4 ¿esto es vida??

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22 de agosto, 2022.

El gato negro pasaba por su ventana, ese que ni el sabía cómo se colaba en su ventana, pero sabía que se metía por qué el la abría, amaba verlo, entrando por que el frío de la noche le calaba los huesos, y prefería ocultarse de ella en los cálidos y acogedores brazos de Jimin, pero al mismo tiempo dejaba al gato entrar, porque este podia recordarle a ese rubio que aún estaba vivo.

Cómo hubiera amado ver a Jungkook al menos una ves en ese mes de tempestad para el, cómo hubiera amado tenerlo cerca para que le dijera que todo estaba bien, ya que lo añoraba demasiado, extrañaba las palabras de ese adulto, así como su sola presencia.

Fue el primero en saber por boca de Jin que este se  mudaría finalmente a un departamento solo para el, dejando atrás la vida en familia, ese sería el final ya no veía nunca más a Jeon Jungkook, y eso era extrañamente ruin para su mente que empezaba a similar lo que había pasado entre ellos.

La culpa lo carcomía, no había dicho nada, había hecho nada pasaba delante de mejor amigo, como si nunca se hubiera rendido ante los encantos de Jeon, ante esos ojos color miel.

Jimin sabía que algo había pasado en la casa de su amigo, porque la mudanza y búsqueda de un departamento había sido repentino, pero su amigo no le soltaba palabra, como si tuviera razones muy escalofriante, el sabía mucho de esa familia, pero al mismo tiempo sentía que no sabía nada.

Jimin pensaba en esas cosas, porque de cierto modo el quería escapar de todo, ya que sabia que no le esperaba nada bueno cuando su madre llegará, y mientras se hundía en los pensamientos podia sentir como el pequeño gato le lamia toda la cara haciéndolo sonreír de ternura.

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Jungkook miraba como Jin tomaba esa maleta que había olvidado hace dos semanas cuando se mudo, su hijo había sido muy fuerte para vivir todo lo que ocurrió en esa casa, desde los gritos, hasta los comentarios hirientes que le brindaba aquella que era su madre, y el era muy cobarde para salir del infierno que lo acechaba, o simplemente no quería sentirse culpable por la muerte de una loca psicópata.

Jin vio a su padre parado delante de la puerta, y sabiendo que ese sería el último momento en su casa, corrió a abrazarlo, amaba a su padre, y amaba vivir con el, pero sabía que Jungkook solo se sentiría peor si el se quedaba en esa casa junto a su madre.

Catrina solo se había quejado en todo momento, así que había decidido no despedir apropiadamente a su hijo, y solo fingió indiferencia hacía el momento que se estaba viviendo a un lado de ella, asi que solo se encamino hacía su cuarto, no queria ver a su hijo, ni a su esposo.

-Amaría que vinieras conmigo -Dijo entre lágrimas el hijo del de ojos miel.

Jungkook tocó la cara de su hijo, y delineando el bello rostro de Jin, ese niño, ya era un adulto, uno que significaba mucho para el, la razon por la que solía levantarse todos los días temprano de ese sofa.

-No puedo, no en esta vida Jin, sabés que tu mamá es capas de todo si esto termina acá -Jungkook sonrió mientras tomaba las manos de su hijo -Vete, se feliz, sabes perfectamente que yo estaré apoyándote, con amor, y de manera económica -Dijo eso último haciendo reír a Jin.

-Eres el mejor papá del mundo, siempre te diré lo mismo, necesitas encontrar a alguien que te haga feliz, tanto como para tener las agallas para dejar a mamá, y que ella haga lo que quiera con su tan amarga vida -Jin miraba como el viejo hombre sonreía, y negaba con la cabeza.

El hijo de Jeon dejaba salir lagrimas, una tras otra, como tambien se podia apreciar, como líquidos salían por su nariz, esos que salen cuando uno llora demasiado.

Locura escondida kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora