Akira y Itachi se pasaban días meditando, el azabache tenía razón. En su vida pasada podía usar tres elementos, el fuego, agua y tierra. Ahora también podía usar el viento y el rayo.
Akira también se dio cuenta que podía usar más elementos, normalmente podía controlar el fuego, viento y tierra. Por ahora había descubierto que podía usar el elemento agua pero no conseguía dominar el rayo.
Claramente a ambos les costaba dominar los elementos. Pues estos nuevos nunca los habían dominado en su vida pasada y eso fue algo que les costó.
-Que suerte tienes de poder controlar el rayo, yo no lo consigo.
-No te preocupes, recuerda que medité bastante.
-Igual sigue siendo muy raro. Ahora puedes controlar los 5 elementos, pensé que solo podían los usuarios del rinnegan.
-Pensé lo mismo. Creo que tu también controlarás el rayo. Te está pasando lo mismo que a mi así que a estas alturas lo raro sería que tu no pudieras.
-Haaaaa ojalá, sería genial aprender el chidori.
-¿En serio?
-¿Te recuerda a Sasuke verdad? jeje
-Sí, tal vez más adelante podría intentar aprenderlo.
Así se pasaron el día hasta que era hora de cenar y se dirigieron al comedor donde los piratas ya estaban bebiendo y gritando como siempre.
La tripulación trataba muy bien a los niños, siempre les daban mucha comida y bromeaban con ellos. Los dos niños siempre intentaban comportarse como tal delante de ellos pero les costaba mucho, más cuando desde pequeños fueron maduros.
-Akira ven conmigo. -dijo el pelirrojo.
La pequeña lo siguió hasta que salieron del comedor.
-¿Que ocurre?
-Benn está en el mástil haciendo guardia pero siempre se queda dormido. ¿Qué te parece gastarle una broma?
-¿Que tipo de broma? -la chica se sentía como si estuviera siguiéndole el juego a un niño pequeño.
-Solo sígueme, voy a necesitar tu ayuda.
Ambos subieron en completo silencio a lo más alto del mástil. Cuando ya estaban arriba el pelirrojo no dejaba de reír por quien sabe que.
Se acercó a Benn y con mucho cuidado le separó el pelo en dos.
-Tu hazle una trenza y yo le hago otra. -dijo susurrando lo más bajo que pudo.
La pequeña solo hizo caso a lo que le dijo y le hizo una trenza al pirata. Cuando terminaron bajaron y volvieron al comedor.
-Ya verás mañana. -dijo el pelirrojo para luego soltar una gran carcajada. -Por cierto, mañana vamos a cruzarnos con un pirata muy fuerte. No te preocupes, no hace falta que subas a su barco si tienes miedo.
-¿Quien es ese pirata?
-Bueno, es muy buena persona. Pero la razón por la que te lo digo es que en ese barco tienen un gran pirata que es médico.
-Mientras no sea como tu nakama...
-Oye mi médico hizo lo que pudo. -dijo con una cara dramática de enfado.
-Si si ya.
A la mañana siguiente los dos pequeños salieron de su habitación y vieron como se acercaban a un gran barco en forma de ballena. El barco era muchísimo más grande que el del pelirrojo y a medida que se acercaban veían que había muchísimos piratas en él.
-Vamos Akira. -dijo el pelirrojo cogiéndola en brazos, la pequeña solo se quedó con una cara de aburrimiento ya que siempre hacía eso.
Varios piratas pasaron al otro barco. Itachi iba detrás de Shanks mirando todo detenidamente.
Bastantes piratas de la otra tripulación se quedaron mirando a Shanks y a los dos niños que iban con él.
-Gurararara ¿Desde cuando tienes hijos Shanks? -dijo un gran hombre sentado en medio del barco, éste tenía un gran bigote blanco.
-Es que no pude presentártelos hasta ahora. -Ambos niños lo miraron al ver que le había seguido el juego.
-Espero que me lo pagues con buen sake.
-El mejor que he conseguido.
La pequeña miraba al rededor en busca del médico que le dijo el pelirrojo. ¿Quién sería entre toda aquella gente? Daban algo de miedo.
Entre los piratas que subían al barco también estaba Benn con las dos trenzas que le hicieron Shanks y Akira.
Varios piratas se quedaron viéndolo con ganas de reír, Shanks ya había soltado una gran carcajada y Akira le causó risa que estuviera allí sin conocer su aspecto delante de decenas de piratas.
-¿Qué hace tanta gracia?
-Te quedan muy bien Benn. -dijo la pequeña.
-¿El que?
Los presentes solo se reían de él, cuando se dio cuenta de sus trenzas su cara se volvió como la de un tomate y empezó a regañar al primero que vio.
-No te pongas así hombre, deberías hacértelas más a menudo.-dijo el pelirrojo.
Itachi solo miraba la escena con una pequeña sonrisa, después de todo la compañía de aquellos piratas no era nada mala.
Shanks bajó a la pequeña y ésta se puso al lado de Itachi.
Akira se fijó en el gran hombre que estaba sentado frente a ellos, tenía tubos por todo el cuerpo y varias chicas con uniforme de enfermera estaban a su lado. ¿Quizás el medico estaba entre ellas?
-Ya nos dirigimos al Grand Line así que estaremos un tiempo sin verlos Akagami.
-Sí, espero que cuando nosotros entremos seamos buenos amigos.
-Eso estará por ver, y ahora mocosos. ¿No os vais a presentar?
-Itachi.
-Akira.
-Definitivamente estos niños no son tuyos, parecen más adultos que tú.
-No exageres no exageres. -dijo el pelirrojo con una sonrisa y la mano en la nuca.
-¿No tenéis miedo? -los dos pequeños negaron con la cabeza. -No sois muy habladores, ¿pero que hacéis aquí?
-No sabía que Akagami había montado una guardería. -dijo un pirata.
-Estos niños te sorprenderían, pero a lo que he venido es a hablar con Marco.
-¿Para que me necesitas? -dijo un hombre parecido a una piña.
-Sería mejor hablarlo en privado. -dijo el pelirrojo. Ambas tripulaciones dejaron al pelirrojo con el gran hombre, Marco y los dos pequeños. - Akira, él es el médico que te dije.
-¿Para que necesitas un médico? ¿Estás bien? -preguntó Itachi a la pequeña.
-Eh.. es para ti.. -dijo algo apenada.
Itachi abrió los ojos como platos. Puso sus manos en los hombros de la pequeña y la miró fijamente.
-¿Le has contado?
-Lo siento.. era necesario.
El azabache la miró furioso, ella era la única que tenía que saber acerca de ello. Lanzó una mirada de odio a todos y volvió al barco del pelirrojo dejando a los demás atrás.
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Uchihas en One Piece (Itachi x Akira)
Fiksi PenggemarDos Uchihas que pensaron haber muerto despiertan en un mundo completamente desconocido para ellos. Por suerte se tienen uno al otro por lo que juntos buscan lo que nunca tuvieron en su vida pasada. Su libertad.