15.

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A la mañana siguiente, escondí mis cosas y me oculté debajo de la cama para que mi madre no me despierte. No quería ir a la escuela, solo por hoy. Estaba muy traumada como para al menos salir. Oí la puerta de mi cuarto abrirse y traté de no hacer ruido. 

—Camila—dijo mi madre buscándome—Seguro se fue antes—dijo esta vez acongojada. Sus pasos resonaron en el piso de madera de mi habitación y la puerta se cerró nuevamente. 

Me quedé allí debajo de la cama hasta que mi madre y Steph se fueron. Aunque tenía el auto en la cochera, sabían que me gustaba ir caminando o con Ari, que me llevaba en moto.

Salí de allí y me senté sobre mi tendida cama. Presioné mis rodillas contra mi torso y puse mi mentón sobre ellas. No sabía qué hacer ahora, tenía que contárselo a alguien para no odiarme el resto de mi vida. Lauren... no podía, si le decía que mi ex novio me violó, no creo que me crea. Ariana... si le decía sabía que querría matarlo y tal vez no tenga la misma suerte que la última vez. A mi madre y Steph, menos que menos. Solo quedan Dinah y Normani. Ellas son muy buenas dando consejos y siempre me escuchan cuando lo necesito. 

Normani no solía estar despierta a estas horas, y Dinah está en la escuela, así que le dejé un mensaje a esta última para que me llamase lo antes posible.

Pasé la mañana como una ermitaña. Mis labios no probaron ni una migaja y tampoco una gota de agua. A eso de las once de la mañana, me levanté y quise tomar una ducha para relajarme un poco. El agua recorría mi cuerpo disipando las contracturas de mis músculos. Cuando salí, me envolví el cuerpo con una toalla y apenas sequé mi corto cabello. 

Me miré al espejo y noté en mis brazos los moretones, y casi en un segundo, volví a transportarme a esta madrugada de hoy. Sentí escalofríos en mi espina. Sacudí mi cabeza y me quité eso de la mente. Fui a mi habitación y me cambié. Ropa interior, unas calzas térmicas, camiseta negra y un buzo púrpura que me quedaba enorme.

Al terminar de arreglarme, bajé a la cocina y comí algo sencillo. Un tazón de cereal y leche bastante repleto. Cuando dejé lo que había utilizado en el fregadero, oí mi teléfono sonar. La pantalla se iluminó y rezaba Dinah. Sin dudarlo, atendí.

—¿Qué ocurrió Mila?—preguntó preocupada apenas puse mi celular en la oreja.

—Necesito hablar contigo, China—dije con la voz apagada.

—En veinte minutos ahí me tienes—.

—Pero, ¿no tienes clases?—cuestioné confundida.

—Sé que algo te pasa y tengo el presentimiento que es algo que debo saber—respondió con convicción. Torcí mi boca un poco y me resigné. Dinah siempre fue muy obstinada, así que no podía contradecirle.

Corté la comunicación y seguí haciendo lo mío hasta que Dinah llegara. A la media hora, oí el timbre de mi casa resonar fuertemente. Apurada, tomé las llaves y pregunté quién se hallaba fuera.

—Soy Dinah, Mila—respondió su voz. Abrí el cerrojo y apenas noté que estaba parada en el umbral de mi casa la abracé fuertemente. Sobó mi espalda tratando de calmarme sin aún saber qué me ocurría.

Lo hice pasar y ambas nos sentamos al lado del otro en el sofá del living. La miré directo a sus ojos color marrón y me dispuse a contarle todo, pero sin lujo de detalles. Durante el relato, no pude contenerme y rompí en llanto. Me costaba demasiado el no recordar la escena. Como dormía mis brazos con fuerza y cuando realmente me violó. 

Antes de abrazarla, noté en su rostro mucha rabia. Me hundí en su hombro dejando una pequeña mancha de lágrimas.

Al separarnos, limpié mi rostro con las mangas de mi buzo.

—Tienes que denunciarlo—me aconsejó—. Mejor hazlo, si no, lo mataré—agregó enojada.

—No, no puedo hacer nada Dinah —sentencié—. Nadie me cree. Nunca me creerán; Luis es muy tramposo y puede decir que fue consensuado y se los hará creer.

—No debes dejarte llevar por lo que él diga—.

No había nada que pudiera hacer. En realidad, sabía que si lo denunciaba, le haría algo a los chicos o a Lauren, y no puedo permitir eso. No puedo darme el lujo de que alguien más salga herida por mi culpa.

Ahora que lo recordaba, Lauren. No había hablado con ella en casi dos días y realmente la extrañaba. No sé lo que ella causó en mi, pero me sentía tan bien, tan protegida.


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⏰ Última actualización: Aug 19, 2015 ⏰

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La sombra. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora