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Un día después de que Jiwoo llegara a su vida, HeeJin pudo ver las noticias en el televisor.
"Han encontrado el cuerpo de una omega de aproximadamente veinte años en un hotel del centro de Seúl, aún no se ha reconocido el cuerpo y nadie reportó su desaparición; la causa de la muerte es un lazo roto"
La alfa lloró con su bebé en brazos, Dahyun había muerto sola y ahora ella es lo único que Jiwoo tiene en la vida.
—Jamás te dejaré, mi bebé— besó la frente de la cachorra mientras las lágrimas aún caían de sus ojos.
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HeeJin despertó, muy asustada, había despertado toda la noche con miedo de que le pasara algo a la bebé ya que estaba durmiendo con la cachorra provisionalmente hasta conseguir una cuna.
Miró a Jiwoo que dormía plácidamente y sonrió, la bebé roncaba en volumen bajo y su mejilla estaba llena de baba.
La alfa decidió levantarse antes de que Jiwoo despertara y le preparó un biberón, ya que no sabía si podía comer o beber algo más que la leche de fórmula que había en el bolso.
"Debo sacar un turno con Sooyoung" Se dijo a sí misma en su mente.
Ha Sooyoung, la alfa de su hermana del corazón, HyeJu, es una gran pediatra y sin dudas llevaría a Jiwoo con ella.
Era tan extraño pensar que ahora tendría una hija, para siempre, no era como cuidar a la hija de su prima por el fin de semana.
Suspiró triste pensando en que Dahyun a muerto y que Jiwoo crecería sin conocerla, ¿Qué le diría cuando creciera?
Antes de olvidarse llamó al trabajo y avisó que estaba enferma, la alfa tiene buena relación con su jefe así que le dió tres días de descanso sin problemas, después se las arreglaría para explicar que tiene una hija ahora.
Luego de organizarse, HeeJin se sentó a beber su café tranquilamente mientras prendía el celular que se había apagado el día anterior y apenas ahora había prendido para llamar al trabajo.
