17 - Nuestra

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— Bueno, estás un poco por debajo del peso para mi gusto, pero todo está bien. Veo que no queréis saber el sexo del bebé — comentó la doctora Sanchez, quitándose las gafas con una sonrisa.


Amelia dirigió a Luisita una mirada curiosa. 


— ¿De verdad? Creía que lo sabías, porque siempre te refieres al bebé como «ella» — razonó.


— Quiero que sea una sorpresa — contestó encogiéndose de hombros —. ¿Tú quieres saberlo?


La morena se lo pensó un segundo, pero al final sonrió. — No, que sea una sorpresa.


— ¿El peso de Luisita es un problema? — se interesó apretándole la mano a la otra mujer.


La doctora negó con la cabeza. 


— No, tengo los resultados de todas las pruebas que hizo vuestro médico. Estás rozando la anemia, así que descansa todo lo que puedas y vigila la dieta, como ya has estado haciendo. El bebé debería nacer en la primera semana de diciembre. ¿Vais a quedaros en Chicago?


— ¿Sería mejor quedarnos? — preguntó la embarazada con gravedad.


— No es imperativo, pero me gustaría controlar la anemia. Como te decía, no es nada fuera de lo común, pero convendría que te quedaras en la ciudad si es posible.


— Vivimos lejos del hospital — intervino Amelia, y miró a la rubia de reojo —. Nos quedaremos aquí. Podemos subir al norte en cualquier momento.


Luisita asintió y se llevó la mano a la barriga con inquietud. La doctora las miró a ambas y esbozó una sonrisa. 


— ¿Es el primero, veo?


Las dos asintieron.


— Todo irá bien. El único problema que veo es el peso, el corazón del bebé está perfectamente, tiene el tamaño adecuado y todo va muy bien — les aseguró.


Luisita torció los labios en una sonrisa nerviosa y le apretó la mano a Amelia.


— El estrés es otro factor que debemos considerar. No sé nada de vuestra vida personal, pero veo que se importan la una a la otra, y eso es bueno, porque vais a tener que ayudaros. ¿Existe algún otro factor de estrés?


Las dos se miraron y la morena negó con la cabeza. 


— ¿Luisa?


Ella cruzó una nueva mirada con Amelia, pero no dijo nada. 


— ¿Qué os parece si las dejo solas unos minutos? Te apuntaré cita para el martes a las tres — ofreció la amable doctora, y salió de la consulta.

Luimelia Vientos Celestiales - IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora