ONE SHOTS • Tokyo Revengers

Mitsuya Takashi

Eres hermosa.

Tu cabello no es llamativo pero amo verlo despeinado en las mañanas. No sé qué haría si un día dejase de escuchar tus cómicas quejas matutinas por no poder desenredar fácilmente el enmarañado nido de pájaro que se crea en tu cabeza, cómo sueles llamarlo.

Tus manos no son delicadas, sin embargo, tomarlas entre las mías y comparar tamaños se ha vuelto mi pasatiempo favorito desde que empezamos a salir. Su calor es reconfortante en gran cantidad, no lo cambiaría por nada.

Tu cuerpo no es perfecto. ¿Acaso alguien lo es?. Yo amo cada disparejo en tu anatomía, desde las estrías en tus caderas hasta la pequeña acumulación de grasa en tu abdomen, brazos y espalda que muchas veces es motivo de tu inseguridad.

Querida ¿Que hay de malo en tus ojeras?. Con o sin ellas, tu rostro es digno de admirar.

Tu dentadura no está completamente recta ni exageradamente blanca, pero me encanta verte cuándo sonríes. Siempre quedo hipnotizado por cómo tus ojos suelen achicarse.

Oh~ tus ojos... No son de un color inusual, son bastante comunes, eso es verdad... Pero tienen algo especial, tal vez un brillo singular que aún no he logrado descifrar. Hmm~ quizá un encantamiento que nunca me revelarás, por eso siempre que caigo en ellos no puedo ni hablar... Jaja~  incluso me vuelves un cursi poeta, no lo voy a negar.

¿Que hay de malo en el imperfecto de tu ser?, Es lo que me hizo caer rendido a tus pies, ¿Por qué lo quieres esconder?.

Cada lunar, mancha o cicatriz, puedo asegurarte que están en el correcto lugar donde se ven preciosas en ti.

Voy a dedicarle un pequeño fragmento de este texto a tu voz. Dulce y cálida, cómo tú; en ocasiones fuerte y con carácter, cómo tú; divertida y amigable, si, cómo lo eres tú... Si viviera mil años, mil años pido gozar del escuchar tu voz diciéndome un susurrado «te amo» antes de dormir.

Dejando lo físico a un lado quiero mencionar que me encanta estar presente en tus enojos, alegrías, tristezas y miedos. Calmando tu enojo, abrazando tu tristeza, manteniendo tu alegría y alejando tu miedo... Al igual que tú haces conmigo, la reciprocidad es lo más importante.

¿Sabes? Esto está bastante resumido, me gustaría decirte todo lo que amo de ti pero las palabras me faltarían, o tal vez las páginas... ¡O quizás deba crearte un libro entero! No lo sé, son demasiadas.

Dejarte claro cada día que vivo por y para ti, en el buen sentido de la frase, claro está.

— Taka~, deja de mirarme tan detenidamente, me pones nerviosa —.

— Jajaja~ lo siento, lo siento... Es que quiero decirte algo desde hace unos días y siento que es el momento adecuado, pero estoy tomando un poco de valor —.

— ¿Ah sí? ¿Y qué tan importante es ese algo para tenerte llamando a tu valor? —.

— ¿Quieres saberlo, amor? —.

— Si~ ya me consumió la curiosidad —.

— ... ¿Te quieres casar conmigo? —.

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Empezamos cortito y algo ¿Lindo?.

Bye bye~