03

318 35 1
                                    

Primera Discusión

—Aidan —la adormilada voz de ____ se escuchó al abrir la puerta de nuestra habitación. Las velas seguían encendidas y ella dormía sobre el pequeño sillón. La noche era fría y la ventana aún seguía abierta.

Me regañe y me enoje conmigo mismo por haber dejado tanto tiempo sola a mi esposa, encontrarla así me hizo sentirme la peor persona.

Si bien nosotros no asistíamos a bailes en el pueblo, era una regla que si o si se tenia que respetar, pero yo la había roto y de la peor manera, yendo con otra persona en lugar de ir con mi esposa. Era demasiado tarde para arrepentirme.

Lo que pensé que era una sola taza de café terminó en una gran y amena platica sobre la vida de Bella, una mujer con raíces alemanas. Después de aquello fuimos invitados por los vecinos a ir al pequeño pueblo donde todos comenzaron a murmurar las cosas, era obvio que todos me conocieran.

Ese sentimiento de protección seguía en mi después de ver a Bella, pues según me contó se había mudado a Francia por la culpa de su padre que la quería obligar a casarse con un viejo por unas cuantas monedas, y no tuvo otra escapatoria más que huir.

Nada comparado con _____, ella se sabía defenderse a si misma y defender lo que pensaba sin la necesidad de tener que huir. Y eso las hacía diferentes, mientras _____ puede luchar por lo que piensa, las personas como Bella sufren de lo que un hombre les manda y ordena debido a su gran ignorancia.

—Ve a la cama, cariño —dije y bese su frente.

—Tú también deberías de venir, es muy tarde —hablaba claramente mientras me miraba desde la cama—. Debes descansar, en estos días no hemos dormido bien.

Me sonrió y corrió hacia mi para dar un pequeño beso en mis labios, quería más y ella lo sabía. La tomé de la cintura y la pegue a mi.

—¿Hueles a café? —dijo riendo—. Exquisito.

Me jalo con ella a la cama mientras nos seguíamos besando. Sus movimientos eran seguros de si mismos y los míos eran suaves. Cuando dejó mi torso desnudo pude sentir como sus manos acariciaban mis hombros y yo quitaba con desesperación todo lo que llevaba, pero lo disimulaba mientras besaba lentamente su cuello.

Ese olor a café con el que estuve invadido durante horas desapareció para rodearme uno que olía demasiado a rosas. Su cabello olía delicioso.

—Te amo —soltó mientras terminábamos el beso.

—Yo te amo más —respondí.

[•••]

Ambos estábamos desayunando mientras escuchábamos a Harry nuevamente nervioso por como manejaría el reino después de que nos hayamos ido. Dustin aviso que iría a pasear.

—Te irá bien —dijo mi esposa besando la frente de mi cuñado.

—Tal vez te quemen, pero no creo que m... —recibí un golpe de parte de _____ acompañado de su fuerte risa.

A mi mente llegó el regalo que le tenía a _____ en nuestra habitación. La tomé de cintura y la jale hasta llevarla frente a nuestra habitación. Por suerte ya habíamos terminado de desayunar.

—Te tengo una sorpresa —dije y le tape los ojos diciendo que los mantuviera cerrados.

—Ya la quiero ver —soltó.

Cuando entramos puse el vestido de una manera que se viera encantador.

—Ya.

The Shadow of Love // ​​Aidan Gallagher © ¹ Y ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora