Complemento 1° [Minjeong | Terminada]

CAPÍTULO 23

Reiniciando un amor desde cero.

No soy capaz de dejarte ir, enséñame a amarte y no olvidarte.

¿Puedes ver mi amor? ¿Puedes ver mi corazón?

[...]

Prov. Jeongin

Cuando abro los ojos, no puedo moverme como quiero, sin embargo, lo que me sorprende es ver a alguien en la esquina de dónde me encuentro, totalmente dormido. Se ve tan adorable, pero a la vez tan destrozado.

¿Minho? ¿Eres tú?

Me pregunto. Pero, ¿qué hace aquí?

¿Estuvo cuidándome toda la noche?

¿Dónde estoy? ¿por qué-

— ¡Ack! —entonces exclamo cuando siento el filo de algunas agujas incrustadas sobre mi piel, en mis manos. 

Sin embargo, es ahí que los ojos de aquel chico que me cuidaba se abren y me observan en silencio, antes de acercarse preocupado a tomar mi mano, la cual sangraba ya un poco por el jalón que había realizado.

Me había dañado.

Más cuando me toma con su delicado tacto, los recuerdos de la última vez vuelven a mí de golpe, haciendo que trate de alejarme, pero éste toma mi mano aún más fuerte, sin dañarme, y hace que nuestros rostros queden tan juntos en aquel segundo.

Minho: No te hagas daño, no lo hagas —menciona con miedo, haciéndome volver a la realidad, sintiendo mi mente colisionar.

Y es aquel segundo, que puedo volver a ver en silencio aquel rostro que nunca dejé de amar ni aunque estuve dormido, aunque pude cegarme, y mi corazón duele ante cada escena que pasa por mis ojos, porque sé que es culpa mía, el estar en el lugar en el que estamos, estando tan lejos y a la vez, tan cerca del otro.

Verlo tal diferente, verlo sufriendo en silencio.

Soy un egoísta, me digo.

Por lo que me quedo en silencio cuando logro observarlo, cuando el miedo vuelve y sus ojos solo me ven a mí una vez más.

Se ve tan diferente, entonces pienso.

Sus ojos, su boca, esas ojeras, ese color en sus labios. No es igual a la persona que recuerdo en mis pensamientos. 

¿Qué he hecho? ¿Por qué lo hice? 

Trago saliva y elevo una de mis manos sueltas por el mayor, colocándose en sus cabellos, sobre su nuca antes de abrazarme con fuerza de él, escondiendo mi rostro en su cuello.

¿Es esto a causa de nuestro rompimiento?

— Hyung —menciono.

Entonces este muerde sus labios en medio de mi cuello, tratando de contener aquellas lágrimas que siento al poder detectar su suave y cortada respiración en mi piel.