28/09/1980
—¡Dónde mierda se metió Louis!
El manager corretea por el estrecho espacio del tour bus, con la camisa desprendida y abanicándose con su portapapeles a causa del calor infernal que se acentúa sobre aquel pedazo de hojalata.
El verano en California se desata en todo su esplendor, bañando cada maldito espacio del Estado en sol, arena y adolescentes alcoholizados.
No es secreto que Walls, la banda del momento, ha comenzado su gira mundial para promocionar su nuevo álbum; Dirty Mind.
A su equipo no se le ha ocurrido mejor idea que la ardiente estación veraniega para abrirse paso por el camino de la música, haciendo historia al tocar por primera vez en Santa Mónica.
Zayn, el misterioso baterista de piel bronceada y pestañas largas, dueño de una colección invaluable de gorras de colores oscuros, ha sido el responsable de aquella elección.
Él afirma que no hay nada más hermoso que cantar frente al mar, sobre todo en un parque de diversiones, con las risas de fondo y la maravillosa rueda de la fortuna alzándose a un costado del escenario.
El escueto espacio donde tres de los integrantes de aquel cuarteto se encuentran descansando antes de iniciar el primer show de la gira, está ligeramente empañado por el humo de alrededor de tres cajas de cigarrillos.
El champán y los mentolados siempre son buena mezcla para tener la voz un poco más ronca.
O eso es lo que afirma Niall, el guitarrista.
Justamente es él quien voltea a observar al manager. Una gorra color gris pálido con detalles en amarillo mantiene su cabello platinado hacia atrás, su flequillo apenas si escapa de ella por el pequeño orificio del frente.
Levanta una ceja mientras deja escapar el humo de su boca, proveniente de un cigarrillo; sin lugar a dudas, de menta.
—¿No había salido a fumar?
Esas son sus únicas palabras, demasiado bajas, ocultas tras aquel cigarrillo que se consume entre sus labios.
No se queja cuando el humo desciende hacia sus pulmones y le quema el interior, provocándole un ardor placentero cuando la nicotina alcanza su sistema nervioso.
Inclinándose hacia adelante, deposita la colilla de aquel pucho sobre un cenicero de vidrio que se encuentra sobre la mesa de madera en la que sus pies están apoyados.
El último gramito de paciencia del manager se esfuma en el instante en que Niall apaga el cigarrillo contra el vidrio.
Dejándose caer hacia atrás al sillón, Niall expulsa el humo hacia arriba, ayudando a que la nube espesa que los envuelve se oscurezca aún más.
El manager parece estar a punto de tener un infarto. Sus largos dedos se enredan en su cabello cuando intenta correr su flequillo hacia atrás, quitándolo de su rostro.
Está entrando en desesperación, y Niall lo confirma cuando lo oye gritar:
—¡Los necesito en el escenario en menos de cinco minutos!
La puerta del tour bus es azotada con la misma intensidad de mil demonios en el instante en que el manager la atraviesa, saliendo al exterior contaminado de progesterona.
Liam, el tecladista, suspira una risa.
Últimamente, le importa demasiado poco si Nick muere por culpa suya.
Negando con la cabeza, le da una larga calada a su cigarrillo.
—Vamos—es lo único que dice, alentando a sus demás compañeros de banda.
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Physical [L.S] ✔ #1
Novela JuvenilCorre la década de los 80 y Walls, una afamada banda de rock, decide dar un recital gratuito en el muelle de Santa Mónica, California. Cuando uno es famoso, tiene tantísimo poder, que con sólo un chasquido de dedos obtiene lo que quiere. Y, para s...