capaz de cualquier cosa, estoy segura de eso.

Cuando llegué a casa, me encerré en mi cuarto. Me quité la camiseta y me quedé unos minutos observando la gran cicatriz en mi espalda. Aún bastante rosada e hinchada y ocupa casi la totalidad de esa zona. Desde que la tengo, es un peso en mi vida. Es como la cruz que cargo y aún no puedo quitármela; es lo que me impide ser segura de mí misma.

Oí la puerta y rápidamente antes de responder, me puse una camiseta. Abrí y ahí estaba Stephanie.

-Hola Steph-dije en un tono nervioso.

-¿Me ayudas con la tarea a álgebra?-me preguntó haciendo ojitos.

Sinceramente, no podía decirle que no. Fui con ella a la sala y le estuve ayudando con su tarea hasta antes de la cena.

Como todos los días, casi nunca hablábamos. La confianza con mi madre se había roto, y no nos dirigíamos ni la palabra. Lo único que oímos en toda la cena fue cuando mamá le preguntó a mi hermanita como le había ido en su día.

-¿Y a tí como te fue hija?-dijo mi madre de la nada. Dejé los cubiertos a un lado de mi plato y la miré levantando una ceja-. Repito, ¿como te fue hoy, cariño?

-¿Cariño?-cuestioné indignada-¿Me dices que soy una vergüenza para tí y luego me dices "cariño"?

-No hagas escándalo Camila-ordenó mi madre.

-No es escándalo-exclamé-Es sólo la verdad. Si solo supieras lo que pasa por mi cabeza, no me tratarías así.

-Hija, estoy tratando de arreglar las cosas contigo. Lo único que haces es alejar a las personas.

-No me psicoanalices-protesté-No soy ninguno de tus pacientes. Tú me alejaste de tí desde lo que pasó con ese imbécil que me arruinó la vida.

Me paré de mi asiento antes de que pueda decir algo, y subí a mi habitación. Cerré la puerta de un portazo y empecé a golpear la pared casi lastimándome los nudillos.
No puedo creer que solo una persona hizo que todo a mi alrededor, todo lo que construí se derrumbó.

----------------

Al día siguiente, Ariana debía faltar a la escuela porque debía ir al médico. Genial, estaré sola.
Terminé de vestirme y decoré mi largo cabello ahora teñido de rosa con una bandana negra. Agarré un abrigo y mi mochila, y bajé a desayunar.

Mamá leía el periódico y bebía sorbos en su taza de café cuando llegué a la mesa; Stephanie comía unos hotcakes; y yo me senté a comer el desayuno que ya estaba hecho y servido en mi lugar de la mesa familiar. Tostados de jamón y queso, zumo de mandarina y un bagel cortado al medio con mantequilla. Comí con desgano y, al terminar, me decidí a irme con mi hermanita a la escuela.

Cuando llevé a Steph a la escuela, antes de irse me frenó.

-Te quiero hermanita-besó mi mejilla y lo mismo hice yo.

-Yo igual, chiquita-.

Cuando estaba en la puerta de la escuela, me despidió con un ademán que respondí mientras arrancaba el auto hacia mi destino.

Mientras caminaba con mi mochila al hombro y las manos en mi bolsillo que ni con guantes parecían aguantar el crudo invierno que envolvía la ciudad. En las escaleras, pude ver a Lauren sentanda con sus auriculares puestos. Era tan hermosa. Me gustaba, y mucho.

Me puse frente a ella y al verme, desplegó una sonrisa.

-Hola Camz-dijo quitándose los auriculares de los oídos-Lindo cambio.

-Gracias-dije mientras me tocaba el cabello.

El timbre tocó y nos dimos cuenta que aún no estábamos dentro. Tomé su mano y corrimos.

Rápidamente, dejamos nuestras cosas en los casilleros y fuimos a nuestra primera clase -que compartíamos, de casualidad-. Claro que nos regañaron por llegar tarde.

Nos sentamos en los pupitres y nos reímos en voz baja. Nunca me había sentido así en mi vida. Ella puso la mirada al frente y yo me quedé observándola. ¿Cómo una persona puede hacerme cambiar de un día para el otro?

La clase era muy aburrida. La profesora sólo tomaba café, como si nadie estuviese presente, dándonos libertad de hacer lo que quisiéramos.

Me encontraba hablando con Lauren cuando esa duda surgió nuevamente en mi cabeza. ¿Tendrá atracción por personas de su mismo género? Esa pregunta me comía el cerebro, así que junté muchas fuerzas y me animé:

-Lauren, puedo hacerte una pregunta?

-Claro que sí, Camz.

-Tu sabes que, bueno, mi orientación sexual... -No me dejó terminar mi oración cuando dijo algo que me sorprendió.

-Lo sé, eres bisexual. De eso quería hablarte hace un tiempo.

La sombra. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora