Suzuki Makoto

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En la sala de computación, concentrada en pasar a limpio un trabajo que tuvo que hacer sola por la irresponsabilidad del compañero que le habían asignado. Cuando fuese momento de entregarlo, muy claramente se daría todo el crédito y lo acusaría de no haber hecho nada para que sus calificaciones subieran, de verdad le molestaba ese tipo de gente que prefería no asistir en vez de esforzarse un poquito.

— Ha~ tengo hambre — murmuró frunciendo sus cejas, escuchando avergonzaba el replicar de su estómago.

— Aquí llegó tu salvación~ — musitó una voz juguetona a sus espaldas, depositando sobre el escritorio una bolsita que compró especialmente para ella — uh~ — botó todo su aire de golpe por un fuerte puñetazo en su estómago.

— «Iqui lligui ti silvicin» mimimimimi... Vete a la mierda — murmuró con cierto desprecio, terminando de guardar sus cosas para retirarse por fin.

— Vaya~ hoy amanecimos más agresivas que de costumbre ¿No? — se interpuso en su camino, evitando que saliera del salón — ¿A qué se debe? —.

— ¿Cómo que a que se debe?... Te asignaron un trabajo conmigo y te apareces justo cuando lo terminé, si piensas que voy a colocar tu nombre como si hubieras colaborado, pues estas completamente equivocado... ¡Ahora quítate del maldito camino! — lo empujó fuertemente hacia un lado para abrirse paso, manteniendo todo el tiempo su rostro inexpresivo.

— Está bien, está bien~ pero al menos llévate lo que compré para ti, te escuché decir que tenias hambre — le ofreció de nuevo la bolsita — vamos~ no está envenenado ni nada por el estilo —.

— No tengo hambre, gracias — pero su cuerpo le jugó en contra, gruñendo el estómago, logrando que se sonrojara por la vergüenza.

— Jajajaja~ claro... Tómalo, en serio lo compré para ti... He notado que no comes bien en el almuerzo por estar estudiando, deberías darte un descanso —.

— No sólo te bastó con ser un irresponsable, sino que también eres un acosador — murmuró mientras lo miraba con desconfianza, alejando la bolsita de comida de su campo visual — yo me tengo que ir —.

— ¡Espera un momento! —.

— ¿Que? —.

— Ahh... ¿Estás libre esta tar- —.

— No, adiós — sin más, le dió la espalda y se fué a paso rápido.

— ¡(N)-san 179, Makoto 0! — exclamó Yamagishi saliendo detrás de un escritorio junto a sus demás amigos.

— Ya sabemos que te odia, pero nooo, tú sigues y sigues y sigues — empezó Akkun.

— Y sigues y sigues y sigues — culminó Takuya.

— Si... Ya entendí — rodó los ojos y se dejó caer en una de las sillas.

=•=•=

Tekemichi-senpai, ¿Le puede llegar esto a Tachibana-san? — preguntó con amabilidad, extendiendo unos papeles.

— ¡Oh! Claro, yo se lo doy... Ah... (N) ¿Puedo preguntar qué es? —.

— A Tachibana-san se le olvidó retirar sus calificaciones en el curso que hicieron no hace mucho sobre primeros auxilios, esos papeles — explicó con calma.

A Hanagaki se le hizo muy fácil entablar conversación con la chica dos años menor que él, la veía muy seguido porque Hina se la pasaba de arriba abajo con ella, por lo que también la consideraba una amiga.

Mientras el rubio teñido hablaba tranquilo, sus amigos lo miraban como si de un traidor se tratara.

Sobre todo Makoto, a quien el "Senpai" que la menor pronunció luego del nombre de su amigo, lo sintió con un balazo directo al corazón.

— Gracias, Takemichi-senpai — sus últimas palabras antes de hacer una reverencia a su mayor e irse hacia el comedor.

Hanagaki se devolvió como si nada hacia donde sus amigos se encontraban, notando la expresión dolida de Makoto y la mirada desaprobatoria de los demás.

— ¿Que pasa? — decidió preguntar, comenzando a ponerse nervioso.

— ¿Por qué no dijiste que la conocías? — habló Akkun.

— ¿A (N)? — los demás asintieron — ¿Por qué lo diría? —.

— ¡Aquí, aquí me quema, Takemichi! — exclamó Makoto, cayendo de rodillas al suelo mientras sujetaba dramáticamente su pecho.

— ... Sigo sin entender —.

— Ella es la chica que le gusta a Makoto — explicó Takuya.

— ¿Te gusto? —.

A todos, menos a Take porque este si notó su silenciosa llegada, se sobresaltaron y quedaron quietos como si de esa manera a ella se le olvidaría lo escuchado.

— Oye, Suzuki-san... Me gustaría que me lo dijeras de frente si es que acaso eso es verdad — se paró en frente del chico arrodillado.

Todos se alejaron un poco para darles espacio.

— Ah-... Yo-... No... ¡Si!... Ehh — su mirada penetrante lo ponía a temblar.

Ya no se veía tan valiente como cuando solía molestarla.

— Entonces si es así, no tengo nada más que hacer aquí — le dió la espalda y caminó va paso lento mientras sonreía maliciosa.

— ¡Si me gustas! — le gritó, verla marcharse le dió la valentía suficiente para declararse, también sabía que si dejaba pasar esa oportunidad nunca le diría sus sentimientos.

— Tú también me gustas — se volteó y sonrió.

— Espera- pensé que me odiabas — contestó confundido, levantándose del suelo.

— Técnicamente... Yo odio a todo el mundo así que no debes preocuparte — sacudió la mano restándole importancia — ¿Vienes? — le extendió los brazos para que se metiera en ellos, no espero que al abrazarla pudiera separar sus pies del suelo — se me olvida que eres más alto jajaja~ —.

— Jajaja~ enana —.

— Repite eso y te juro que- — la besó para callarla, logrando sonrojarla hasta las orejas.

— ¿Me juras qué? —.

— Makoto 1, (N)-san 192... Es un avance — agregó Yamagishi, mirando la escena junto a sus amigos.






Bye bye~

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