Salmos 91:1-2.
El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;Mi Dios, en quien confiaré.
Estos versículos nos hablan de la protección de Dios, en medio del peligro.Dios no promete un mundo libre del peligro,pero si su ayuda cada vez que nos enfrentemos a una situación difícil y peligrosa.
Puede ir usted al medico una vez al mes,revisar su carro y tomar las medidas de seguridad en su vida cotidiana,pero eso no le garantiza su seguridad o protección en cada área de su vida. Por eso Dios nos invita a habitar bajo su cuidado,al encomendarnos a su protección y al darle nuestra devoción estamos seguros y viviremos una relación estrecha con nuestro Dios.
"El hombre o mujer de fe cuya morada es el Altísimo le conoce,le ama y confía en su Dios"
Es de suma importancia cambiar nuestro temor por la fe en Dios, para eso primero hay que verbalizar nuestra confianza,el verso dos dice : Dire yo, el salmista no solo piensa en la palabra, también la declara.
En el mismo verso, es de notar la palabra "mi" tres veces con sus variantes mía, mio.Este es un pronombre posesivo, osea indica que el salmista hace suya y cree sin dudar en la esperanza en Dios, que Dios sera su fortaleza como un castillo y termina diciendo MI DIOS EN QUIEN CONFIARE.
En la tribulación,angustia,enfermedad o dolor confía en Dios, Ora a Dios y el te fortalecerá mientras tu respuesta llega.
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Alimento para el Alma
EspiritualPalabra de vida diaria para nuestra vida cristiana,directamente del logos ,la palabra escrita de Dios ,para que haga Rhema en el corazón del creyente. La palabra de Dios nunca regresa vacía y hará lo que tenga que hacer.