Bien, les traigo una adaptación de la novela de Julie kanner [Besos Robados] las historias que resientemente tenía publicadas las he mandado a borradores asta que estén listas las volveré a subir a sí que disfruten de esta increíble historia adaptada al MewGulf.
Lo olvidaba, se estaran a siendo menciones que tal vez no le encuentren sentido al ir leyendo la lectura,pero por ejemplo en la sexualidad del personaje M es abiertamente bisexual y G es Gay para que no salgan confusiónes en este caso ya que es una adaptación "De una pareja Hetero a una pareja Homosexual" y fue algo mas difícil de lo común.
A si que disfruten la lectura y no olviden comentar o votar <3
___________________________________Morgan estaba sentada muy erguida a pesar de sus ochenta y seis años de edad. De frente a ella, Saint Coner, su amigo de toda la vida, removía su bebida, aparentemente tranquilo a pesar de estar en aquel bar de mala muerte, con sus clientes vestidos de cuero y tachuelas.
Había elegido el sitio porque las posibilidades de ser reconocidos en un bar de moteros a las afueras de Santa Ana, en California, eran prácticamente inexistentes. Y aunque estaban muy cerca de sus respectivos hogares, cerca de las playas del Condado de Orange, en California resultaba muy sencillo entrar en un mundo totalmente distinto al exterior con sólo cruzar una puerta. Desde luego, ninguna de las personas del círculo social de Morgan se acercaría a ese lugar, menos aún pondría el pie allí dentro.
Incluso Mateo, cuya vida había sido de lo más... colorida, no sería reconocido. Aquél era el sitio perfecto para reunirse.
Sin duda podían haber quedado en otro lugar, pero la naturaleza popular del bar donde estaban había sido un punto a su favor. Habían ido allí a tramar un plan y a Morgan le gustaba el toque dramático que aquel sito le daba a su reunión.
Dio otro sorbo de su ginebra con tónica y se agarró las manos.
-¿Entonces estamos de acuerdo?-dijo Morgan.
-Estoy aquí, ¿no?
A pesar de sus ochenta y cinco años, estaba tan guapo como siempre. Una vez, años atrás, Morgan había estado enamorada del conocido señor Coner. Siendo una ingenua en Hollywood, no había podido dar rienda suelta a sus deseos. Después de todo, eso había ocurrido antes de que la disponibilidad sexual de las artistas fuera un medio seguro de subir en el cine. En el presente se preguntaba qué se habría perdido al no corresponder al interés de Mateo. Siempre había contado con su amistad, por supuesto, pero había sido la pequeña Lara Lot, que Dios la tuviera en su gloria, la que había conocido los secretos del corazón de Mateo.
Morgan sacudió la cabeza. Qué más daba. No estaban allí para pensar en el pasado, sino en el futuro. En sus herederos y en sus familias. Los dos chicos iban a trancas y barrancas y pasaban los años sin que nadie cuidara de ellos aparte de un pequeño grupo de personas mayores. Y por mucho que lisa quisiera vivir eternamente, sabía que eso era una cosa que sus millones no podrían hacer por ella.
Y por eso precisamente Morgan y Mateo se las habían ingeniado, para dar con el modo de juntar a sus nietos y Morgan estaba totalmente segura de que el plan funcionaría.
Sacó un paquete de su bolso sin mediar palabra. Había envuelto el estuche que contenía la joya en pap de estraza y lo había atado con un cordel. Así nadie averiguaría que el contenido valía más de medio millón de dólares.
Cuando él aceptó el paquete, Morgan se fijó en el brillo de sus ojos. Por un momento se preguntó si volvería a ver el collar, pero inmediatamente desechó ese pensamiento. Tal vez fuera tonta, tal vez ingenua, pero confiaba en Mateo.
Él se guardó el paquete en el bolsillo de la americana.
-No es que no me guste una buena trama, Morgan, pero igual sería conveniente simplemente presentar a los chicos.
Ella rechazó su sugerencia con un gesto de la mano. Años atrás, tal vez ellos habían sido lo bastante tontos como para ocultar su amistad; pero era otra época y Lara lot, la esposa de Mateo, no había aceptado que siguieran con ese afecto. Por eso mismo no era ése el mejor momento para revelar su larga amistad, particularmente teniendo en cuenta que la ignorancia de sus nietos en ese tema podría actuar en favor suyo. Y aunque no se atrevería a reconocerlo delante de Mateo,era mucho más divertido de esa manera.
-Le he presentado tantas chicas a Mew que ya he perdido la cuenta -dijo finalmente Morgan No. Él se olería algo si se nos ocurriera hacerlo así. Creo que hemos dado con la solución perfecta. Conseguiremos que se enamoren el uno del otro sin ni siquiera darse cuenta de lo que les está pasando. Un guión perfecto.
¿Otro Oscar de la Academia para tu repisa?
Ella esbozó una sonrisa perfecta.
-Nunca he ganado un Oscar a la mejor dirección.
-Bueno, tal vez éste sea tu año su sonrisa se desvaneció y arrugó el entrecejo - Y Sara está dispuesta a participar en esta charada?
-No te sorprendas tanto. Tenemos nuestras diferencias, claro está, pero cuando se trata de Mew estamos de acuerdo. El chico necesita sentar la cabeza - le dio unas palmadas en la mano-. No te preocupes, Mateo Ya vamos por la mitad del primer episodio y todo va sobre ruedas. Mew piensa que le he robado a mi hermano una reliquia de familia. Y conozco a mi nieto y sé que va a hacer todo lo posible para enderezar mi error. Y como mañana vendrá a mi fiesta, estoy segura de que será el momento adecuado para hacerlo. Todo encaja de maravilla; ahora sólo queda que interpretes bien tu papel.
-Soy un ladrón, no un actor.
-Tonterías. Fuiste el más talentoso y apuesto de los actores de reparto que honró la gran pantalla.
Él frunció el ceño y la miró con vacilación.
-No te atrevas a amilanarte ahora, Mateo Coner. Hemos trazado un plan perfecto; nada podrá ir mal.
Por un momento él no reaccionó. Entonces asintió con firmeza y sacó un billete de veinte dólares del bolsillo para pagar las bebidas.
- Espero que tengas razón. No puedo evitar pensar que le he fallado a Gulf.
-Tonterías. Tú lo has criado, has cuidado bien de el...
-Le he enseñado una profesión.
Morgan se puso tensa.
-Lo que él joven eligió como profesión tuvo poco que ver contigo. Lo importante es que ahora desea ser respetable y que tú lo estés apoyando con todo el entusiasmo del mundo.
Morgan se puso de pie y él hizo lo mismo; entonces la ayudó a ponerse una cazadora ligera que la abrigaría de la fresca brisa marina.
-Aun así -empezó a decirle él mientras ella lo agarraba del brazo, me sorprende que mi nieto Gulf te parezca adecuado para tu nieto. Quiero decir, dadas las circunstancias.
Al oír eso, Morgan se acercó un poco más a él y lo agarró del brazo con más fuerza. Entonces, precisamente en el momento más oportuno, ladeó la cabeza levemente, lo miró a los ojos y esbozó la más sensual y delicada de las sonrisas.
-Por supuesto que no tengo objeción alguna -dijo Morgan-. Sería una hipócrita si así fuera.
Mateo la miró a la cara y finalmente sonrió. Y en ese momento Morgan supo que él había visto la traza de deseo asomando a su semblante, tal y como ella había querido. Después de todo, tenía dos Óscares y tres Emmys en la repisa de la chimenea de su casa. De haber querido ocultar sus emociones, era más que capaz de ello.
Pero en ese momento, en el ocaso de su vida y dado que los dos jugaban con el destino... Bueno, no era el mejor momento de actuar como una tímida violeta. No; aquella situación requería un papel mucho más desenfadado. Y ése era el papel para el que Morgan había nacido.
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B⃤E⃤S⃤O⃤S⃤ R⃤O⃤B⃤A⃤D⃤O⃤S⃤
RandomSólo un ladron podía robarle el corazón... Gulf Coner era el tipico ladron de guante blanco que intentaba retomar el buen camino. ¿Quién iba a pensar que la noche en la que trataba de devolver unas joyas acabaría atrapado en los brazos del guapísimo...