REBELDE (YK-Omegaverse)

II

Había encontrado una manada en su territorio sin ningún tipo de aviso o permiso. Por las leyes establecidas del consejo, si esto llegaba a ocurrir, la manada dueña de las tierras invadidas era libre de ejecutar a los lobos externos si es que así lo quisieran. 

Claro ejemplo con el alfa gris que yacía muerto en el musgo, que anteriormente el omega correteaba.

« ¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí? »

Una voz clara y masculina se había escuchado como un susurro lejano dentro de su mente. No era secreto que lobos ajenos a la manda pudieran hablar telepáticamente con otros cambiaformas pero se necesitaba de una gran concentración por parte de ambos para poder comunicarse, ya que no había ningún tipo de conexión entre ellos en cuestión.

«Me pude haber salvado sin tu ayuda». Había dicho el omega con desdén dentro de su cabeza.

Centrándose en lo que le iba a contestar, escuchó varios aullidos a la distancia. Muy posiblemente era la manada del omega. Lo querían localizar.

Sin perder tiempo, el joven lobo echó la cabeza hacia atrás soltando un potente aullido en respuesta al llamado anterior.

El ambiente se puso tenso. Yoongi no tenía miedo de luchar y mucho menos su manada, pero tomando en cuenta cuán cansados y débiles se encontraban todos, era probable que no aguantaría un nuevo enfrentamiento.

Ambos se mantenían la mirada fija sin despegar. Realmente no sabía qué pensaba el omega y tampoco podía descifrar ninguna emoción que le delatara lo que pasaba por su cabeza peluda.

Lo que pareció haber sido una eternidad había terminado con unos ruidos provenientes del noroeste del bosque. Los demás lobos habían llegado.

Tan solo ahí despegaron los ojos el uno del otro. El omega se miraba ido, manteniendo una conversación telepática entre sus propios miembros.

Cuando finalmente solo unos metros separaban una manada de otra, solo se oían un sinfín de gruñidos bajos de advertencia. Tanto alfas como omegas se juntaron con el lobo rojizo. Se miraban listos para atacar pero aun así se mantenían quietos escuchando lo que el omega les decía.

Con fuertes miradas suspicaces por parte de las manadas, el omega los sorprendió de nuevo al escucharse en la mente de todos un simple; 

Sígannos.

Yoongi le miró extrañado pero una ola de confianza hacia el omega le hizo dar una mirada a su propia manada para que le siguieran a él mientras este seguía al omega.

Los lobos que acompañaban al misterioso omega se miraban indispuestos a dejar que un grupo de forasteros regresaran con ellos, pero acataron la orden con respeto y sin quejas.

Todos juntos emprendiendo camino, los cambia-formas encabezados por el omega de vez en vez miraban a los invasores para asegurarse que les seguían los pasos y para estar atentos a cualquier signo de ataque que pudiera haber.

No se dijo ninguna palabra más en todo lo que duró la caminata, lo cual Yoongi agradeció porque aunque quisiera hablar, todavía estaba procesando todo lo ocurrido, desde aquel omega que lo tenía embelesado hasta a lo que iba a decir una vez que llegaran a su destino.

Pararon una vez que llegaron a una pradera en medio del bosque, la cual estaba llena de casitas de leña con cambiaformas curiosos afuera de ellas, tratando de ver quiénes eran los nuevos invitados.

El claramente alfa de la manda caminaba hacia ellos en su forma humana. Era ya un adulto mayor pero no por eso se miraba menos poderoso.

—Será mejor que se transformen y me expliquen qué está ocurriendo aquí. — con un tono de confusión la voz del líder Alfa se dirigió a los recién llegados.