15. Devastadora.

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Nos levantamos por el grito ensordecedor de Charlet. Arlet y yo salimos de la cama casi cayéndonos al suelo. Arlet se acercó a ella y la abrazó con fuerza.

—¿Qué pasó? —Pregunté muy exaltado.

Miré a Harry, él daba vueltas por todo el salón nervioso y con el teléfono en el oído.

—¿Qué pasó, hermana?

—La niña, Jano, nos secuestraron a la pequeña.

La miré muy asustado. Arlet y yo nos miramos y subimos a la habitación para colocarnos bien. Volvimos con ellos.

—¿Cómo fue? —Preguntó Arlet.

—Mamá la había dejado en la puerta del colegio como siempre, la profesora nos llamó y nos dijo que la niña no había asistido a clase.

Intenté pensar con claridad ante las palabras de mi hermana.

Me llevé las manos al cabello con desesperación.

—Hoy quedaré con ella —dije haciendo que los tres me mirasen —¿sabéis que han sido ellos, verdad? —asintieron mirándome —si quedo con ella puede que averigüe algo.

—O te cojan a ti también.

Miré a Arlet y negué.

—Me da igual, monja, con estos hijos de puta tenemos que hacer algo.

Cogí mi móvil y salí de casa. Vi que Harry llegó a mi lado.

—No os dejaré solos —puse mi mano en su hombro —la niña aparecerá bien, confía en mí.

Él asintió mirándome. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, sonrió con mucha tristeza.

Llamé a Noah:

—¿Todo bien? —Preguntó por detrás de la línea.

—No, los hijos de Tessa tienen a mi sobrina.

—¿Cómo sabes eso?

—Porque lo sé, no hay tiempo para explicaciones. Debemos encontrarlos y encontrar a la niña.

Justo en ese momento el teléfono de Harry comenzó a sonar. Él lo cogió con rapidez.

—¿Quién es?

—Dile a tu mejor amigo que venga al bar de ayer.

—¿Quién eres?

—Se te acaba el tiempo.

Nos subimos al coche de Harry y condujo hasta el bar. Nada más llegar vimos a Sophie estaba apoyada en la fachada con una sonrisa victoriosa. Salí del coche y me acerqué a ella.

—¿Creísteis que podíais engañarnos? —Preguntó divertida.

—¿Dónde está mi sobrina?

—Mi primera intención era matarte, ¿pero sabes qué? Antes disfrutaremos de una noche.

Se acercó a mí llevando su mano hacia mí nuca. Quité su mano con asco. Sophie volvió a sonreír aún más.

—Pensaba que erais más listos, pero veo que no.

—Yo si que creía que eras más lista, pero veo que no.

Sonreí de oreja a oreja. Dos coches de policías se acercaron a nosotros. Ella intentó correr pero uno de los guardias la tiró al suelo y la esposó. Harry y yo nos miramos durante unos segundos. Negué mirándolo, él asintió, volví a negar. Se acercó a Sophie agarrándola con fuerza del cuello, el policía intentaba separarlo pero no podía.

Eternos. +18 #3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora