REBELDE (YK-Omegaverse)

XIV

El deber de Yoongi; él lo tenía muy claro, aún siendo tan joven. 

Él amaba ser un niño cualquiera, ver a Hoseok y Taehyung jugar juntos, tenía algo regocijante pero darse cuenta de que disfrutaba más verlos para asegurarse que nada les pasara, lo hizo ser consciente de sí mismo.

En un principio creyó que ser líder era una obligación otorgada por su padre y esto le llevaría a renunciar ser él mismo, pero estaba equivocado pues amaba cuidar de otros, había algo dentro de él que le hacía disfrutar el hecho de vigilar a los suyos y a otros para asegurarse que estaban bien.

Saber que bajo su vista ellos podían disfrutar de todo y que él podía mantenerlos a salvo pero que estos lo supieran... no se comparaba con nada.

Su padre le enseñó, no solo a ser un líder, sino, a ser un Alfa líder más allá de cualquier capacidad existente. Yoongi sabía de su poder pues este era mayor al de su padre y su capacidad de liderazgo se anteponía a cualquier otra cosa.

Yoongi amaba a su manada, amaba cuidar de ellos, en lo que a él respecta, estos le pertenecían y él les pertenecía a ellos. Los guerreros estaban para hacer frente a todo y ser como un muro seguro para su misma gente pero Yoongi sabía que podía hacer frente a cualquier cosa por su cuenta.

Aún así, siendo consciente de sí mismo, él y su padre trabajaron muy duro para que ese poder permaneciera dormido hasta que fuera estrictamente necesario. Tras la muerte de sus padres Yoongi sabía que no podía matar de uno a esos humanos, no podía mostrar su fuerza por sobre los demás.

Amaba el respeto que se había ganado y quería tener una manada que lo siguiera conscientemente y no por temor.

Se enorgullecía por su fuerte autoconfianza y autocontrol pero, perderlo al ver a esos humanos cerca de los suyos era algo de esperarse, pues eran humanos como aquellos que mataron a su gente.

Los tomaron desprevenidos y su padre le obligó a sacar a todos de su aldea mientras hacía frente a todos los cazadores después de que, cruelmente, habían interceptado a su madre y matado al instante. Sabía que su padre podría solo pero eran demasiado.

Yoongi no podía hacer nada más que obedecer y así sacó a toda su manada que, por más que desearan luchar, no pudieron ignorar la orden de su Alfa directo, siendo guiados así por su hijo.

Todos, al ir corriendo lejos, sintieron el momento en que su Alfa perecía.

Yoongi ordenó que avanzaran solos y los alcanzaría y así terminó por regresar a su aldea y ver como a duras penas cuatro hombres apuñalaban al enorme lobos que les había hecho frente y matado a la mayoría.

Yoongi se encargó de ellos, sin importarle nada más que rescatar los cuerpos sin vida de sus padres y los gemelos, sus hermanos pqueños quienes a penas estaban descubriéndose así mismos.

Él sabe que mintió.

Su manada sabe que mintió.

Nadie más que sus padres y sus hermanos murieron, pues Hoseok y él se encargaron de sacarlos a todos sanos y salvo y fue así como se distanciaron por semanas.

Yoongi odiaba a los humanos, eso era claro, pero era un Alfa entrenado por su padre. Un líder entrenado por su padre y no estaba dispuesto a tirar las enseñanzas de su padre a la basura.

Aún así...

Yoongi sabía que iba a perder el control, así que se sorprendió cuando ese Omega rebelde se doblegó ante él y su lobo reaccionó a su acción. Lo había notado hace semanas.

Era tal como su padre le había dicho que se sentía con su madre.

Una pareja destinada.

Pero Yoongi sabía que su deber estaba por sobre cualquier cosa y tener una Luna era indispensable para su manada ahora guiada por él. Eventualmente, Yoongi sería líder pero aquello sucedió tan de golpe que la fuerza lo impactó y aunque a tratado de ser tan bueno como su padre, el poder lo ahoga.