Al día siguiente, tarde en el apartamento de Chahee.
Era casi medianoche cuando Lisa llegó a casa al día siguiente. Esperaba que solo le llevara hora y media estudiar para sus próximos exámenes, pero estar con Rosé se lo había puesto más difícil. Su mejor amiga no paraba de hablar de la supuesta cita que Lisa y Jennie habían tenido ayer.
Sin embargo, los pensamientos sobre la morena nunca habían abandonado la mente de Lisa. Se dio cuenta de que los sentimientos seguían ahí y eran mutuos. Ambas pensaban que el amor era dejarse llevar. Que no era fácil ser conchuda cuando la persona amada no sentía lo mismo o no compartía las mismas intenciones. Sabía que debía esperar a Jennie, como le había pedido. Supo entonces que el tiempo las liberaría a ambas.
Pero la vida para la tailandesa era voluble y cruel. Solo deseaba que no ocurriera nada malo, pero siendo Lisa, ya se esperaba lo peor. Esperar lo peor aminoraría el dolor si las cosas iban realmente mal.
Lisa casi había terminado de lavarse los dientes en el baño cuando de repente oyó un grito fuera. Rápidamente tragó un poco de agua y la escupió en el lavabo.
Lisa sabía que el ruido procedía del dormitorio de Jennie. Estaba a punto de levantar la mano para llamar cuando, de repente, la puerta se abrió de golpe. Ambas se sobresaltaron al verse.
"¡Fudgenuggets!" gritó Jennie, agarrándose el pecho con la mano. La morena estaba en pijama con pequeños estampados de unicornios. "Creía que ya estabas dormida".
Lisa se tragó un nudo en la garganta. Siempre se ponía nerviosa delante de la bella Jennie. "Acabo de llegar a casa. ¿Qué te pasa? Estabas gritando..."
Jennie pasó junto a Lisa, sus hombros se rozaron ligeramente. Luego la morena cogió la escoba de la cocina e inmediatamente volvió a su dormitorio. Lisa enarcó las cejas, confundida.
La curiosidad se apoderó de la pelinegra mientras entraba. Lisa vio a Jennie en posición de combate con una escoba en la mano, con el aspecto de una hermosa guerrera amazona, frente a una enorme araña negra en la pared junto a su póster de Yo Yo Ma.
"Asu mare, es jodidamente enorme", dijo Lisa, con las manos a ambos lados de las caderas.
"¿Tú crees? Tienes suerte de no haberte encontrado nada parecido en el Homestead", replicó Jennie con un gruñido mientras galopaba hacia delante, esgrimiendo la escoba como si fuera una espada. Pero la araña pareció percibir su acción y se arrastró por el palo de la escoba en su lugar, haciendo que la morena gritara más fuerte y soltara el arma. Jennie echó a correr hacia la thai, rodeando a Lisa con los brazos a modo de escudo. El corazón de Lisa empezó a latir furiosamente.
"Lisa, ¿adónde fue?" Era evidente por la voz de Jennie que estaba asustada.
"Umm, probablemente debajo de tu cama-"
"Por favor, ¿puedes mirar?" Los ojos marrones se encontraron con los avellana asustados.
Parece tan adorable, pensó Lisa.
Preguntó la tailandesa con una sonrisa burlona. "¿Tienes miedo?"
Se burló Jennie, soltando a Lisa. La thai se sintió repentinamente triste por la pérdida de contacto. "Es una araña enorme, Lis. Podría ser mortal..."
"Solo estás asustada-"
"Cállate." Jennie cruzó los brazos sobre el pecho mientras esperaba detrás de Lisa.
La tailandesa rió suavemente mientras sacaba su propio teléfono y encendía la linterna. Se arrodilló en el suelo junto a la cama y empujó el edredón de Jennie hacia arriba. Lisa encendió la linterna debajo de la cama de Jennie. Pero no vio nada.
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Cita a ciegas que salió mal
Fanfiction"Tienes que estar bromeando", fueron las ofensivas palabras lanzadas por la pequeña chica de cabello castaño ondulado y ojos felinos. A pesar de su tono degradante, Lisa no podía evitar reconocer que la morena del vestido azul floreado era la chica...