Todo era borroso a su alrededor, el pitido en sus oídos no le permitía escuchar nada más. Su cabeza daba vueltas y el dolor en todo su cuerpo se hacía cada vez más insoportable. De repente a su mente llegó lo sucedido hace pocos minutos, todo había ocurrido tan rápido que parecía irreal. Aguantando todo el dolor de su cuerpo se obligó a moverse soltando su cinturón de seguridad, al hacerlo su cuerpo cayó de golpe, no se había dado cuenta que el coche estaba boca abajo. Por inercia su cuerpo giró hacia la derecha donde debería estar su hermano pero no había nadie, con pasos torpes se arrastró fuera del coche clavándose un montón de cristales en el proceso.
Con mucho esfuerzo y dolor consiguió salir del coche. Con movimientos torpes se puso de pie y observó el coche. Este estaba en llamas y a poca distancia de este el cuerpo de su hermano yacía tendido e inconsciente. Un ruido proveniente de la parte delantera del coche llamó su atención. Con pasos torpes se acercó y agacho clavando más cristales en el proceso.
-Mami.-el pobre niño ojiazul se acercó al cuerpo inerte de su madre.- Mami tengo miedo, despierta.
-Takemichi.-Su padre, en el asiento del piloto, llamó su atención.- Mamá solo necesita descansar.
El señor Tremblay observó a su mujer, debido al impacto había muerto de manera inmediata. Con cuidado intentó moverse pero no podía, tenía las piernas atrapadas bajo el volante. Con lágrimas en los ojos volvió a mirar a su hijo.
-Takemichi, dónde está tu hermano?
-Kenta-ni también está durmiendo pero en el suelo.- Un suspiro de alivio salió del mayor.
-Escúchame bien Takemichi, a partir de ahora tienes que ser fuerte, ¿de acuerdo?- Un crujido del coche alertó al mayor.- Ahora necesito que lleves a tu hermano hasta esos árboles de ahí ¿vale?
El menor asintió y fue hasta su hermano. Reunió todas sus fuerzas en sus bracitos y piernas y como pudo llevó a su hermano hasta donde su padre le había dicho. Corriendo volvió hasta su padre.
-Ya está papá.
-Bien, ahora quiero que busques el bolso de tu madre y saque su móvil.
El bolso no estaba tan lejos así que lo encontró con facilidad. Con manos torpes encontró y sacó el móvil de su madre.
-Vale. Ahora marca el 119. Bien, ahora acercárselo a papa.
Con sumo cuidado Takemichi camino hasta estar al lado de su padre y presiono el botón de llamar. Su padre cogió el móvil.
-Por favor necesitamos ayuda, mi familia y yo hemos sufrido un accidente en la carretera X kilometro xx.
-Por favor dense prisa.
De repente el coche empezó a crepitar por las llamas, el coche iba a explotar.
-Takemichi recuerda que nosotros siempre te querremos pase lo que pase. Para nosotros tú y tu hermano son lo más importante que tenemos. Cuando despierte dile que lo queremos y que esperamos lo mejor para vosotros.- Las lágrimas escaparon de sus ojos mientras se despedía de su hijo más pequeño, sabía que no le quedaba mucho tiempo.
-Papa, no entiendo. ¿No nos vamos a volver a ver?- los ojitos del menor se llenaron de lágrimas.
-Peque me podrías hacer dos favores.- el menor solo asintió.- Bien, me das un beso.- El pequeño se acerco y beso la mejilla del mayor y este le dio uno de vuelta.- Ahora dale uno de mi parte a Kenta.
Takemichi corrió hacia donde estaba su hermano y le dio un beso en la mejilla en nombre de su padre. El mayor vio cómo su hijo corría hasta los árboles donde descansaba su otro hijo y con lágrimas en sus ojos susurro.
-Hasta siempre mis pequeños.
Una explosión mandó al pequeño Takemichi contra un árbol dejándolo inconsciente por el golpe. Para cuando las ambulancias y la policía llegaron, Takemichi y Kenta eran oficialmente huérfanos.
Kenta POV:
Cuando desperté me dolía todo el cuerpo. Pero realmente me asusté cuando no pude mover mis piernas. No podía recordar qué había pasado pero cuando Noa me dijo que mis padres habían muerto todo mi mundo se derrumbó.
-Noa, ¿Dónde está Takemichi?- no quería creer que él también me había dejado.
-El está bien, solo tenía raspones y cortes al igual que un par de cristales clavados.
Un suspiro de alivio salió de mis labios, no podría continuar si mi pequeño tesoro hubiera muerto también. Nos habíamos quedado solos contra el mundo, obviamente muchos intentarán quedarse con toda la fortuna de mis padres, solo porque somos menores. Pero no lo iba a permitir.
-Kenta, lo mejor es que nadie sepa que estás vivo.- lo mire confundido.- Llevas un mes en coma, nadie sabía si ibas a despertar. Eso lo podemos usar a nuestro favor.
-Pero qué pasa con Takemichi? No lo puedo dejar solo.-ni muerto abandonaría a mi pequeño.
-No lo puedes defender si estás muerto. A Takemichi no le harán nada porque aún es un niño, en cambio a ti, no dudaran en quitarte del medio.
-¿A dónde irá Takemichi? Seguramente acabe en un orfanato, antes muerto que acabe con una de esas alimañas.- Apreté mis puños conteniendo mi ira.- No tenemos más familia.- Por primera vez en mi vida eso me afectaba.
-Te prometo que lo cuidaremos de lejos. Mientras tanto tú te recuperaras en EEUU. Necesitas rehabilitación para tus piernas y creo que una cirugía.
-De acuerdo, pero quiero despedirme adecuadamente de Take.- no quería hacerlo pero me negaba a poner en riesgo a mi hermano.- No quiero que piense que lo estoy abandonando. Se que lo entenderá.
-Así será.- Espera por mí cuatro años Take y te prometo que jamás nos volveremos a separar.
Take POV:
Nadie me decía porque no podía ir con mis papas, pero Kenta-ni me dijo que ahora tenía que ir a una casa con otros niños. Cuando me lo dijo lloré mucho, no quería separarme de él pero me dijo que tenía que ser un niño fuerte. Una chica muy linda me llevó de la mano y me presentó a otros niños.
-Hola mi nombre es Takemichi.- no dije mi apellido porque Kenta-ni me dijo que no lo hiciera.
-Bueno niños a partir de ahora Takemichi vivirá con nosotros.
La chica linda se fue y yo fui a mi habitación, compartía con dos chicos. Uno daba miedo porque tenía una cicatriz en un ojo, el otro tenía los ojos violetas , muy bonitos.
-Hola, soy Takemichi, espero llevarnos bien.- Les sonreí, quería que fuéramos amigos.
-Hola, yo soy Kakucho y el es Izana.- se acercó a mí y me revolvió el pelo, es más alto que yo.- Yo también espero llevarnos bien.
Autora POV:
Poco a poco el tiempo se ponía en marcha y el destino empezaba a guiar a nuestros protagonistas a través de sus caminos, sin saber que nada sería fácil a partir de ahora porque como dicen en el amor y en la guerra todo vale ¿no?
ESTÁS LEYENDO
Amor entre costuras
Teen Fiction¿Qué pasaría si Takemichi hubiera conocido antes a Izana y Kakucho?¿Que sin darse cuenta hubiese evitado la muerte de Shinichiro? La vida de dos familias se ve cruzada por un accidente que cambiará el destino de ambas y descubrirán que todo aquello...