Cita a ciegas que salió mal

Capítulo 13

Al día siguiente, por la mañana
El dormitorio de Lisa.

Los ojos marrones de cierva se abrieron lentamente y luego los entrecerró a causa de la brillante luz que entraba por la ventana. Lisa sintió frío.

La mano de la pelinegra se extendió hacia el otro lado de su cama, esperando el cálido y suave cuerpo de Jennie. Pero en su lugar, unas sábanas frías y vacías la recibieron. Lisa abrió más los ojos y se dio cuenta de que estaba sola en su dormitorio.

Se enderezó y miró a su alrededor. Su camisa gastada de la noche anterior seguía tirada en el suelo, concluyendo que no estaba soñando. Pero, ¿por qué se fue?

No jodas. Jennie, pensó Lisa. Lo de anoche ocurrió de verdad.

No puede ser.

Millones de pensamientos surgieron en la mente de la tailandesa, la mayoría eran malos.

¿Qué son ahora? ¿Por qué se fue Jennie? ¿Fue solo una noche casual entre amigas? ¿Siguen siendo amigas después de esto? Mierda, mierda ¿Y si fue su culpa, creyendo que Jennie estaba en su estado vulnerable, triste por la muerte de su padre, y ella de imbécil se aprovechó de ello?

Lisa no podía evitar quitarse de encima la sensación de que todo cambiaría a partir de ese día.

La tailandesa se levantó rápidamente de la cama y se puso un jersey. Afuera nevaba de nuevo, aunque la calle solamente estaba parcialmente cubierta, lo que significaba que la nieve apenas había empezado a caer.

Lisa salió en silencio de su dormitorio. La sala estaba oscura y vacía. Así que se puso de puntillas hacia el dormitorio de Jennie y llamó suavemente a la puerta.

No hubo respuesta, así que volvió a llamar. Por tercera vez, Lisa decidió agarrar el pomo y empujar la puerta para abrirla. Pero estaba cerrada.

Entonces gritó: "¿Jen?". No hubo respuesta.

Tal vez todavía estaba dormida, pensó Lisa.

Cuando la tailandesa regresó a su dormitorio, revisó su teléfono y comprobó si tenía que ir a trabajar. Rosé ya le había avisado de que se tomaría el día libre, así que Lisa tuvo que cubrirla. Lisa fue a darse una ducha a regañadientes. Entonces vio un mensaje que no recordaba haber abierto.

Fue enviado esta mañana, así que probablemente estaría dormida o sonámbula.

'Me gustó hablar contigo anoche. :)'

Es... Irene.

Putamare, ¿Cómo pudo olvidarlo? Espera. Tal vez. Solo tal vez. Jennie había leído este mensaje y lo confundió con algo, Lisa se preocupó.

Si Lisa hubiera sido sincera desde el principio, Jennie habría pensado que se trataba de un simple texto, y nada más que eso.

----------

El mismo día, a última hora de la tarde. Blink Arcade, centro comercial YG.

Lisa estaba hoy en la caseta, sirviendo fichas de juego a los clientes. Los domingos había muchos clientes. La tailandesa estaba asombrada de cómo Rosé se las había arreglado para afrontar el reto. Bueno, para ser justos, ella no era tan fuerte y tan flexible como Rosé.

Al menos, el agitado trabajo la ayudaba a distraerse. De Jennie.

Lisa intentó llamar a Jennie durante la hora de lonche, pero la morena no respondía a ninguna. Se preguntó si Jennie estaba realmente en su estado más vulnerable y Lisa abusaba de ello. Abusó de ella. No era diferente a Kai. En realidad, ella era peor.