Saqué las llaves de la puerta de casa y la puse en la cerradura.
Le di dos vueltas y giré el picarporte.
Al entrar, dejé mis llaves en la mesa junto a espejo y la puerta. Me desabroché el tapado y cuando estaba por dejarlo en el sofá, vi a mi madre sentada en la mesa del living.
-¿Dónde estabas?-cuestionó-. No vuelves desde la escuela. Son las doce de la noche Rosalie-dijo levantando un poco la voz-¿Estuviste con esa chica Ariana?
-Bueno, sí...
-Lo sabía-me interrumpió-¿Por qué me desobedeces?
-Cállate mamá-grité ya sintiendo las lágrimas agolparse en mis ojos-Sí, estaba con ella pero... pero porque... Ally murió mamá. Tuve que ir a hablar con su familia y fuimos al hospital y...-unas lágrimas fugaces cayeron con rapidez por mis mejillas-. Si solo supieras lo que se siente perder a una amiga, lo entenderías.
Con enojo y frustración, subí las escaleras y me encerré en mi cuarto. Me era imposible no sentir culpa en ese momento, lloraba incontrolablemente y no podía quitar esa escena de mi cabeza.
Dinah cargando a Ally en sus brazos, como todos sufrían, incluyéndome.
Además de todo lo que sentía, se sumó el odio. Luis fue quien apretó el gatillo, no lo dudo. No entiendo por qué ella, por qué Ally. Se hubiese deshecho de mí y listo, todos los problemas de los demás arreglados.
No iba a permitir que se saliera con la suya; si no fuera por mi cobardía, lo enfrentaría y lo mataría casi tan cruelmente como intentó matarme a mí y como lo logró con mi amiga.
¿Qué cosas dices, Camila Cabello? No vas a arruinarte la vida volviéndote como él: en una loca asesina desalmada. Nunca seré como él. Nunca en la vida.
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Al día siguiente, decidí no ir a la escuela. Mi alma estaba de luto y no tenía ni la menor intención de ir. Seguí durmiendo, pero mi teléfono me interrumpió.
Al verlo, era un mensaje de Lauren diciendo: "Camz, ¿por qué no viniste? ¿Acaso te has quedado dormida?"
Al leerlo, sonreí y le respondí: "No exactamente, no estoy de humor para la escuela"
Presioné enviar y esperé su respuesta. A los dos minutos, recibí un mensaje, pero no era de Lauren, si no de Ariana.
"¿Vendrás al funeral? ¿O estás en la escuela?"
Ok, ese mensaje me impactó muchísimo. Había olvidado que hoy era el entierro. No podía ir, no tenía las agallas para hacerlo.
Decidí responder un: "No asistí a la escuela. No me siento bien".
Con dificultad, presioné el botón y lo envié. Dios, ¿por qué soy así? Ser tan egoísta y no ir a despedirme de una de mis mejores amigas en la vida.
Luego de unos minutos, recibí otro mensaje: "Si no quieres venir no hay problema, Camila. Estás es tu derecho, no me molesta. Cuídate y te quiero. Ariana"
Cuando recibí ese último, decidí no responder. Estaba cansada y con mis ojos hinchados. Sí, tonta y débil.
Seguí durmiendo un rato hasta las once de la mañana que me levanté. La casa estaba vacía. Solo se oían mis pasos bajando la escalera y la correntada que se hacía paso en los pequeños surcos que quedaban abiertos de las ventanas. Tomé un vaso de zumo de naranja y me senté en el sofá a ver televisión.
No había nada interesante por lo que terminé haciendo zapping para después apagarla. Miré la hora y supuse que a esta hora ya podría ir al cementerio. Subí de nuevo a mi habitación y busqué algo para ponerme. Al final, opté por unos jeans normales color negro, una camiseta blanca con una inscripción en rojo y negro, mis fieles borcegos, y por encima, un tapado negro. Me calcé mi gorro y unos guantes y me fui hacia el cementerio.
Al llegar, traté de buscar donde podría estar. Pero no me costó mucho, ya que al ver a Dinah y Ariana sentadas frente a una lápida, pude darme cuenta.
Puse mis manos en sus hombros y al darse vuelta, me dedicaron una pequeña sonrisa. Me hicieron un espacio entre ellos y me senté.
Miré la lápida y leí el epitafio:
Ally Brooke Hernandez. 7 de julio de 1993 - 12 de diciembre de 2014.
Sinah se despidió de nosotras, ya que desde anoche que no estaba en su casa. La saludé con un beso en la mejilla y un abrazo y se retiró. Solo quedamos mi mejor amiga y yo. Puse mi cabeza sobre su hombro y ninguna especuló una palabra. No quise decir nada tampoco, ya que me di cuenta que Ariana no dejaba de llorar porque su respiración se oía dificultosa.
Puse mi mano rodeando su espalda tratando de tranquilizarla. Ahora más que nunca, sentía sed de venganza.
Nadie le hace esto a mis amigos; Luis Felipe Santos no merece perdón de nada.
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n/a: algunos me preguntaron quién es luis felipe, y quería aclarar que es un ex de lauren, de hace algunos años.
espero que les esté gustando. cuando escribí esta fic tenía capítulos muy cortos, por lo que ahora cuando la reescribí junté varios y bueno, se hizo más corta. faltan capítulos, pero no tantos :( saludos y espero que estén bien!!!! gracias por los votos, la fic ya llegó a las mil leídas <3
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