Cita a ciegas que salió mal

Capítulo 17

Al día siguiente. El dormitorio de Lisa.

Anoche fue bacanazo, pensó Lisa. Aunque solo fue algo casual, seguía pensando que nunca llegaría a sentirse así, no después de que Jennie hubiera arruinado sus sentimientos y su visión sobre el amor. No tenía nada en contra de Jennie en ese momento, aceptando completamente el hecho de que ahora tenía a Ten como su enamorado. Y que Lisa tenía a Irene si quería.

El teléfono de Lisa sonó de repente.

'Lo siento, Lisa. La abuela y yo pasaremos las vacaciones en Tailandia. Puedes venir con nosotras. Pero sé que no te gusta estar con ellos.'

Lisa sabía que Sorn y su abuela Doris tenían que pasar las vacaciones con su familia religiosa, unos familiares a los que Lisa no tenía mucho cariño. Todavía no habían aceptado el hecho de que Lisa era Lisa. Y la tailandesa no querría pasar sus Navidades explicándoles que no podían cambiarla hicieran lo que hicieran o dijeran.

Lisa preferiría pasar las fiestas sola en el apartamento, como el año pasado y el anterior. Irene se iría a casa de su madre en Florida así que Lisa definitivamente la extrañaría, después de lo de anoche.

Enviando una respuesta a su prima, Lisa volvió a tumbarse en la cama y no pensó en otra cosa que en Irene. O eso intentaba.

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El mismo día, por la noche. Apartamento de Chahee.

Lisa y Jennie decidieron ver una película en Netflix en la sala. La tailandesa eligió sentarse en el borde del sofá, un poco lejos de Jennie. Era un espacio razonable para que la morena no pudiera volver a colocar sus piernas sobre los muslos de Lisa.

"¿Por qué no me dijiste que por fin iban a publicar tu libro?". Jennie habló de repente, como cuando la escena de la película hablaba de algún modo de cierto libro.

Lisa miró nerviosa a la morena. Se había olvidado de eso. Todo sucedía tan rápido con Irene. "Yo... no encontraba el momento, la verdad. Y se me olvidó..."

"Todavía soy tu amiga, ¿verdad?" Preguntó Jennie, ahora mirándola fijamente. "Lo que pasó aquella noche no tiene nada que ver con esto, ¿verdad?".

"¿Qué? No, claro que no, Jen, sigues siendo mi amiga".

"Entonces, ¿por qué solo me enteré por Jisoo? Lisa, por Jisoo..." Jennie estaba exasperada. La tailandesa lo notaba.

"Lo sé, lo sé, lo siento... Acabo de terminar el libro el viernes pasado... y luego pasó lo de la cita... y se suponía que debía decírtelo hoy".

"Sí, sí, sí; felicidades de todos modos", dijo Jennie, desviando su atención de nuevo a la televisión. "Entonces, ¿lo sabe Irene?"

Lisa no mintió. "Se lo dije".

"¿Cuándo?" Era más una exigencia que una pregunta. Lisa estaba realmente molesta. Por qué la morena sonaba tan furiosa cuando no tenía derecho a estarlo.

"El viernes pasado... umm... nos vimos en el supermercado mientras comprábamos víveres".

"¿Y ella lo supo antes que yo?"

"¿Qué? Bueno, yo la vi primero..."

"No te entiendo, primero soy tu amiga".

Lisa estaba desconcertada. "Bueno, desde luego no entiendo por qué te enfadas por algo tan insignificante".

"Esto no es insignificante. Lisa, es una gran parte de tu vida. Y no la compartes conmigo. Es como si no estuviéramos tan unidas", dijo Jennie. "Me estás evitando desde esa noche".