IV

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Jungkook muy a regañadientes se giró para ver a las personas frente a él. Trató de mostrar su mejor ánimo pero seguía demasiado aturdido, su corazón inquieto.

Luchó con todas sus fuerzas para pensar en cosas desagradables para que su erección pudiese bajar pues sería demasiado vergonzoso si se corría como deseaba en ese momento.

—Por favor, síganme.

Jungkook caminó delante de ellos y los dirigió rápidamente al lago, indicándoles que podían lavarse y refrescarse cuanto quisieran. Miró algo divertido el cómo los cachorros corrieron felices a tirarse de lleno al agua, salpicándose entre sí.

Estaba tan sumido en ello que no se percató de la presencia a su lado hasta que esta se puso enfrente, obstaculizando la vista, él intentó sonreírle, quería ser amable pues su metedura de pata casi hace que todo se fuera a la mierda y con ello que el guapo Alfa de esa manada se fuera lejos. 

Pero se sorprendió cuando notó que la omega frente a él lo miraba con desdén. Él sabía que era totalmente su culpa, por lo que no se tomó personal aquella acción... eso hasta que la omega habló.

—Te lo diré sólo esta vez, no te hagas ilusiones tontas en esa cabecita hueca tuya. Así que deja de ver a mi Alfa tan depravadamente. Ten en cuenta que cualquier pequeña palabra que yo le diga hará que nos vayamos tan rápido de aquí cómo hemos llegado. Sé un verdadero Omega y comportate como tal y no un urgido caprichoso que, de todas formas, no lograrás nada aunque lo intentaras.

Jungkook ni siquiera pudo procesar del todo las palabras cuando la omega ya se dirigía a su grupo para limpiarse como el resto lo hacía. Cuando todo giró y se acomodó en su mente, una ola de malestar se asentó en su estómago.

Se obligó a hacer caso omiso a aquellas palabras y esperó paciente a que todos terminaran de lavarse para encaminarlos de regreso a la aldea donde todos ayudaban a preparar un espacio amplio y cómodo para comer fuera.

Unas mesas apiladas juntas y otras no tan lejos se acomodaron a modo que todos pudiesen convivir. De los Alfas líderes no se veía rastro pero al estar juntos nadie se preocupaba pues esperaban entre ellos solucionaran cualquier inconveniente de ambas manadas para estar en armonía.

Cuando todo estuvo ordenado y servido, la madre de Jungkook ayudó a todos a acomodarse. Distribuídos todos entre grupos dispersos pero aún así, manteniendo a ambas manadas juntas, esto con el fin de familiarizarse.

Los cachorros jugaban entre sí, los de la manada Aurora incitando a los otros a jugar con ellos pero una mirada de la omega a cargo y con sus cabezas bajas se negaban a unirse a los otros por más que querían hacerlo.

Jungkook estaba molesto.

Está bien que sean precavidos y está bien que estén molestos con él por su arrebato con su Alfa pero que no dejen a los niños hacer algo tan simple como relacionarse o jugar con los niños de su manada ya era ir demasiado lejos. Aún así, se mantuvo quieto y ayudando a acomodar todo.

Cuando todo estaba ya listo y cada quien en sus lugares, los Alfas líderes aparecieron, completamente vestidos, excepto Yoongi que solo llevaba un pantalón prestado.

Las palabras de la omega dichas en el lago resonaron en la cabeza de Jungkook pero resbalaron al ver el torso de Yoongi. Jungkook agradecía haberse ido a poner una calzoneta pues por más que tratara no podía evitar su erección alzada al ver a ese Alfa roba aliento.

Para mala suerte de Jungkook, estaba sentado frente a la omega que le veía seria pero al sentir a Yoongi cerca su expresión cambió por una completa y totalmente sumisa. Jungkook frunció el ceño, claramente viendo como esa omega aparentaba lo que no era.

REBELDE (YK-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora