Luego de la tormenta aparece el arcoíris, pero... ¿qué haces cuando el destino se roba los colores?
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Esta historia corta es parte de una co-autoría con la maravillosa e única @CreativeToTheCore. La portada fue realizada por...
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If ever I try to push away, you can just keep me there
So please, say you'll meet me
Meet me halfway
Clearest Blue - Chvrches
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Habría deseado que el campeonato regional se hubiera aplazado. Estoy desconcentrada, cansada, con una parte de mí que tiene más ganas de estar en la cama viendo videos de Charles Leclerc hasta el amanecer. La realidad es que para competir en mi pico de nivel se tienen que dar una serie de características que ahora están lejos de cumplirse: alimentación perfecta, sueño pacífico y superior a ocho horas, mente tranquila y sin sobresaltos, y sobre todo, visualización del objetivo.
En condiciones normales, Otto se habría asegurado de que los días anteriores a un torneo siguiera el plan al pie de la letra, pero desde que Spike le gritó que me deje en paz ya no es el entrometido padre que acostumbra ser.
Desde que agarré mi driver por primera vez me enseñó lo que se necesitaba para ser una campeona. Llenó mi cabecita de niña con el sueño de un camino lleno de éxitos, levantando trofeos, abriéndome paso por la liga zonal, regional, estatal y nacional solo para acabar compitiendo con las mejores del mundo.
Se aseguró de pintar los colores de mi imaginación con los suyos, que desgastados por el tiempo se veían obligados a encontrar un nuevo anfitrión. El problema en este viaje que él coloreó es que se adueñó del lienzo. No me dejó tomar la brocha y pintar mi obra de arte de la forma que me resultara más atractiva. Se olvidó que sus propias creaciones podían reinventarse y combinarse, borrarse y volverse a pintar.
No hace falta meterse con el lienzo de alguien más solo porque piensas que tu obra está terminada.
Lo pensé mucho estos días. Para ser sincera, hasta el hartazgo. Es cierto que podría ser una resentida con Otto por no haberme dado mi espacio, podría gritar un montón de barbaridades por haberme presionado hasta la locura, hasta incluso podría no perdonarlo jamás... pero no lo haré. De tanto analizarlo —bueno, y de exponerme sexualmente ante Raven en el tiempo libre para olvidar mis problemas— me doy cuenta de que no tiene sentido añadir más leña al fuego, sobre todo cuando esa leña es injustificada, pues la fogata no está ni cerca de apagarse.