III

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Sangre teñía sus recuerdos. 

Las armas de fuego eran disparadas sin cesar, cada tiro taladraba fuertemente en sus sensibles orejas. Casi podía sentirlos nuevamente retumbar en sus oídos. Pero las balas que lo alcanzaron a rozar no fue lo más doloroso que experimentó.

Fue la impotencia.

Aquella impotencia que parecía crecer cada vez más. Presenciar la muerte de sus padres junto a la mayoría de la manada lo habían dejado marcado. Su único deber era proteger a su gente y había fallado estrepitosamente. No se sentía digno de liderar, pero era lo menos que podía hacer por los lobos que lo seguían fielmente.

Sabía que el omega no tenía malas intenciones, pero eso no hizo que el comentario doliera menos pues lo que había dicho era verdad.

Era vergonzoso y sobre todo humillante.

JungKook le recordaba a él cuando era libre de cargas y tensiones... cuando era feliz. Al lindo omega le faltaba el filtro cerebro-boca. Hasta podría asegurar que eso lo había metido en muchos problemas. 

Era un omega rebelde al final de cuentas.

"Es interesante".  Habló una voz gutural y profunda desde lo más recóndito de su mente. "Me gusta... " la voz gruñó con deleite. "Nos gusta". Declaró con decisión y regodeo.

No tuvo tiempo de reaccionar a los arranques de su lobo interno por el alboroto que había afuera de su propia burbuja. Los regaños de la Luna Tae-Hee lo sacaron de sus profundos pensamientos.

No registraba sonidos, su mente seguía vagando pero podía ver con claridad la forma en que el omega cobrizo era reprendido. Se miraba culpable. No quería su culpa.

No de él.

—¡Eres un bárbaro! —exclamó la omega, afligida ante la actitud de su hijo menor.

Sabía cómo era su pequeño, pero no esperaba eso de él. Lo miró con reproche, esperando que sus modales hicieran acto de presencia y se disculpara con el debido respeto. No solo la fémina estaba disgustada con él, también su padre y hermano, sin mencionar a los demás licántropos que lo rodeaban.

—No solo has ofendido al alfa, sino a toda su manada. Es un tema del cual no deberías burlarte ni mucho menos tomarlo como forma de defenderte. Hablamos de la muerte de nuestra especie, no de forasteros salvajes. Discúlpate apropiadamente. —exigió el líder Dong-Wook con una mirada seria en sus oscuros ojos.

Jungkook no quería lastimar a nadie con su comentario, pero la idea fue tan fugaz que no tuvo tiempo de cerrar la boca y pensarlo mejor. Ahora se sentía terrible de sobremanera, pero él era el culpable y debía remediar su error.

—Mi más sentido pésame por lo ocurrido con su manada, lamento mucho sus pérdidas —. Expresó mientras miraba a cada lobo que tuviera resentimiento en la mirada— Mi intención nunca fue ofenderlos ni mucho menos. Me deje llevar por la ira y el arrebato del momento que no me puse a pensar en las consecuencias de mis palabras. De la forma más sincera, me disculpo ante ustedes.

Tomó una gran bocanada de aire para ver los ojos penetrantes que lo mantenían a él y a su omega inquieto. Inclinó su cuello de forma sutil y mantuvo su mirada baja; un acto de sumisión por su parte, para que los demás vieran que era veraz. Se recompuso y dirigió sus orbes al alfa de semblante estoico.

—Por favor, acepten nuestra propuesta. Véanlo como una forma de disculpa por lo que he dicho con anterioridad. Podrán descansar sin preocupaciones y nuestra hospitalidad les sentará bien. —lo habló todo sin despegar sus ojos de Yoongi. — Además, — agregó con rapidez y casi desesperación — hemos estado encontrando rastros de forasteros merodeando nuestro territorio y los de otros. Es algo que deben de tomar en cuenta, tienen varios miembros vulnerables que cuidar.

REBELDE (YK-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora