1. Muerto En Vida.

2.6K 96 44
                                    

Jano.


—Lamentablemente la señorita Arlet Moon falleció, no hemos podido hacer nada por ella.

Siempre me quedaba dormido escuchando esas palabras del médico. Era tan doloroso. Verla en aquella cama de metal, pálida y fría. Siempre me repiten que me acostumbraré a vivir con el dolor, que este dolor nunca se iría. Yo tan solo me quedo mirando a la nada pensando en que la vida nunca terminaría por dejarme ser feliz.

Todas las noches me quedaba dormido pensando en su sonrisa, en sus te amo, en como me miraba.

Pensé que cuando pasarán algunos meses o años el dolor se iría calmando poco a poco, pero es que Arlet sigue doliendo como el primer día.

Caminé lentamente hasta llegar al lago, me senté y metí mi mano en el agua. Seis años después, sigo sintiendo que ella está a mi lado, que no se aleja de mí en ningún momento y eso es lo que me mantiene en pie. Escuché una pequeña risa, sonreí mirando hacia atrás y viendo a mi sobrina correr hacia mí.

—Ya era hora de que te trajera tu madre a verme —dije cogiéndola en brazos y mirando a mi hermana.

—Mama a estado llorando, papá la estaba cuidando.

Miré a mi hermana. Ella tenía la mirada clavada en el lago, miré hacia el agua y me acerqué a Charlet.

—Tranquila, hermana —susurré.

—La extraño mucho, Jano.

Asentí besando su cabeza.

—Yo también —confesé mirando al lago.

—Yo quiero ver a la tía —habló la hija de mi hermana.

Charlet me miró y negó.

—No podemos verla, la tía está dormida —contesté con un nudo en la garganta.

—Yo la despierto y luego vamos a jugar.

Me di media vuelta y comencé a caminar, mi hermana soltó un pequeño suspiro. Escuchar a la pequeña hablar así me estaba matando. Llegué a la casa y me senté en el sofá. Miré hacia la televisión apagada.

—Tato —giré la cabeza para mirarla —. Deberías irte un tiempo, estás todo el día aquí encerrado o en el museo, no es bueno.

Sonreí con tristeza.

—Si estoy aquí la siento cerca, no me quiero ir —hablé en un murmuro —pero si deberías irte tú con la niña y Harry, iros de vacaciones.

—¿Y dejarte solo?

Me levanté y me acerqué a ella.

—Me quedo con mamá, no estoy solo —acaricié la mejilla de mi hermana —no es bueno para la niña tampoco, Char.

—Lo sé, Jano, pero tampoco me quiero alejar de aquí, siento que si me voy.

—La estás dejando sola —terminé por ella haciéndola asentir—, yo siento lo mismo, por eso no me muevo de aquí.

Mi hermana sonrió con tristeza. Arlet bajó de sus brazos y se fue a sentar al sofá.

—Por mucho que estemos así ella ya no volverá con nosotros —susurré —me duele pensarlo pero esa es la realidad.

Charlet asintió mordiéndose el labio para ahogar el llanto.

—Han pasado seis años, Jano, seis años en las que mi cuñada ya no está conmigo, no sabes el vacío que siento, ella era mi mejor amiga, la que a pesar de mis cagadas siempre estuvo conmigo —ambos comenzamos a derramar lágrimas —para mí era como mi hermana pequeña.

Eternos. +18 #3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora