Días después, por la tarde. El aula del profesor Seungri, Escritura Creativa Avanzada.
Lisa se apresuró a meter sus cosas en la mochila y no se dio cuenta de que el profesor Seungri le estaba hablando.
El profesor no había hablado con Lisa desde la última vez que le entregó su borrador. Lisa estaba muy preocupada porque él no había hecho ningún comentario sobre su borrador. Por eso tenía prisa, porque pensaba que no le parecía suficientemente bueno.
"Me di cuenta de que cambiaste el tono de tu historia", dijo el profesor Seungri, cerrando la laptop que tenía delante. "Me gustó esa parte. Es imprevisible. Da ese impacto único a los lectores que solo a unos pocos les llega a importar..."
La tailandesa se preguntó si tendría algo que ver con lo que sentía hacia Jennie.
Lisa por fin pudo espirar. "Creía que lo odiaba, señor".
El profesor Seungri sonrió y sacudió la cabeza. "Lo siento, tardé en contestarte. ¿Cómo van las cosas?"
¿Cómo van las cosas? pensó Lisa. Bien, estoy enamorada de una persona que nunca me dará bola. Así que estoy de la puta mare.
"Estoy bien, señor," Lisa respondió, sujetando nerviosamente la correa de su mochila.
"Mm-hm, acabo de darme cuenta. El protagonista de la historia parece ser feliz y todo..."
Lisa soltó una risita nerviosa. No, en realidad él no vería eso. Y luego se refirió a su vida personal.
"De todos modos, un colega mío se puso en contacto conmigo. Dijo que está dispuesto a llevárselo todo si consigues proveerlo antes de las vacaciones..."
Lisa se quedó paralizada en su sitio. "Uhh..."
"No es por presionarte, pero ya veo que estás a punto... Sé que con esa mente bien dotada, puedes hacer que ese final sea inolvidable como se merece", prosiguió.
"Muchas gracias, señor".
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El mismo día, por la noche. El apartamento de Chahee.
Lisa volvió a casa sintiendo una mezcla de un centenar de emociones, por lo que dijo el profesor Seungri. Era increíble que por fin pudiera publicar su libro. Todo parecía demasiado bueno para ser verdad. La ansiedad se apoderó entonces de Lisa. Le preocupaba si podría terminar el libro a tiempo antes de las vacaciones y concluirlo con un final sobresaliente.
"¿Lisa?" La voz de Jennie devolvió a Lisa a la realidad. Lisa no se dio cuenta de que la morena ya estaba en casa. La puerta del dormitorio de Jennie estaba abierta. "Necesito un poco de ayuda".
La tailandesa empujó la puerta y vio el pecho y el abdomen desnudos de Jennie, cubiertos por un sujetador a tono con la piel.
La garganta de Lisa se secó de repente. Todos los pensamientos que tenía en la mente se desvanecieron de inmediato, sustituidos por una imagen de la morena casi medio desnuda.
Jennie estaba luchando por quitarse la camiseta en ese momento. Estaba atascada entre los brazos levantados y la cabeza. Si la cabeza de la morena no estuviera cubierta por la camisa, se habría dado cuenta de que Lisa llevaba un buen rato mirándola.
"Lo siento, necesito un poco de ayuda. Estoy atorada". Esto hizo volver en sí a Lisa, que intentaba tranquilizarse para no desmayarse.
La tailandesa se acercó.
En cuanto consiguieron quitarle la camiseta, Jennie le sonrió mientras decía. "Menos mal que no te gusto, porque esto sería muy incómodo...".
Lisa soltó una risita nerviosa mientras miraba fijamente a Jennie. Jennie le devolvió la mirada, dirigiéndole a Lisa la misma mirada de antes. "Sabes que todavía me atraen los cuerpos femeninos, ¿verdad?".
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Cita a ciegas que salió mal
Fanfiction"Tienes que estar bromeando", fueron las ofensivas palabras lanzadas por la pequeña chica de cabello castaño ondulado y ojos felinos. A pesar de su tono degradante, Lisa no podía evitar reconocer que la morena del vestido azul floreado era la chica...