Uchihas en One Piece (Itachi x Akira)

8

Que Itachi despertara el Sharingan alegró a Akira pero a la vez le preocupaba ya que gastaría mucho chakra al no tenerlo entrenado.

-Debes parar a Itachi ahora, por favor. -dijo la pequeña al pelirrojo.

Shanks se acercó a Itachi y lo agarró del brazo, en ese instante Itachi le lanzó un shuriken dejando una pequeña herida en el cuello de Shanks que si no hubiera esquivado a tiempo habría sido demasiado tarde.

-¿Qué haces? Contrólate. Llévate a tu hermana adentro, nosotros nos ocupamos de esto.

-Ni es mi hermana ni voy a entrar. -Escupió Itachi poniéndose en guardia.

-Itachi, el no nos está atacando, por favor... -dijo la pelinegra atrayendo la atención del azabache.

Cuando se giró a verla la encontró con mucha sangre y se sujetaba el lugar de la herida con fuerza. Parecía que no tenía fuerzas. Corrió a ella, la levantó y la llevó a la habitación que les dieron.

Ya en la habitación la puso en la cama y le quitó la camisa. Tenía una herida bastante profunda. Se lamentó por haberla dejado tanto tiempo desangrándose.

No supo que hacer ya que lo que sabía de medicina era lo básico. La pelinegra le mostró en el pasado como hacer la palma mística pero en esta vida ni la había practicado ni tenía suficiente chakra para usarla.

-Itachi, solo límpiame la herida. Seguramente haya un medico en el barco. -dijo la pelinegra conteniendo el aire ya que le costaba respirar con normalidad.

Itachi rápidamente hizo lo que le dijo la pequeña. Limpió la herida cuidadosamente y la vendó.

Se fijó en que la pequeña empezaba a tener fiebre por lo que le puso varios paños con agua fría al rededor del cuerpo. Al terminar todo se sentó en el borde de la cama y la agarró de la mano mientras la miraba fijamente.

-Lo siento... siempre es lo mismo.

-No te preocupes. -susurró la pequeña.

-No hables, necesitas descansar. Parece que las cosas afuera se están calm -No terminó la frase ya que empezó a toser fuertemente.

-¿Estás bien?

-Sí. -Volvió a toser, se llevó la mano a la boca y Akira vio como escupía sangre.

-¿Te han herido? -dijo preocupada la pelinegra.

-No te preocupes por mi. -dijo apartando la mirada.

-Claro que me preocupo, ¿Dónde te han herido? -dijo sentándose a duras penas.

-¿Que haces? Vuelve a tumbarte, debes descansar. Ya te he dicho que no te preocupes por mí. -le dijo intentando no mantener contacto visual con ella.

Al ver como se comportaba el azabache Akira supo que algo no iba bien.

-¿Itachi?

-¿Hm?

-¿No estarás otra vez... -preguntó con miedo.

El azabache solo se quedó en silencio lo que hizo que la pelinegra estallara en lágrimas.

-¿Desde cuando? ¿Por que no me lo has dicho?

-¿Para que? ¿Para preocuparte por nada?

En ese momento Akira le pegó en la mejilla con la mano abierta.

-¿Pensabas ocultarlo como la última vez? ¿Cómo que preocuparme por nada? Pareces el mismo Itachi que conocí en la academia. Quedamos en que no volveríamos a ocultarnos nada.

-Lo siento. -dijo agachando la cabeza.

-¿Desde hace cuánto?

-Hace poco. Esta es la segunda vez.