Veinticinco

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— Hoy estas más alegre que otros días, berenjena —Sanji asintió sin despegar la vista de la comida que estaba preparando—. ¿A qué se debe?

— Tristán-chan ha dicho que pronto se acabaran mis sesiones con ella, pensaba ir con Zoro para decirle —El rubio mayor lo felicito para después comenzar el también a preparar lo que los clientes pedían.

Observo hacía la pequeña ventana que tenía la puerta, las personas estaban felices de degustar la comida que él preparaba y esperaban que así fuese cuando su restaurante estuviera inaugurado, su vista se detuvo en la puerta principal del Baratie.

— ¿Marimo-chan? —Salió de la cocina hacía dónde su chica estaba parada, llevaba en sus manos un sable de madera—. ¿Qué haces aquí marimo?

— ¿Uhm? Vine por algo de comer, ¿No es un restaurante? —Empujó al rubio para caminar hacia una mesa vacía, Sanji la siguió tomando asiento a su lado—. ¿Qué?

— No creo que debas ir por la calle sola —Zoro frunció sus cejas, volteo a ver al rubio con molestia—. Lo digo en serio marimo, ¿Qué pasa si...

— No pasará nada cocinero —Tomó la mano de Sanji y sonrió—. Ellos ahora están en prisión, y muy pronto seré agente policial, ¿No está genial?

— No —Zoro soltó la mano de Sanji, el rubio sintió un escalofrío ante la mirada de ella—. Te expones demasiado al peligro, creo que deberías...

— No lo digas —Se puso de pie, tomando la camisa del rubio con ambas manos, junto sus frentes con fuerza—. No se te ocurre intentar prohibirme mi sueño, entonces todo esto fue en vano, no pienso hacerte caso —Lo soltó, al rubio tomando su sable de madera y golpeó la mesa con esta, los ojos de Sanji se abrieron de par en par al ver que Zoro enojada tenía más fuerza que cuando está normal, la mesa se había roto—. Yo nunca te eh dicho que dejes tu sueño.

— Mi sueño no pone en riesgo mi vida.

— ¿Ah? ¡Todos los trabajos tienen riesgos cocinero! ¿Crees que estás a salvó en tu cocina? Maldita sea, ¡No pienso pagar esa mesa, idiota! —Salió corriendo del restaurante, la mirada de todos los clientes ahora estaba sobre Sanji.

— ¡Marimo! —Apuntó de salir tras de ella, Zeff lo detuvo y negó con la cabeza—. Suéltame viejo.

— Por favor, disculpen los inconvenientes, sigan disfrutando de la comida —Tomo a Sanji de la camisa comenzando a jalonearlo hacia la oficina que tenía en el restaurante—. ¿Qué diablos fue eso, berenjena?

— Solamente le pedí que no siguiera con la idea de ser agente de policía, tengo que ir por ella antes que se pierda, déjame ir viejo.

— Sanji, ¿Qué sentirías si ella te dijera que dejes la idea del restaurante? —Sanji se quedó quieto unos momentos, mirando sus pies—. Ella incluso de estuvo ayudando durante los dos meses de recuperación, eso es lo que ella quiere, ¿Por qué no la apoyas? —Soltó un suspiro al no recibir respuesta—. Sé que es lo que te preocupa, ¿No es por eso que vas con la psicóloga?

— Lo sé, soy un idiota, tengo que ir a pedirle disculpas —Se puso de pie, pero nuevamente Zeff lo detuvo.

— Si vas a ahora no podrán solucionar nada, ella está enojada incluso rompió la mesa —Soltó una carcajada—. Tienes que trabajar para pagar eso, y empezarás ahora.

Shanks estaba tranquilamente doblando ropa en la sala de estar, mientras veía como Zoro murmuraba cosas sin sentido mientras cambiaba el programa de televisión cada segundo.

— Hey, estaba viendo ese programa, ¿Quieres dejar la televisión en paz? —Pero fue ignorado, soltó un suspiro y dejo de doblar la ropa para fijarse en ella—. ¿Qué ocurre? Es sobre Sanji, ¿O me equivoco?

Little green【Sanzo】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora