Capítulo 14

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Dentro de la casa de los Hanagaki se llevaba a cabo una batalla campal sin opción a tregua. Mientras un señor gordo y con bigote intentaba arrastrar a Kazutora, una mujer de pelo negro corto no paraba de gritarle y tirarle objetos a Kenta y para acabar un dos chicos no paraba de coger cosas metiéndolas en una mochila con Noa intentando quitarles las cosas.

-¿¡Qué demonios está pasando!?

Un grito a sus espaldas los sobresaltó. Ambos rubios voltearon para encontrarse con un albino y un moreno detrás de ellos.

-No tengo ni la menor idea, nosotros acabamos de llegar.- Takemichi no sabía si reír, llorar, intentar pararlo todo o simplemente irse.

-¡BASTA YA!.- junto con un portazo grito Izana deteniendo a todo el mundo.- ¿Quién demonios sois vosotros?

-Jovencito crees que esas son maneras de hablar a tus mayores.- La mujer pelinegra se volteó a mirar a los recién llegados.

Izana endureció su mirada, asesinando a la mujer con esta y la pasó de largo llegando junto a Kenta.

-Nisan, quienes son estas personas?

-No tengo ni idea Izana.- el mayor suspiro intentando tranquilizarse.- Estas personas simplemente llegaron diciendo no se que de Kazutora y luego estaban exigiendo dinero y llevando cosas.

-Estas de broma.- La mirada de incredulidad de Izana se reflejaba en la de los demás.- Pero que mierda se ha creído esa basura como para querer meterse con mi familia?- con la mirada fulminó al señor bigotudo y a la pelinegra.

Ambos adultos sintieron un escalofrío al ver la mirada muerta del albino, esos ojos violetas prometían el peor infierno en vida. Por inercia atrajeron a su hijos hacia ellos poniéndolos como escudo. Muy ilusamente creyeron que Izana no dañaría a los niños. La pelinegra miró a su marido haciendo una mueca muy extraña, este solo respiro profundamente intentando controlar el temblor de sus piernas.

-Para empezar somos una familia muy respetable. Segundo, solo hemos venido a por nuestro querido sobrino y como ahora todos somos familia pues queríamos pedir una pequeña ayuda para su crianza.- finalizó con seriedad.

Toda la familia se vio con incredulidad, de verdad esperaban que esas personas se rieran y dijeran que era un cámara oculta o algo. Pero cuanto más pasaba el tiempo más crecía su enfado. Takemichi y Kakucho previendo la reacción de Izana corrieron hacia él para que no se abalanzara contra aquellos adultos desvergonzados.

-Estáis muertos.- La voz calmada de Izana causó escalofríos en toda la familia Hanemiya.

-Iza-ni/Izana no.- Ambos menores lo sujetaron de ambos brazos.

-Basta ya. Kazutora, Izana, Kakucho y Takemichi subir a vuestras habitaciones.

Kenta con voz firme mandó a sus hermanos arriba. Sabía de la poca paciencia y el carácter explosivo de estos, no quería acabar pagando una factura de hospital y enfrentarse a una demanda por abuso físico. A pesar de que Izana quería protestar una mirada de su hermano mayor bastó para que obedeciera y se fuera al segundo piso.

-Bueno, ahora podemos hablar. Síganme por favor.

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Kazutora POV:

-No puedo creer que nos haya echado, así como si nada.

-Cálmate Izana, así no podemos ayudar en nada. Tenemos que pensar con calma.

-Alguien me puede explicar que pasó antes de que llegáramos Fuyu y yo?

-No lo sé, nosotros llegamos antes. Veníamos a dar una gran noticia.

Amor entre costurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora