¡El desarrollo de un Amor inesperado! (KNB)

Capítulo 3: ¿Ángel Guardián ?

No sabía cómo llegó siquiera a entablar conversación con dos chicos. Kirie era muy cerrada en sí misma y distante, estando por la mitad de su primer año en la universidad apenas había conseguido la amistad de una chica y un chico y a quienes apenas ella hablaba bien, puesto que no sentía la suficiente confianza con los demás con quienes hablaba poco o nada. Pero eso sí , se mostraba siempre condescendiente con todos, capaz ese era el motivo por el cual terminó involucrada en la vida de Aomine...

Era Lunes por la tarde, ella salía de sus clases para encontrarse con Kuroko Tetsuya y Momoi Satsuki quienes Kirie deducía eran los mejores amigos de ese moreno, y quienes preocupados iban a ayudarlo para que no deje lo único importante para él en este su penúltimo año de Colegio: El basquetball

Kirie Ono se llamaba ella, por lo que Kuroko Tetsuya se dirigía respetuosamente a Kirie como Ono-kun..

-Ono- kun, llegas puntual- le dijo sonriendo al verla acercándose.

-Si..solo queda a esperar a Momoi- soltó algo nerviosa por la sonrisa del muchacho.

-¡Holaaa! - Dijo una voz gritando desde lejos. Era Momoi que iba corriendo.
...

-Vamos a casa de Aomine-kun- dijo Kuroko.

-Espero que convencerlo sea fácil- Dijo Momoi en un tono esperanzador

-Y que no resulte ser imposible- Añadió Kirie mordiéndose el labio inferior.

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La casa de Aomine era muy espaciosa y de muchas habitaciones. Ella podría fácilmente perderse en esa casa. No entendía la razón del porque una sola persona viviría allí.

Pero a pesar de todo ¿qué rayos hacía Kirie en la casa de un desconocido? Apenas había intercambiado pocas palabras con él, ni siquiera era amiga suya, y dudaba mucho que él la dejará ayudarlo. Pero su preocupación por lo demás, la instó a hecharle una mano, o al menos intentarlo.

¿Que tan buena podría ser Kirie?

De hecho, ese su actuar hizo que estallara en llanto ese día que conoció a Aomine, puesto que el trabajo de investigación grupal se lo cargó ella, por pedido de sus compañeros. Era muy asertiva e incapaz de decir no a nada. Esa era Kirie, ademas de ser detallista y perfeccionista con lo que hacía. Pero extrañamente no lo era tanto con su aspecto personal. El cabello azabache que tenía estaba casi siempre despeinado, pero aún así era dueña de hermosos ojos violetas y una piel tan pálida que hacia resaltar estas últimas.

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Se encontraban todos reunidos en la sala del moreno.

- Ya veo Tetsu..- suspiro Aomine- Lo que sugieres tiene sentido, me siento mal al no poder jugar, el basquet es mi droga, y en estos momentos me encuentro como en periódo de abstinencia y eso me esta volviendo loco. Ya van dos semanas sin poder jugar.. -Lo dijo sonriendo tristemente.

¿Él realmente amaba tanto el basquetball? Kirie, gustaba de este deporte pero no tanto como para no vivir sin él, pero lo veía en sus ojos.. a Aomine lo llenaba de vida y felicidad poder jugar... Dirigiéndose a él entonces dijo:

- Si me permites seré yo tu tutora, trataré de sacarme el tiempo, para enseñarte. Así lograremos que te incluyan en el equipo.

- Jaja ¿De verdad que no estás acosándome ? - Dijo el muchacho, ante el asombro de los otros presentes- Te apareces cuando las cosas me salen mal, y ahora estas aquí para darme una solución? , ¿Te crees mi ángel guardián? - él era muy hostil. Bueno decirle ¿acosadora? Y luego ¿Ángel guardián? Eso es lo que pasaba al querer ayudar a un desconocido como Aomine...

Kirie no tenía palabras, sabía que su actitud tan voluble y colaboradora le traería problemas, y su vida sí que estaba llena de ellas.. Tomo aire y finalmente dijo:

-Y..Yo solo trato de ayudar...no es que me gustes ni nada- lo dijo despacio, tratando de buscar las palabras correctas- sólo trato de devolverte el favor. Además lo puedo ver: amas mucho ese deporte, es así como disfrutas tu vida ya sabes..jugando basquetball.

Aomine se quedó callado analizando a aquella muchachita, pensaba que era tonta y llorona, más llorona que tonta, pero... Ayudarlo a él ¿porque? A menos que sea una Santa que ayude a todos sin importar qué, o ¿era realmente su ángel Guardián?

-Acepto, espero que me ayudes "maestra"- dijo con una sonrisa algo frívola, extendiendo su brazo y dándole la mano en señal de acuerdo

-... Ok - solo dijo Kirie, al mismo tiempo que estrechaba la mano del moreno.