The Shadow of Love // ​​Aidan Gallagher © ¹ Y ²

05

El Lago de los Sueños

—¿Se siente bien? —pregunto el guardia.

Era uno de los nuevos. Podía notarlo por su expresión, era nerviosa y angustiada. Era una dematica, pero negué con la cabeza. Me dolía el pecho por reprimir el llanto. Sentía como empezaba a tener pequeños espasmos en el pecho.

—Si —dije sintiendo mis piernas flaquear perdiendo un poco el equilibrio, el camino era escabroso y con mi piernas temblando era como ir caminando en una cuerda.

—No parece estar bien —dijo y luego frunció el ceño tratando de analizar mis ojos —. La llevaré a un lugar más abierto.

Nos dirigimos al bosque. Miraba a los lados buscando algún indicio de que alguna persona nos vieran. No quería volver al castillo y andar vagando por el pueblo va a levantar las sospechas de algo.

El guardia era un poco más mayor que yo, más alto que Aidan, un poco más fuerte y un perfil digno de un retrato, sus ojos cafés se centraban en el camino.

No lo había visto.

—¿Adónde iremos? —dije tragando el nudo de la garganta.

—Al lago.

Sonreí débilmente. Ahí vivían mis mejores recuerdos de infancia.

En silencio y mientras el hombre de nombre misterioso me guiaba con una suave voz hacia el lago que era el lugar de pequeños romances inocentes y llantos. Un lugar que brindaba una confianza inigualable y una tranquilidad que te hacía olvidar lo que detrás de esos árboles había.

El agua brillaba con el sol y mis manos cayeron a lado de mis caderas mientras apreciaba el lugar con una sonrisa genuina.

—¿Puedo preguntarle algo?

Mire al hombre y asentí.

—¿Qué la tiene tan afligida?

Los segundos pasaron y mi mente volvió a la casa de la mujer bonita.

—Durante toda mi corta vida tuve miedo al compromiso y a lo que esto conlleva, el dejar mi casa y lo que podía haber en un futuro me aterraba. No quería contraer matrimonio, me sentía, siento capaz de gobernar por mi misma —hice una pequeña pausa —. Un día llegó el hombre de mis sueños y yo lo rechacé, pero con el tiempo y con su gran insistencia pude aceptar que lo amaba y que tal vez no era tan malo tener a un acompañante en mi vida.

«Después de que me case las cosas iban de maravilla, mi matrimonio iba mejorando y con ello vino una tormenta hace unos días y me di cuenta que mi esposo no era del todo feliz conmigo, y luego hoy lo vi con aquella joven, se veía tan feliz que me rompió el corazón. Él solo quería cumplir su rol de esposo».

Él hombre me miraba apretando los labios. Estaba mal confesarme con él, pero no tenía amigas, o bueno las pocas que tenía eran demasiado comunicativas. No tenía a nadie y Harry junto a Dustin me dirían: "No entiendo a las personas normales".

Tomo aire y me sonrió.

—Si mi disculpa y con todo respeto, es estúpido lo que su esposo hizo —soltó, yo estaba llorando y él decía eso —. No me malinterprete, pero son pocas las mujeres que se sienten protegidas consigo mismas, es increíble ver y escuchar a una mujer que tenga sus opiniones, que pelé por lo que cree y por su opinión.

Se acercó a mi y me dio su sonrisa que parecía ser tan sincera. Los hombres no son sinceros, pero decidí creer en su sonrisa.

—¿Puedo abrazarlo? —pregunte y con una pequeña risa asintió.