VII

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Hoseok, muestrate ante tu Alfa.

Todo aquello no era nada en comparación a ver como el salvaje, con un chillido de dolor y angustia comenzaba a dar paso a piel humana y tras un largo proceso aparentemente doloroso, un joven se hallaba jadeando, tratando de recuperar el aliento después de dejar bruscamente su estado salvaje.

—Alfa... —la voz del humano le llamó, débil pero sumisa, indicando la satisfacción de obedecer el mando dado, inclinando su cabeza para mostrar sumisamente su cuello.

Yoongi miró con satisfacción al humano y este le sonrió agradecido.

Hablaremos después, ahora, por favor, ve con el resto de la manada.

Yoongi le habló a través de su enlace y al ver que este iba a decirle algo, le frenó.

Hablaremos después, Hoseok.

Hoseok no tuvo de otra que asentir y mostrar sumisión.

—Alfa Jeon... —Yoongi miró al hombre y cuando supo que tenía su completa atención dijo:— ¿Podría hacerme el favor de llevar a todos a su manada? Yo llegaré en unos minutos. Los demás que son de mi manada, por favor obedezcan al Alfa Jeon.

Pese a no ser una orden, sino que Yoongi estaba respetando su posición como el Alfa de esas tierras, su tono era grave pero el Alfa Jeon no se lo tomó personal pues entendía por lo que estaba pasando y aunque nadie más lo había notado, muy en contra de querer arrancar a su hijo de los brazos del Alfa Min, el Alfa Jeon asintió.

De manera autoritaria se dirigió a todos, logrando que incluso los humanos le siguieran y con una orden de Yoongi, Hoseok hizo lo mismo.

Una vez todos estaban lo suficientemente lejos, Yoongi bajó suavemente hasta sentarse en el rocoso suelo, llevando el cuerpo dócil del omega en sus brazos, acunandolo cual bebé mientras se deleitaba con su aroma.

Ahora entendía su ausencia pero estaba molesto porque si estuvo en celo, Yoongi podría haber...

Se frenó ante los pensamientos que cruzaban su mente sin control alguno. Pero era inevitable y mucho más viendo en el estado en que ahora se encontraba. Yoongi sabía que podía hacer con Jungkook cuanto deseara ya que era omega y él un Alfa, era obvio.

Nunca se perdonaría hacerle algo contra su voluntad.

Yoongi respetaba mucho a los omegas y aunque era clara la diferencia entre los que había visto a su alrededor al crecer con el que ahora estaba derretido literalmente en sus brazos, sus padres le enseñaron mejor que esto.

Se acomodó lo mejor que pudo, recostando más entre su pecho a ese hermoso omega y dedicándose a controlar a su lobo mientras expulsaba sus feromonas.

Jungkook estaba a su completa merced, tan dócil y su cuerpo dormido por las feromonas del Alfa. La voz de ningún Alfa nunca había destruído tanto su cerebro como cuando escuchó a Yoongi usar la suya, fue tanto el poder que se corrió entre sus cuerpos juntos, por esa razón fue que Yoongi hizo que todos se fueran. Sabía que una vez consciente, Jungkook se sentiría avergonzado por ello y quería evitarle un mal momento al omega a como dé lugar.

Jungkook ronroneó y si el omega estaba dormitando debido a las feromonas del Alfa, este último estaba con su pecho rebotando sin control al ver tanta hermosura junta.

En definitiva, ese omega era una perdición para cualquier Alfa y ese pensamiento lo llevó a gruñir pues su lobo no estaba feliz de pensar en otros Alfas viendo de manera lasciva a su omega.

Yoongi suspiró.

Esto no pintaba nada bien para nadie.

A pesar de saber que su deber estaba en otro lado, en ningún momento se apartó. Es más, acurrucó de mejor manera al omega contra su pecho, arrullandolo y deleitándose con los ronroneos llenos de placer y el bello rostro lleno de paz que tenía.

REBELDE (YK-Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora