"Tim"

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Todos se alejaban del calor del fuego, pero permaneciendo allí mismo en la Roca del Rey aliviados de haber salido de aquella inconveniente situación. Kion, a pesar de todo, se sentía bien al saber que todo había terminado, aunque imaginaba lo que vendría después, el tener que disculparse y todo lo demás que siempre le parecía incómodo. Mientras tanto, Rafiki aparecía de pronto tratando de no llamar la atención de ninguno de los presentes, y se dirigió hacia el rey.

—¡Simba, Simba! —Se acercó al oído del león—. No me gustaría alarmarte más. No estoy nada seguro de lo que mis ojos observaron desde mi árbol, pero me parece haber visto a una leona que luce casi idéntica a Zira con otros leones entrando al Reino.

—¿Qué? —exclamó Simba incrédulo mientras trataba de enfocar su vista a lo lejos. El mandril tenía razón, observó a unos leones que se dirigían hacia ellos por entre la oscuridad del ocaso.

Kovu vio de reojo lo que hacía Simba, así que decidió imitarlo por mera curiosidad, sin embargo, éste se llevó una sorpresa al ver hacia los que se aproximaban cada vez más a ellos.

—¿Es mi madre?

Quienes se dirigían acelerando cada vez más su paso eran Zira junto con otros cinco machos y algunas leonas. Entre los leones se podía ver a Yebo y sus dos compañeros, que al parecer Zira los había encontrado por allí y logró convencerlos de apoyarla a cambio de vivir en las Tierras del Reino y gozar de todo lo que había dentro de ellas.

Cuando por fin llegaron a la Roca del Rey, se detuvieron sin trepar una sola de las rocas, y al ver que Simba y Kovu bajan de ellas, Zira dijo con la misma actitud que siempre la había caracterizado:

—Simba, qué gusto me da volver a verte y... ¡Kovu! Ahora te ves aún más frágil de la última vez que nos vimos, pero no importa.

—¿Cómo es que sigues aquí? —preguntó confundido el león de pelaje oscuro sin haber tomado en cuenta lo que Zira le había mencionado con anterioridad.

—Oh mi dulce Kovu ¿Creíste que ese río me derrotaría? Por supuesto que no, pero me ausenté por un tiempo para preparar de manera apropiada mi plan de ataque y ahora sí recuperar lo que le ha pertenecido a Scar por años.

Simba reconoció a los tres leones machos que los habían atacado durante su viaje y comenzó a gruñir, cuando de pronto Zira, al ver lo que el rey hacía, dio una orden.

—Veo que no pueden esperar a pelear, pues entonces ¡Ataquen!

Los cinco leones saltaron hacia Simba y sin dudarlo, Nala, Kiara y su manada junto con Ruo, fueron a pelear.

—Kion, quédate con Rafiki, Timón, Pumba y los más pequeños —le indicó Nala antes de ir a la batalla. Sin embargo, el joven de melena rojiza no podía permanecer allí sin hacer nada mientras toda su familia luchaba para defender su hogar.

—Ustedes cuatro podrían quedarse aquí si sucede algo mientras yo...

—¿A dónde piensas ir? ¿A pelear con los otros? —le preguntó Fuli a Kion preocupada al ver lo que pretendía hacer.

—No puedo quedarme aquí...

—Kion, haz caso a lo que tu madre dice, serás de más utilidad aquí; no querrás que algo malo te ocurra —dijo Tim interrumpiendo a Kion mientras salía de su 'escondite' ya que había permanecido detrás de todos, y después de eso se dirigió a apoyar y a combatir con la manada que lo había acogido.

Sin decir una palabra, Kion pensó en lo que el león de melena café le había dicho, hasta que Cora mencionó lo que él estaba pensado.

—Tiene razón —dijo Cora preocupada—, te podrían herir gravemente.

Cuando los Leones se ConocenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora