Venezuela

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Seguí caminando siguiendo los pasos de Syria.
Estaba bastante lejos de la ciudad, nos faltarían horas para llegar, necesitaríamos un milagro para no cansarnos.

Y para nuestra suerte, una camioneta todo terreno con ladrillos se cruzó.
Syria lo detuvo y nos subimos a la parte de atrás para que nos llevara.

- Entonces... ¿por que me salvaste? - me gire viéndolo sacar un cigarro.

- Por que mi hermano muere por ti - lo prendió a duras penas para poder fumar - Espero esto quite el sabor de tu saliva de mi boca.

Me puse todo rojo de la vergüenza, mirando mis pies con la esperanza de que ya no tocara el tema.

- ¿De verdad tenias que meterme la lengua hasta el fondo? - me pregunto haciendo que salte.

- ¡PERDÓN! - quería llorar.

- Estuvo bien... lo hubiera disfrutado si fueras mujer - levantó ambas cejas - Ya veo por que le gustas tanto a mi hermano.

- YA POR FAVOR ME ESTÁS TORTURANDO - me cubrí las orejas avergonzado.

Se empezó a reír, cubriéndose la boca mientras intentaba prender otro cigarro

- Okay pararé - sonrió.

- Dios y era mi primer beso... desperdiciado - murmullé triste, lo estaba reservando para Iraq.

- Oye... olvida eso, ¿okay? - me intento consolar - Has de cuenta que jamás pasó.

- Ese beso era para... ya sabes - susurre.

- Ey... yo no me abalancé para besarte - se encogió de hombros - Si quieres te devuelvo el beso y ya se lo das a él.

Me gire hacia él viéndolo acercarse a mis labios. Le cubrí la cara nervioso mientras él se reía de mi

- Dios te lo creíste... que chistoso eres - se aparto fumando mas.

Sentía mi cuello y manos sudar

- Estoy empezando a sospechar que si te gusto - me limpie las manos en mis pantalones.

- No... para nada - murmulló.

Llegamos a la ciudad en poco tiempo, y al departamento más rápido de lo que creía.

- Iraq... te tengo una sorpresa - Syria anunció mientras entrábamos al depa.

Iraq se asomó, viéndome con los ojos bien abiertos.

- Hola Iraq - sonreí nervioso - Perdón por huir... debí de quedarme a cuidarte.

Iraq se abalanzó a mi, abrazándome y levantándome del suelo

- VENEZUELA ¡POR DIOS ME TENÍAS PREOCUPADO! - hundió su cabeza en mi hombro - NO VUELVAS A IRTE DE ESA FORMA.

Me puse rojo de pies a cabeza, sintiendo mis manos temblorosas. Puso mis pies en el suelo y me aparto viéndome la cara

- ¿Donde estabas? - gruño - me asustaste, idiota.

- Yo... yo... me secuestraron y me quitaron varios órganos - tartamudeé.

Iraq se puso pálido, sus labios temblando y sus manos apretando más mis hombros

- ¿¡¿¡TÚ TU QUE?!?! - gritó - ¡¡DIOS NO TE HAS BAÑADO!!.

Me jalo hacia su baño y me empujo, diciéndome que me bañara con todo el jabón líquido posible.

Me senté en la regadera solo en bóxers, dejando que el agua se lleve toda la mugre. Las cicatrices mal cerradas se veían muy feas en mi cuerpo.

Poco después entró Iraq con una toalla, sentándose afuera de la bañera mirándome.

- Estoy semi desnudó - murmullé.

- Te extrañe mucho - suspiro - Me tenias muy preocupado.

- Lo siento... no quería irme de esa forma - me abracé las piernas - Solo pensé... en lo que me dijo Syria, tiene razón, no te estoy haciendo bien.

- ¿de que hablas? - levantó ambas cejas.

- Estoy arruinando tu vida - me mordí el labio.

- Claro que no Vene... tú haces de mi vida mejor.

- Pero te desterrarán - tartamudee - No vale la pena perder a tu familia por un país como yo.

- Vene... tú eres mi familia - se acercó más poniendo su mano en mi rodilla - No quiero estar en ningún lado si no estás tú a mi lado.

Levante la cara para verlo mejor, sus ojos afligidos y su sonrisa tan hermosa como siempre

- Te amo.

Casi se me cae el corazón.

- Me encantas, te necesito conmigo - se acercó más a mi, metiendo los brazos en la bañera para estar más cerca de mi.

Se estaba mojando, pero no paraba de acercarse

- Si tú no estás, las horas pasan más lento y no puedo, no puedo parar de pensar en ti - me tomo la cara con fuerza.

- Te estás mojando Iraq - le quite el cabello de la cara.

- ¿Y eso que? - se metió todo completo, mojándose la ropa - Yo metería las manos en el fuego por ti.

Me quise apoyar de la pared, pero estaba demasiado mojado para agarrarme. Di un resbalón, cayendo de espaldas con Iraq encima mío.

Cerré los ojos de los nervios, pero los abrí un poco para verlo acercarse a mi cara y darme un beso en la orilla del labio.

Se aparto, saliendo de la bañera para secarse.
Mi corazón se salió de mi pecho, quería vomitar pero estaba muy... muy feliz.

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