40-. Cuidarse Así Mismos

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Estaba mirando la luna distante resplandeciendo brillantemente en el cielo en silencio

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Estaba mirando la luna distante resplandeciendo brillantemente en el cielo en silencio. Un halo de luz blanca la rodeaba, iluminando parcialmente el oscuro cielo carente de nubes. Acariciaba mecánicamente el suave estómago de Newt.

Estaban recostados en la gran cama del rubio, el último sobre su espalda, con un brazo debajo de su cabeza, y con el otro debajo de Thomas, permitiéndole frotar la espalda del chico con su mano libre. El último tenía su rostro apoyado sobre el pecho del mayor, con una de sus manos reposando tiernamente sobre su estómago. Escuchaba los lentos e irregulares latidos de Newt, completamente tranquilos, sin apartar su mirada de la luna con sus ojos ligeramente cansados. La gran estrella que resplandecía brillantemente a través de las persianas de la ventana abierta vertía una pálida luz azul en la parte superior de sus dos cuerpos desnudos que las sábanas no ocultaban.

Thomas estaba inmerso en sus pensamientos. Y las dulces caricias de Newt en su espalda lo acunaban tranquilamente. Se percató de que hacía más de una semana que no se había sentido tan bien. Había habido un agujero en su corazón que se había creado durante la muerte de Aris; un agujero que Newt finalmente había llenado. Últimamente, había necesitado más que nunca la presencia del rubio para sentirse mejor.

No ver a Newt le había dado una sensación peor que extrañarlo. Se había sentido peor, solo y gradualmente se había dejado llevar por un oscuro y distante mar. Apenas había vivido esos últimos días. Solo ahora se percataba de que no había podido controlar por completo todo lo que había hecho desde la noche de la tragedia. Había hablado muy poco, reaccionado a todo y nada tan poco que había sido como si él mismo habría muerto. El shock de la vista de Aris muriendo en frente de él, sin ser capaz de hacer nada, lo había conmocionado más de lo que había pensado.

Mientras trazaba algunos círculos deformes en la cintura de Newt, recordó que sus padres habían insistido, al menos al inicio de la semana, para que viera a un terapeuta, porque el shock probablemente era demasiado grande de manejar. Excepto si solo hablar con Newt podría ser suficiente para ayudarlo... porque aún no le agradaba mucho la idea de hablar con un extraño acerca de cosas que lo perturbaban. Y bueno de todas formas, tenía la evidencia real de que simplemente necesitaba al hombre que tanto amaba.

Solo había necesitado a Newt, sentir su presencia, su mirada en él, sus besos y caricias... Algunas horas más temprano, en el club, se había dejado llevar por completo. Ver al rubio en frente de él había causado una repentina y violenta reacción en su cuerpo. Repentinamente había olvidado todo; el lugar, el tiempo, las personas a su alrededor, la razón de su presencia allí... Todo. Es por eso que había sentido esa fuerte necesidad de poder y no solo dulce atención de Newt. Por un momento, fue como si hubiera hecho a un lado su cariño para dejar explotar su amor que se había materializado en una salvaje forma de necesidad. Por supuesto, no había llegado hasta el final en ese pasillo. Newt los había hecho subir a un taxi y habían sido capaces de dejar que su deseo hablara cuando lo escucharon una vez más allí en la habitación del rubio, ocultos de miradas ajenas.

Heaven And Hell (Newtmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora