REBELDE (YK-Omegaverse)

Especial II

Kim Namjoon y Kim Seokjin se conocen desde que estaban en primaria. Básicamente eran los relegados de la escuela debido a que ambos se dejaban llevar por lo que les apasionaba.

Ambos eran unos soñadores empedernidos y cuando la existencia de hombres lobos comenzó a ser sonada en su región, ellos creían firmemente que si habían lobos enormes que podían transformarse en seres humanos como ellos, estos podían tener la capacidad de razonar, lo que los llevaba a la fiel creencia que eran tan normales como ellos mismos.

Dicen que las familias no siempre suelen llevarse bien, ellos eran primos y debido al distanciamiento de sus padres no se vieron hasta entrar a la escuela pero desde que se encontraron eran inseparables, incluso el día en que los padres de Seokjin se fueron de la ciudad. 

Seokjin se negó a irse con ellos y pidió dejarlo a cargo de los padres de Namjoon, aunque molestos, los padres accedieron pero en el viaje murieron producto de un accidente aéreo, quedando Seokjin legalmente a cargo de sus tíos.

La situación unió aún más a los primos Kim quienes con su inteligencia sobresalían todo el tiempo, sin importarles las críticas de los demás ni que los llamaran locos.

Es más, los padres de Namjoon les dieron todo lo que necesitaban para que llevaran sus creencias y experimentos ellos mismos sin que fueran molestados.

Así, un pequeño espacio cerca de la casa principal fue creado con el fin de que los chicos exploren por sí mismos su maravilloso conocimiento. Este consistía en una oficina que más parecía una biblioteca, lo que formaba una especie de habitación científica por la forma en cómo ordenaron el lugar en un solo espacio y separado de dos puertas; una el baño y otra la salida, donde justo a la par estaba una especie de sala-cocina, ahí podrían vivir sin problemas pero la madre de Namjoon se encargaba de sacarlos para que convivieran como la familia que eran en la casa principal.

Namjoon y Seokjin estaban encantados con toda la ayuda de sus padres, que no les importaba el hecho de que todos parecían señalarlos por su manera diferente de expresarse y actuar.

Ambos eran unos nerd de primera, ellos lo sabían, pero estaban tan satisfechos consigo mismos que no les importaba, es más, lo disfrutaban. Aún así, por más que dejaban que la gente hablara lo que quisieran, nunca se dejaron humillar.

Trabajaron duro para ser respetados aunque marginados de cierta forma. Entrenaron para ser fuertes; cosa que el padre de Namjoon les instruyó pues al ver la pasión de ambos chicos deseaba que pudieran hacer frente a cualquier cosa, así que se encargó de hacer que pudieran defenderse si algo pasaba.

El entrenamiento dio frutos. Ambos eran tan capaces de hacer tanto como de intimidar con sus cuerpos, eso alejaba a la gente de ellos pues su complexión cambió por completo.

En una de sus salidas al bosque —pues ambos se encargaban de hacer investigaciones de campo para probar que aquellos seres que tanto les fascinaba eran tan humanos como ellos— se sorprendieron al ver en cenizas a toda una aldea, en ese entonces ellos apenas tenían 19 años pero se encontraron lo que menos esperaban pero ansiaban para dar respuestas a todas sus incógnitas.

Revisaron todo el lugar que quedó en cenizas y aquello parecía ser reciente. Se preguntaban qué era lo que había sucedido pues incluso habían lobos carbonizados. En su expedición un chillido les sorprendió. Se miraron unos segundos para luego perseguir el gimoteo.

Sus corazones tronaban en sus pechos desbocados. No sabían lo que podían encontrar hasta que vieron a un enorme lobo desangrándose y lloriqueando, intentando alejarse de ellos cuando los vio.

—Tranquilo... tranquilo... no queremos hacerte daño, lo prometo —Namjoon se apresuró a hablar, tratando de suavizar su tono profundo de voz para calmar al animal.