Los vecinos de calle Arcoíris [PAUSADA]

21. Celeste, juntos, y más celeste

Everything is alright, with you by my side

We won't say goodbye, we'll stick together

Elijah N - Stick Together

—¡Mete la cabeza, vamos, mete la cabeza! —exclama una inconfundible voz.

—¡Octavio! ¡En ese agujero no! —grita una segunda voz desde la lejanía, aquella que últimamente siempre quiero escuchar.

—¡Cabecea, Octavio, solo cabecea! —concreta una tercera voz que sé que proviene de la misma sangre.

Podría reconocer las voces de los hermanos Quach en cualquier lado. No solo por sus dispares edades y por sus diferenciados tonos de voz, sino porque sus personalidades resaltan con facilidad en cualquier ambiente o escenario.

No serán la familia perfecta, aquella de tapa de película en la que ves al matrimonio sano y al perrito compañero en la foto de Navidad, pero son una familia especial. Nunca había conocido a nadie que tuviera un maldito topo de mascota.

Un ente desconocido me pide incesantemente que me aleje de Raven y, por consiguiente, de esta familia. Los estímulos de desconfianza que envía mi cerebro a veces parecen ser esfuerzo suficiente para lograr detenerme, pero luego llega el bombeo de mi corazón que me pide que no, que no me cierre, que no me pierda de conocer a mis vecinos...

Que no me pierda de conocerlo a él.

Termino acercándome porque el corazón bombeó más de lo que el cerebro estimuló. Camino hacia el parque con una sonrisa inusual en mí, una sonrisa de esperanza que indica que, a pesar de que el universo me está enviando advertencias sobre mi vecino, yo no estoy repitiendo el patrón de cerrarme sin siquiera procesarlo.

Lástima que la sonrisa se borra de la faz de la Tierra cuando la pelota con la que estaban jugando me da en la cara y me hace trastabillar.

—¡Por Dios, casi matas a nuestra Max! Muy mal, Octi, muy mal... Deberías haber dejado ese súper-mega-dúper-tiro para el campeonato mundial de topos.