La noche es el peor enemigo de aquellos incapaces de enfrentar sus miedos. El momento en el que uno se queda a solas con sus pensamientos, es cuando la mente traiciona y te obliga a recordar aquello que con tantas ansias intentas olvidar. Escenas de un pasado que no recuerda azotan la cabeza de un azabache con ojos color ámbar. Su pequeña mente borró esos recuerdos al verse superada por el trauma pero el volver a ver a aquel niño con el que compartió dolor, trajo consigo una oleada de recuerdos con los cuales es incapaz de lidiar.
Esa noche las pesadilla se adueñaron de su mente, con todas sus fuerzas intentó despertar pero parecía imposible. Por mucho que lloraba, gritaba y pataleaba no había manera. Todo era un caos, oía las risas de algunos hombres, como unas manos asquerosas tocaban todo su cuerpo, las palabras obscenas que le dedicaban esos hombres lo hacían sentir asqueado y sucio. Ante esos recuerdos su cuerpo comenzó a sacudirse y los gritos se volvieron agónicos.
Las puertas de dos habitaciones se abrieron de golpe y ambas personas corrieron hasta la habitación del nuevo integrante de la familia.
-Kazutora estas bien?- La angustia era palpable en la voz de Noa, que se había tomado muy en serio su papel de padre.
-Tranquilo Tora, ya estamos aquí. No estás solo.- Kenta se acercó a la cama del menor y con mucho cuidado lo empezó arrullar.
Por instinto Kazutora comenzó a sacudirse e intentar librarse de aquellos brazos que lo intentaba aprisionar. Aún era incapaz de abrir sus ojos y dejar de ver y sentir aquellos horribles recuerdos. Ambos adultos se sentían impotentes al ver al oji ámbar sollozar y rogar por ayuda entre sueños.
Un alvino y un azabache llegaron a casa después de dar un espectáculo en la reunión de su pequeño sol. Estaban contentos mientras decidían cuál sería su primer paso para lograr el mundo que tanto ansiaban. Su conversación se vio interrumpida por un grito desgarrador que los puso alerta. Con rapidez ambos se dirigieron al segundo piso y acabaron en la puerta de la habitación de Kazutora mientras observaban la situación. Para los dos fue desgarrador ver así a su pequeño primo pero no entendían cómo había sucedido eso.
El primer paso era tranquilizar a Kazutora que había empezado a arañar su piel en un intento de dejar de sentir aquellas asquerosas manos tocar su cuerpo. Con mucho cuidado Izana se acercó a la cama y se sentó cerca del menor pero sin llegar a tocarlo.
-Kazutora, necesito que escuches mi voz.- era complicado acercarse debido a las sacudidas violentas que el menor daba.- Estás a salvo, nadie te hará daño. Es solo un sueño, horrible pero un sueño.- Kazutora seguía sin poder escuchar pero su cuerpo había dejado de sacudirse.- Eso es, tú eres fuerte, nadie puede tocarte mientras estés con nosotros.- con mucha delicadeza acercó una mano para acariciar la cabeza del menor.- Siempre estaremos contigo pase lo que pase, ahora eres familia.- De alguna manera las palabras de Izana llegaron a Kazutora, que reunió fuerzas para vencer sus miedos y despertar.
Poco a poco fue abriendo los ojos que estaban empañados en lágrimas. Con rapidez Izana lo abrazó y con suaves caricias en la espalda intentaba tranquilizarlo. Con sus ojos violetas miraba interrogantes a su hermano mayor y a su tío. Nadie habló esa noche y después de tranquilizar a Kazutora cada uno se fue a su habitación a excepción de Izana quien durmió con el menor, quien se aferraba de manera desesperada a él.
A la mañana siguiente Kenta y Noa llamaron de urgencia a Hanma, ya no aceptarían las largas que el menor no dejaba de darles. Hoy sabrían la verdad del pasado de ambos, tenían que saber que había desencadenado la reacción de Kazutora. Izana entró de repente al despacho del mayor.
-Quiero saber ahora mismo que está pasando con Kazutora y que tiene que ver el comandante de Valhalla, Hanma Shuji, en todo esto.
-Eso mismo nos preguntamos nosotros.- Noa tomó la palabra primero.- Solo sabemos que las pesadillas y los desmayos comenzaron cuando Hanma y Kazutora se encontraron. Pero ayer las pesadillas fueron peores.
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Amor entre costuras
Roman pour Adolescents¿Qué pasaría si Takemichi hubiera conocido antes a Izana y Kakucho?¿Que sin darse cuenta hubiese evitado la muerte de Shinichiro? La vida de dos familias se ve cruzada por un accidente que cambiará el destino de ambas y descubrirán que todo aquello...