Complemento 1° [Minjeong | Terminada]

CAPÍTULO 11

Inseguridades dentro de nuestro corazón que nos abruman. Dolor dentro de nuestra persona. Miedos que suelen echar para atrás todo nuestro grandioso progreso, en el cual pusimos fe, en algo que habíamos hechado tanto esfuerzo. Algo que íbamos a cuidar para tratar de sonreír todos los días de nuestra existencia.

Sin embargo, tratar de detener esta sensación de incomodidad es como tratar de tocar el cielo con una mano. Nos caemos, nos volvemos a caer.

De ver el sol con los ojos por más de un minuto, nos cegamos ante los nervios.

¿Por qué las personas tenemos que ser así?

Quiero ser más que eso.

Quiero ser fuerte para poder amarte mejor.

Para ser mejor.

[...]

Prov. Jeongin

¿Qué pasa con todos? ¿Acaso esperan formar un lío con todas sus decisiones?

Niego al pensar eso y me quedo observando a quien parece un perro regañado. Sé que no está en sus cabales, o eso espero, pero no quiero creer que la persona que he llamado amigo toda la vida, haga este tipo de cosas.

Pensé que quería una sola persona en su vida.

Tenerla para siempre al lado.

Que lo ame sólo a él.

¿Por qué siquiera esperé que lo cumpliera?

- ¡Hyunjin no puedes ir donde Seungmin, te lo prohíbo! ¡Rayos Hyun, tienes una cita con Felix! No le puedes hacer esto, él es como un rayo de sol, no puedes dañarlo

Menciono con las manos apretadas.

Lo único que opto es por apegarme hacia atrás al pecho de mi novio. Es irreal decirle así, y en otro caso me alegraría, pero el sólo pensar que uno de mis amigos va a sufrir por culpa de quién pensé que era uno de los mejores chicos que he conocido, ahora sólo quiero...

¡Voy a pegarle! Necesito pegarle.

Hyunjin: Pero tampoco puedo ir y decepcionar a Seungmin -menciona sonando algo tranquilo, lo más que puede y que hace que yo eleve uno de mis puños con un 'tsk, ¡ya!' por mi parte- es que deberías haberlo visto. Él me dió un regalo con esos ojos de cachorro, y Lix... él no se enojará, lo sé, mi gatito siempre es muy comprensible

Sonó convencido, algo que me molestó aún más, haciéndome fruncir mi ceño, antes de sentir como detrás mío alguien apegaba su barbilla en mi cuello, sobando mi cintura para tratar de relajar mi cuerpo lo más que podía lograr. Porque sólo él lo lograba, sino yo ya estaría vomitando de lo asqueroso que suena el dañar a alguien de esa manera.

Minho: Cariño. -llamó besando mi puño.

Sino fuese por él, estoy seguro que los dientes de Hyunnie no estarían ahí brillando con intensidad.