Capitulo quince

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El teléfono sonó un par de veces antes que alguien respondiera, su dedo índice golpeaba con desesperación el escritorio.

— Judge, ¿A qué debo el honor de tu llamada?

— Hable con el mocoso —Informó—. No creo que vaya a hacer caso a mis órdenes aun cuando lo amenace, además... Conocí a Roronoa.

— ¿Sigue con ella? Maldita sea, Pudding no a hecho nada al respecto —Gruño la mujer mientras metía un puñado de malvaviscos a su boca—. Tendré que poner manos a la obra, pero nuestros hijos se tienen que casar si o sí.

— ¿Qué piensas hacer?

— Lo verás cuando sea el momento —Dicho esto la llamada termino, Judge soltó un suspiro, girando a ver al chico sentado frente a él.

— Busca a aquella muchacha, sabes que tienes que hacer después —El chico asintió, saliendo de la oficina mientras realizaba algunas llamadas.

— ¿Qué haces aquí? —Frunció sus cejas al ver a Sanji parado frente a la puerta de su casa, soltó un suspiro y se hizo a un lado para que pasará—. No puede creer que se hayan hecho pareja tan rápido.

— ¡Seguramente fue amor a primera vista! —Chillo Perona desde atrás de ambos, Sanji sonrió mientras asentía—. Eso es tan lindo, me alegro que mi hermanita se diera cuenta de sus sentimientos hacia ti, Sanji, ¿Dónde irán?

— No tengo idea —Rascó su cabeza, tomando asiento junto al pelirrojo—. Ella fue la que me invitó, pensaba hacerlo, pero me gano.

— Esa es mi chica, no espera a que un tipo la invite, ella va con todo —Asintió orgulloso—. Nada de ir a lugares indebidos, mocoso pervertido.

Zoro bajaba las escaleras con ropa casual y una mochila, volteo a ver a la sala de estar donde se encontraban todos, y sonrió ligeramente al ver al pelirrojo fulminar con la mirada a Sanji.

— ¿Nos vamos cocinero? —Sanji giró a verla, y asintió con una gran sonrisa—. No sé a qué hora llegaré, si es muy tarde no me esperes despierto —Tomo la mano de Sanji para salir corriendo de su casa.

— ¿Cómo que tarde? ¿A dónde piensas ir para llegar tarde? ¡Vuelve! —Perona lo tomo de la mano para evitar que saliera corriendo tras ellos—. ¿Por qué tienen que volverse adultas?

Zoro se engancho al antebrazo del rubio, comenzando a revisar tu teléfono para checar si tenían tiempo.

— ¿Qué haces Marimo-chan? —Zoro levanto la vista hacia el rubio, y sonrió ligeramente.

— Revisando el horario para tomar el Puffing Tom.

— ¿El tren? ¿Saldremos del East Blue? —Abrió sus ojos sorprendido mientras ella asentía.

— Solo bajaremos en la primera parada, quiero ir a un lugar que estoy segura también te gustará, ¿Tienes otro lugar en mente?

— Iré a dónde tú me digas marimo-chan, ¿Nos vamos? —Ella asintió, soltando el agarre del rubio para tomar su mano y empezar a caminar.

El camino fue silencioso pero agradable, solamente había pasado dos días desde que Zoro había confesado su amor hacia Sanji, no habían tenido la oportunidad de salir antes pues Sanji trabajaba todo el día en el restaurante y Zoro tenía que ir a la universidad, aunque el rubio no entendía muy bien los horarios de la chica.

— Rizado —Llamo la peliverde, Sanji bajo su mirada hacia ella—. ¿Quién era el tipo con el que hablabas esa vez? —El rubio sabía a quién se refería, trago salivar nervioso y sin darse cuenta apretó el agarre de sus manos—. Está bien si no quieres decirme, no estás obligado a hacerlo.

Little green【Sanzo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora