11 descenso

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Esos ojos azules eran lo más bonito que podía existir en el mundo, y ella lo sabía, sabía que compararse con ese rubio de mejillas rosas sería matarse sola, o eso creía en el poco amor que se tenia.
Lo podía ver como algunos estudiantes salían, y ella solo debía esperar frente de la universidad, y viendo a Jimin solo le extrañaba que no estuviera con su mejor amigo, con su hijo.

Ella caminaba hacia el, hacía el chico más hermoso que alguna ves hubieran visto sus ojos, y mientras más se acercaba más odio le tenía, más rencor, ese chico era talentoso, joven, y con sueños, cosa que ella ya había perdido hace mucho, y las palabras se le juntaban con el veneno de su lengua.

-Hola Señora Catrina  -Hablo el chico dedicando una cálida mirada a la mujer que estaba delante suyo.

-Hola Jimin, venía a buscar a mí hijo -Ella miraba cada movimiento del chico, como evaluando lo que el hacía, mirando cada rasgo de el chico, de pies a cabeza.

Jimin pudo sentir esos nervios, no porque esa fuera la mujer se su pareja, si no porque ella lo miraba con un poco de asco, o eso era lo que el sentía, se sentía evaluado.

-El todavía está cursando, sale en una hora y media -Esbozo el chico mientras sonreía -Si me disculpa me voy a retirar -El chico con toda educación se estuvo por retirar cuando ella lo tomo del brazo.

-Deja de mirarlo con esos ojos -La mujer estaba apretando con sus uñas al muchacho, no sabía lo que decia, pero el presentimiento a veces no se equivoca.

Jimin dejo salir una mirada que expresaba no entender nada, esperando que la mujer le aclarara algunas dudas que tenia con respecto a la situación que estaban viviendo ellos dos en ese momento.

-Señora lo siento pero no la entiendo, y me está lastimando -Jimin empezaba a sentir como su brazo se adormecía por la fuerza ejercida por aquella mujer.

-Se como miras a mí marido, espero que dejes de ser un niñito estúpido, y empieces a pensar que el es un hombre casado y con un hijo -Dijo la mujer con mucha modestia, esperando intimidar al rubio, esperando que este al menos soltara algo que le dijera que era el amante de su marido, no lo sabía, no entendía nada, ella no sabía que estaba haciendo, pero de nuevo, intuición.

Jimin la miró con los ojos hechos un plato, sorprendió ante las palabras dichas por la mujer, esa que aun queria armar pelea por un hombre que la estaba dejando, por no sentirse amada, o por simplemente estar desquiciada.

-Señora, por favor, le pido que me suelte  -Dijo Jimin mientras trataba se soltar el agarre de la mujer, sin ser bruto ya que sabía que el era un hombre, y ella una mujer.

-Estamos felizmente casados, el nunca me dejara, tenemos un hijo, llevamos más de 20 años casado, así que te pido que te alejes de el, tu mejor amigo es mí hijo, deja de ser una puta zorra por favor -Habló la mujer calmada, pero con una vena en la frente -El me ama, nunca me dejaría por ti -La mujer estaba que fulminaba al pobre chico con solo su mirada, esperando intimidarlo, esperando que este llorara por su perdón.

-Señora, nose de que me está hablando, y si, Jin es mi mejor amigo, y por eso se que el divorcio de el señor Jeon y usted será pronto, así que deje de tratar de jugar a la familia feliz -Jimin miro a la ex mujer de su pareja, sonrió de esa manera tan tierna -Y por favor suélteme, nose de que habla -La mujer lo miro con odio, algo en ella le decía que ese niño era responsable de su pronta separación con Jungkook.

-El se está divorciando de mi porque encontró una puta de amante, y creo que el único que le puede dar eso eres tu, o ¿Me dirás que no lo amas? -La mujer no era tonta, había visto como Jimin miraba a su futuro ex esposo, y sabía que esté sentía algo por el, pero no tenía ninguna confirmación, y la queria, la necesitaba con todo su alma.

Locura escondida kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora